—Ese hombre es perfecto —susurra Dayan junto a mí.
Concuerdo en eso.
Intento prestar atención al resto de las palabras de mis compañeras, pero es difícil cuando frente a tus ojos tienes a un hombre sumamente atractivo.
Su mirada recorre todo el auditorio sin volver a posarla en mí. La mía se ha quedado fija en sus ojos que poseen un atractivo intrigante. Me he preguntado una y otra vez si son realmente sus ojos o, si, por el contrario, utiliza algún tipo de lentilla en ese tono negro brillante y envolvente.
En el colegio mi profesor de ciencias afirmaba que el color de los ojos depende del porcentaje de melanina que mantenga tu cuerpo. Mientras más bajo, más claros son. El color más oscuro está asociado al café, algo cerca del negro, más no lo es.
¿Qué tiene en sus ojos?
Continúa con su discurso, al que no le he prestado la más mínima atención. Estoy totalmente centrada en el sonido de su voz a través del altavoz que se distorsiona de aquella ronca y varonil que pude escuchar en el pasillo. La seguridad que emplea es impresionante. Sus manos grandes y firmes se sostienen del podio en donde reposa su discurso escrito que no ha mirado.
El sonido de aplausos me trae de vuelta a la realidad, obligando mis ojos a parpadear repetidas veces para apartar la mirada de ese hombre. Inhalo profundamente dejando de lado el interés repentino que ha nacido por un simple extraño.
La entrega de diplomas termina permitiendo que reciba las felicitaciones de mi familia.
—¡Alanna, la foto de grupo! —grita, Maddy una de mis compañeras, desde el otro lado de la entrada principal en donde se mantiene mi grupo.
—Enseguida vuelvo —digo hacía papá que no ha dejado de sonreír en toda la ceremonia.
El pequeño grupo se reúne entre bromas y carcajadas...
—Que Alanna se coloque al frente. —Fulmino a Ian con la mirada.
—Vamos, Ian, tu miembro es igual de pequeño y nadie dice nada. —Miro a Dean con los ojos abiertos como platos antes de carcajearme igual que todos.
Ian susurra una palabra hacia él que intensifica su carcajada.
Como buenos amigos ese es su método de relación en la que ninguno se entromete. Se conocieron como todos en primer ingreso. Los padres de Ian se destacan en el mundo empresarial. En cambio, Dean viene de una familia trabajadora, por no decir idéntica a la mía. Su padre es contador trabajando en una empresa en Nueva york. He ahí donde se intensificó su amistad, descubrieron que ambos hombres trabajan en el mismo lugar. Entre salidas nocturnas, mujeres y alcohol, se han conocido a la perfección.
—¿Irás a la fiesta que dará Ian en su casa? —Erick me entrega un sobre—. Tienes prohibido faltar.
Arquea una ceja juguetón.
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Cock ©
RomanceAlanna es una joven universitaria que tiene como meta forjarse una carrera laboral exitosa. Egresada de Harvard con un promedio sobresaliente entra a trabajar a la empresa de Aarón Cock, un hombre enigmático, prepotente, imponente y autoritario, ade...