¿Tú piensas que tu vida es triste?
-Oye, eres el mejor amigo de Kim Taehyung, ¿no? -pregunté con nerviosismo a Park Jimin, este asintió lentamente-. ¿Cuál es su color favorito?
-Púrpura.
Imagina la mía; tengo protanopia, y a mi crush le gusta un col...
Jungkook estaba sentado en el suelo de la azotea, con los lentes puestos. Taehyung estaba a su lado, tomados de la mano viendo las últimas escenas del atardecer.
"No sé que es más increíble" murmuró Jungkook, su nariz y sus ojos estaban todavía rojos por el llanto anterior. Taehyung le miró, confundido. "Si tú o los colores."
"Definitivamente los colores" contestó el castaño y Jungkook negó.
"No, definitivamente tú porque tú me has hecho ver los colores" refutó y Taehyung sonrió, negando a la vez. "Me he perdido de tanto..."
"¿Tienes un nuevo color favorito?" preguntó curioso, apartando con su mano unos mechones de cabello de la frente de su novio. Jungkook asintió. "¿Cuál?"
"Todos" respondió. "Todos me gustan" y miró a Taehyung. "Me siento como un ciego, que ha podido volver a ver. Yo... Me gustan todos, todos son mis favoritos. No puedo creer que solo tuviese uno en mi cabeza... Me gustan todos."
Taehyung sonrió, de manera tierna, acarició el rostro de su novio. "A mí me gusta el púrpura, pero me encanta aún más el verde en tus ojos" le dijo y Jungkook suspiró, feliz antes de inclinarse y besarle.
"A mí me encanta poder verte en todos tus colores, eres más hermoso de lo que creí" le dijo y Taehyung tomó su mano.
"Y ahora podrás verte también a ti en todos tus colores" le dijo y entonces una voz sonó.
"Tae, Kook" era el papá de Jungkook. "La cena está servida, vengan a comer." Ambos asintieron poniéndose de pie y, sin soltarse las manos, se dirigieron hacia la mesa, donde todos les esperaban con una gran sonrisa.
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Jungkook despertó al día siguiente que era sábado, recordando que Taehyung le había invitado a su casa. El castaño había mencionado sutilmente que estarían solos y se acostó en el colchón de nuevo mirando su techo. Tendría sexo ese día con su novio.
No, aquello no era sexo.
En realidad, él iba a tener el magnífico privilegio de amar al cuerpo de un ángel. ¿Qué se supone que había hecho? Seguro que en su otra vida había salvado al planeta tierra o algo parecido porque aquello no era normal.
Conocer a Taehyung era una bendición.
¿Sabría Taehyung el poder que tenía en sus manos? ¿Sabría que le hacía sonreír cada que pensaba en él? ¿Sabría lo mucho que lo amaba? Dios, tenía tres años enamorado de él y tres meses siendo novios, y lo único que había logrado era descubrir a una persona que valía oro puro.
Su puerta fue tocada y Somi asomó la cabeza. "Hey, amorcito mío, ¿qué tal la mañana?" Jungkook giró el rostro para verla y le sonrió.
"Aún no me lo creo" dijo Jungkook y Somi sonrió. "¿Qué hice para merecer a Taehyung?"
"Fuiste valiente, amor" le dijo ella y su hijo frunció el ceño en confusión. "Fuiste valiente al adaptarte a este mundo a pesar de que había gente que se burlaba de ti y no entendía tu manera de ver" explicó y Jungkook negó suavemente.
