Historias Terrorificas

Katherina La escéptica

Katherina, siempre le ha buscado la vuelta científica a todo en su familia. Ya que son religiosos, venían enlazando sus creencias en cualquier "cosa paranormal" que pudiese existir en el mundo y ella solo pensaba que estaban locos, que sus mentes estaban pasadas de azúcar e imaginación.

Cuando terminó el bachillerato a los dieciocho años, fue a estudiar medicina en otro estado lejano al de ella; lejana de todos sus familiares, lejana de sí misma. Alquiló un departamento y todo venía sucediendo bastante bien, hasta que una noche cuando se acostó a dormir después de terminar de estudiar unos interminables apuntes, sintió una mano muy fría que tocaba sus pies; al abrir sus ojos, como si hubiera sentido un puntazo en el corazón, logró despertar, pero al entrar en razón no había nada. Pensó que podría haber sido una brisa fría entrando por la ventana.

Los días eran tranquilos, pero de repente un día se despertó a las tres de la mañana para tomar agua y vio a una dama con una vestimenta muy antigua colgada en el pasillo del departamento,; morada, sus ojos eran saltones, sus manos eran largas con sus venas a punto de reventar. Salió corriendo espantada del horror, pero al volver después de unas horas de divagar desesperada por las calles ya no había nada, esa imagen le arrebato todo el sueño equivalente a semanas.

No pudo estudiar allí más porque cuando dejaba cosas en un lugar aparecían en otro, sentía que los muebles cada noche que se arrastraban, las cosas caían y al irse recién tuvo la desdicha de enterarse que una dama había sido ahorcada por su madre al enterarse de un embarazo.

Nunca más volvió a saber de ese lugar, solo se enteró de que tres estudiantes lo alquilaron cuando ella se fue y hace poco apareció en el periódico que dos de ellas murieron ahorcadas y la otra se suicidó. Ahora Katherina, cree que en este mundo existen muchas cosas, sabe que el mundo es grande y no hay que cerrarse a una sola cosa, ahora cree que lo paranormal existe y que está a nuestro lado todo el tiempo esperando el momento para aparecer.