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E M I L I O ;

- ¿No había suero de uva? - hice una mueca de asco tras haberle dado un trago a la bebida que me había traído mi chinito.

- Sí pero el de fresa se veía más bonito - contestó para sentarse en la esquina de la cama.

- ¿Has visto mi celular? - le pregunté mientras miraba a todos lados buscándolo.

- Está por allá, lo puse a cargar porque estaba muerto - señaló hacía su escritorio donde se encontraba mi celular.

- Gracias - le sonreí - ¿De casualidad no viste en las notificaciones un mensaje de mhm ... - me costó decir el nombre de Joaquín pero no hizo falta ya que Diego sabía a quién me refería.

- No revisé nada wey, solo le mandé un mensaje a tu mamá para decirle que te quedarías a dormir aquí - asentí y recordé algo.

- Mierdas, ¿qué hora es? - pregunté confundido parándome de la cama pero la resaca se aproximó y comenzó a dolerme la cabeza.

- Ora verga, por qué tanta perra pregunta - respondió Diego para enseguida revisar en su reloj de mano la hora - son las 2:30 de la tarde - mis ojos exaltaron al escuchar la hora, había olvidado por completo que tenía que ir con mi papá a su casa.

- Chale, tengo que ir a casa de mi papá a confesarle que soy bi - me quedé callado y Diego me miró, estaba a punto de hablar pero seguí para terminar la oración - BIEN PINCHE GAY WEY - grité y recordé lo que había gritado - mierda, dime que no hay nadie en tu casa - me mordí el labio mientras esperaba la respuesta de Diego.

- Estás bien pendejo - rió - No, no hay nadie -

- Bueno, iré a mi casa para bañarme y esas cosas y después ir a la casa de mi jefe - Diego se persignó - qué Dios nos agarre confesados - hice el mismo acto que había hecho él anteriormente.

- Amén - dijo para después aventarme una almohada.

Me dirigí hacia el escritorio donde estaba mi celular para revisar mis mensajes y no, no había ninguno de Joaquín, supuse que no me pediría disculpas o me daría explicaciones porque la verdad es que no tiene porqué hacerlo, no somos nada.

[...]

Di un largo suspiro y salí de mi coche, mis manos temblaban, y comenzaban a sudar, los pasos que daba hacía la puerta de la casa de mi padre eran eternos, por fin entré y ahí estaba él, revisando unos papeles, en cuanto me miró se le formó una sonrisa en su rostro y fue hacia mí para darme un fuerte abrazo.

- Mi hijo, ¿como has estado? - me preguntó después del abrazo.

- Bien, nervioso - le sonreí.

- ¿Por qué? - colocó su mano en mi hombro y bajo sus lentes - ¿Qué sucede? - volvió a preguntar.

- Ven - me fui a sentar al sillón y le hice una palmada al lado de mi para que él hiciera lo mismo - Te amo jefe, y siempre lo haré, porque eres mi papá - comencé a jugar con los dedos de mis manos.

- ¿Todo bien Emilio? - preguntó aún asustado - Yo también te amo, y siempre será así hijo - tragué saliva, trataba de contestar pero me era difícil hacerlo, sentí como mis mejillas se supieron rojas, y como mis ojos se pusieron cristalinos.

- Papá - tomé su mano y di un suspiro - soy gay - me limité a decir más, bajó su mirada pero su cuerpo se encontraba congelado.

- Emilio, no sé qué decirte - después de unos segundos de un silencio incómodo habló, se levantó del sillón y comenzó a dar vueltas de un lado a otro mientras se mordía la uña.

- Si no te sale nada para decir no lo hagas, no trates de esforzarte en algo que probablemente no quieras hacer - aparté mi mirada y me levanté del sillón para retirarme pero mi padre tomó mi mano.

- No me busques en un tiempo - no podía creer lo que mi propio padre estaba diciéndome y en mi cara podía notarse.

- No te preocupes 'papá', no lo haré - me solté del agarre y las lagrimas comenzaron a escurrir por mis mejillas, me di la media vuelta y salí de ahí.







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próximo capítulo. 🖤


pd. espero les esté gustando la historia, de verdad me estoy esforzando, es la primera que escribo y no quiero arruinarla :(

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