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Edmund Pevensie [Especial Navidad]

Pareja: Edmund x __________
Advertencia: Mi amooooor 🥺❤️
Título: Atorado
Canción: Stuck- Big Time Rush
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__________ recostó su cabeza en el hombro de su... ¿Amigo? ¿Novio? ¿Amigovio?... Dejemos el término  en paz.

La pelinegra recostó su cabeza en el hombro de Edmund, quien a su vez acomodó la suya sobre la de aquella chica.

Su segunda aventura en Narnia había terminado, ahora estaban cerca de las fiestas decembrinas, o más bien, ya estaban en esa fiesta.

Todos bailaban y tomaban mientras reían, pero __________ y Edmund no.
El chico era más capaz de pararse a bailar, sin embargo, sabiendo que a... Ella no le gustaba mucho hacer aquello, prefirió quedarse sentado.

Sus nervios crecieron cuando sintió tal contacto, efectivamente ella ya sabía sobre sus sentimientos, y él ya sabía sobre lo que su amiga sentía, pero ninguno se animaba a dar el siguiente paso.

Edmund, nervioso, tomó la mano de su amiga y entrelazó sus dedos.

—Ay ya, ya no sean tan amargados—Escucharon a la hermana mayor del Pevensie.

La castaña tomó la mano de su amiga al igual que la de su hermano.

En un pequeño empujón proporcionado por la castaña menor de los Pevensie dirigido hacia la azabache, y otro por parte de Susan hacia la espalda de Edmund, ambos jóvenes quedaron bastante cerca.

Para la mala suerte de ambos, o quizá bastante buena, una canción lenta empezó a sonar.

—Oh, vamos, Ed, pon tus manos... Aquí—Dijo Susan colocando las manos del mencionando sobre la cintura de __________.

—Y tú, pon tus manos... Aquí—Pidió Lucy saltando mientras colocaba las manos de la azabache sobre el cuello de su hermano mayor.

Edmund sintió sus manos temblar, su corazón acelerarse, y la adrenalina correr por sus venas.
Respiró hondo antes de sonreírle a __________.

Por su parte, la pelinegra no estaba mejor, pues, aún si estaba sonrojada a más no poder, aún si sentía sus piernas temblar igual que sus manos, no se pudo contener una sonrisa tonta.

Ambos sin saber exactamente qué hacer, empezaron a moverse al compás de la canción.

Hasta que un impulso llevó a __________ a preguntar algo que había estado en su cabeza desde que confesó indirectamente sus sentimientos hacia el azabache. —Edmund... Quizá sea algo apresurado, pero, tú y yo, ¿qué somos? —Esas dos palabras hicieron que Edmund frunciera el ceño. Ni siquiera él sabía que eran.

Intentó explicar todo lo que sentía, de verdad que lo intentó, pero solo lograba murmurar cosas sin sentido alguno.
Cerró los ojos fuertemente intentando controlar sus nervios.

—Hay tantas cosas que... Nunca voy a poder decir—Susurró sin quitar su vista del piso. —Porque... Siempre que te veo e intento decir algo coherente, mi lengua se traba con mis palabras en medio—Explicó deteniendo el baile.

—Edmund... —Llamó __________.

—Si pudieras leer mi mente... —Soltó un suspiro pequeño. — todas tus dudas quedarían atrás, y cada pequeña cosa caería en su lugar. —Siguió mientras rogaba al cielo que __________ no notara su prominente sonrojo. —Pero sólo me quedo atascado—Suspiró nuevamente, y esta vez, tuvo la valentía de levantar la mirada, encontrándose con aquellos ojos chocolate que tanto amaba. —Aún así, nunca me daré por vencido.—Sonrió un poco antes de seguir con su discurso. —En medio de un día perfecto, me estoy tropezando con las palabras que quiero decir, y aún así, no me daré por vencido, por más atascado que esté— Algo intimidado por los ojos de su acompañante, volvió a bajar la mirada. —así que, aprovechando este momento de adrenalina, mezclado con las ganas que tenía de pedirte esto... Te pregunto si tú... ¿Quieres ser la novia de este chico que nunca sale de su pequeño hueco y siempre se queda atascado? —Preguntó cerrando de nuevo los ojos con fuerza, para después abrir uno de estos con temor.

Lo siguiente que sintió, fueron los brazos de la pelinegra rodearle... Y después sus piernas convertirse en gelatina.

Enroscó sus brazos a través de la cintura de __________ sintiendo cierto alivio.

Después, solo escuchó un "Sí", por parte de la chica. La apretó más fuerte hacia él. —Le gritaré a todo el mundo que eres mi chica—Susurró el azabache en el oído de __________, haciendo que ella se estremeciera. Dejó un pequeño beso en su mejilla, y después se separó para besar correctamente a su, ahora, novia.

No más dudas. Aquella pregunta que tanto le había costado formular, por fin había salido de sus labios, estaba feliz, mucho más feliz porque ella había dicho que sí a aquella pregunta.

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Listop, maratón de navidad terminado... Espero que les haya gustado, y que se la pasen genial <3