Capítulo 13

831 84 20
                                    

— ¿Acaso te importa? —Dijo en un tono muy bajo, con la voz temblorosa, agachándose para coger su ropa interior. No quería parecer enfadado, ni mucho menos, ni siquiera se sentía así.

Atónito ante estas palabras no supo responder, sin apenas poder apartar la mirada del rubio, percatándose más tarde del "problema" que se había manifestado bajo sus pantalones, llevándose automáticamente las manos al lugar, tratando de ocultarlo, con la faz completamente roja.

— ¡N-no digas eso, Nagisa! —Intentó continuar la conversación con total tranquilidad, esforzándose en no posar la vista en Nagisa, quien ignoró sus palabras, sacando la ropa del cajón y poniéndosela posteriormente.

—Si no te das prisa llegarás tarde, tú mismo lo dijiste. —Añadió algo molesto, sin siquiera prestarle atención a Rei, quien salió de su mundo, dirigiéndose con rapidez al baño, y cerrando la puerta tras de sí, sin apenas pararse a echar el pestillo, estaba más preocupado con otro asunto.

—Me voy. —Se escuchó fuera, justo antes de un sonoro portazo.

Resopló, deseoso de que no hubiese notado nada, y pensando en qué hacer, quitando su mano con un roce que le hizo soltar un fuerte suspiro.

—D-dios... ¿Pero qué diablos hace?

Apoyó las manos en el lavabo, de espaldas a este, mirando su más que notable bulto, llevando de nuevo la diestra a éste, acariciándolo por encima.

Cierto era que tenía prisa, así que aquella era la forma que veía más rápida de solucionarlo.

Apoyó la espalda en la pared, dejándose caer por esta hasta hacer que su trasero, ya desnudo y habiendo dejado los pantalones a un lado, se posase sobre el frío suelo, de baldosas blancas.

Ya con su miembro fuera llevó el índice al glande, dedicándole unos instantes basados en movimientos circulares alrededor de estos, ahogando gemidos no muy altos, que no deberían escucharse mucho tras la puerta, calculó.

Nagisá llegó al sitio acordado, mirando a los demás, intentando parecer lo más animado posible.

— ¡Hola, chicos! —Les dedicó una amable sonrisa a los presentes, sentándose en el suelo, dejando la mochila a un lado e imaginándose lo que estarían a punto de preguntarle— Rei-chan está terminando, no creo que tarde mucho.

—Perfecto, si no llega en uno o dos minutos, comenzaremos sin él, nos corre mucha prisa este ejercicio, veréis... —Gou comenzó a explicarles paso a paso las instrucciones a seguir, acompañado de un papel donde aparecían cantidad de dibujos y frases cortas, a la perfección unos con otros, destinados a desarrollar los músculos deseados— ¡Empezad! ¡Go go! —Finalizó la pelirroja sonriendo.

— ¿Por qué este estúpido no viene...? —Murmuró molesto Nagisa, con el ceño fruncido, percatándose Makoto de esto.

—Quizás sea mejor que Nagisa vaya a por Rei, a lo mejor ha pasado algo, además, estos ejercicios de dos en dos se coordinarían mejor.

—Hum... Claro, no creo que haya problema, ¡pero no tardes! ¡Si no, haréis el doble los dos! —Dijo Gou, riendo entre sus palabras, pero diciéndolo muy en serio pese a eso.

— ¿Y yo que culpa tengo de que llegué tarde? —Bufó, pillando por sorpresa a los presentes, quienes no se esperaban una reacción así. Percatándose de eso, rio, cediendo finalmente y regresando al hotel. — ¡Ahora vuelvo!

Subió las escaleras, abriendo la puerta con la llave que guardaba en el bolsillo izquierdo de su pantalón y adentrándose en la habitación y buscándole con la mirada.

— ¿Dónde se habrá metido? —Refunfuñó.

Sin más preámbulos envolvió el miembro con su mano, pasándola de arriba a abajo sin detenerse, haciendo rápidos sus movimientos, no quería demorarse mucho. Por el placer infundido por sí mismo tensó sin proponérselo su brazo izquierdo, mordiéndose el labio inferior y reteniendo algunas de las palabras que pedían a gritos —nunca mejor dicho— salir de su boca.

Pocos segundos después escuchó cómo un sonido de llaves sonaba contra la mesa que había frente a la cama, o eso le pareció a él. Cesó de un segundo a otro sus acciones, quedando perplejo y mirando algo asustado a la puerta.

¿Quién podía ser? Estaba solo, ¿un ladrón? Descartado.  ¿La señora de la limpieza, quizás? Dios, como le viese así sería demasiado vergonzoso.

— ¡O-oiga! ¿Puede usted volver más tarde? Verás... Ando algo ocupado.

Nagisa giró su rostro a la puerta del baño, completamente desconcertado por aquello.

— ¿Qué dices, Rei? Vamos, sal ya, te están esperando.

Comenzó a andar lentamente hacia la puerta, sujetando el pomo y girándolo.

— ¡No abras! —Se apresuró a decir, levantándose con mayor rapidez de la que era consciente tener, agarrando el pomo y cerrando la puerta.

— ¡Solo quiero pasar! ¡Tendremos que hacer el doble si no vienes! —Espetó, empujando con más fuerza, dando fuertes embestidas con todo su cuerpo.

Sin planearlo, perdió la fuerza que, en cualquier otro momento, hubiese vencido a Nagisa sin ningún problema, notando este último cómo la puerta cedía ante él. Rei cayó al suelo, viendo la figura del rubio.

— ¿R-rei?

La cara de Nagisa no mostraba nada, ni alegría —obviamente—, ni molestia, ni enfado, ni siquiera sorpresa.

—Te lo puedo explicar, es que vine y cuando me iba a cambiar, tropecé, mi ropa interior se enganchó a la percha para colgar las toa...

De repente Nagisa, llevando una mano a su estómago y sosteniéndose este llevó la diestra al lado de la puerta, comenzando a soltar carcajadas, sin poder detenerse, dejando a Rei atónito ante aquella reacción. 

— ¿...Nagisa? —Preguntó el peliazul, sin obtener como respuesta nada más que continuadas risas que a cada segundo que pasaba se hacían más fuertes, dejando a Rei aún más perplejo y sin saber qué hacer o decir, alcanzando a los segundos una toalla para cubrirse.

— ¿¡Pero qué haces así!? —Intentó formular la pregunta, pero apenas era capaz tan simple acción, debido a la incoherente gracia que le proporcionaba todo eso— ¿Ibas a...? —Añadió, obviando la última parte.



Ψ(≧ω≦)Ψ  

Bueno... Sólo recomiendo estar alerta en estos casos. O echar el pestillo. O ambos, más vale prevenir que curar.


"Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin cura, sin precio, sin nada. No tengas miedo del amor... Verterás lágrimas con o sin él".

Chavela Vargas.

 

¿Realmente para siempre? [ReiGisa BxB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora