Capítulo 6

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Pasaron la tarde juntos, conociéndose entre ellos, compartiendo secretos y momentos. Hasta tal punto que a Nagisa se le olvidó que lo que llevaba en la bolsa y acababa de comprar era realmente necesario en su  casa si alguien quería ir al baño.

Tras mucho recorrido y numerosas risas Haki propuso ir a un parque cercano a su casa. Según decía el ambiente era agradable ya que no solía haber mucha gente allí que pudiese hacer ruido, o niños molestos jugando.

Qué bien sabía eso Nagisa.

No tardaron apenas unos minutos en llegar. El sitio era realmente hermoso. Parecía como si lo hubiesen teñido de verde, un verde realmente tranquilizador y que, sin saber por qué,  a Nagisa se le hacía un lugar hogareño.

¿Qué podía ocurrir?

Era precioso y bastante más amplio de lo que parecía por fuera. Se perdieron en los numerosos caminos que Haki parecía saber a la perfección hasta llegar a un sitio más frondoso.

-Y éste,  Nagisa, es mi pequeño secreto. -Dijo Haki, con una sonrisa.- Espero que lo guardes tan bien como si fuese tuyo.

-¡Por supuesto!

Se quedaron bastante a la vista a pesar de que Haki había propuesto adentrarse más. Sentándose a la sombra de un árbol, y, sin saber cómo, su conversación dio un brusco giro.

-¿Tienes novia? -Preguntó. Su tono de voz sonaba desinteresado.

-No precisamente.- Respondió Nagisa, tras unos segundos pensativo.

-Entonces no pasará nada si hago esto... -se acercó a sus labios y le besó tiernamente, pero Nagisa no respondió, a sorpresa del otro.

-¡Sí que pasa! A mí ya me gust...-de un momento a otro y sin saber cómo tenía a Haki encima besándole de nuevo.- ¡S-suéltame! -Logró decir apartando la cara.

-No quiero.

Siguió el beso comenzando a mezclar ambas lenguas a pesar del esfuerzo del menor por escapar. Sujetó sus muñecas con una mano y pasó la que le quedaba libre por debajo de su camiseta, llevándola a los pezones.

-¡He dicho que me sueltes! -intentaba escapar de él como podía, pero era obvio que la fuerza de Haki era muy superior a la suya.-Ngh... ¡Quita de encima!

-Ya te he dicho que no quiero.-Opuso secamente.


ψ'ー')ノψ'ー')ノψ'ー')ノψ'ー')ノψ'ー')ノψ'ー')


-¿Sí? Ryugazaki al habla.

-Buenas, ¿podrías venir al puesto? Resulta que han traído mercancía justo ahora... Y estoy yo solo. ¿Qué dices?

Calló un rato, y más tarde aceptó. ¿Qué remedio?

Salió de la casa y comenzó su camino, el sitio no quedaba realmente cerca, así que fue tomando distintos atajos.

Paró frente a una gran entrada de puertas abiertas, y al observar el interior no pudo evitar sonreír. Recordó que aquel sitio tenía distintas salidas, y una de ellas podría dar como resultado algunos minutos menos de tardanza. Así que entró, deleitándose del aroma y el ambiente.

Pero algo le hizo girar y mirar hacia varios lados.

-¡Apártate!

Esta vez lo escuchó con total claridad.

Persiguió esa voz por los pasadizos, buscando de donde procedía sin perder un solo segundo en encontrarla.

¿Qué está pasando aquí?

En sus ojos se reflejó la imagen de un pequeño chico bajo otro más grande.

-¿Quién cojo**s eres tú y qué estás haciendo con él? -La mirada de Rei se volvió seria y sombría. -Quítate de ahí.

Haki pasó la mirada a Rei, mirándole con asco.

-No molestes, cuatro ojos.

Las venas del peliazul eran visibles a kilómetros.

Observó a Nagisa, que apartaba la mirada para que no se diese cuenta, pero, no servía de nada, Rei pudo percatarse de que unas lágrimas salían de sus ojos.

-¿Molesto...? -avanzó más, sin apartar la mirada de odio.- He dicho que te quites, gi**poll*s.

-¿Porque tú lo digas? -soltó una risa sarcástica y besó a Nagisa.- Perdona, pero no.

Rei cerró el puño apretándolo con fuerza y elevándolo a cámara lenta mientras se acercaba.

-No estás perdonado. -Se abalanzó sobre el chico propinándole un puñetazo en la boca y apartándole de encima de Nagisa.

Comenzó a sangrar debido a la notable herida que tenía en el labio. Obviamente no se quedó quieto. Tiró de la ropa del peliazul lanzándolo al suelo, donde estampó su cara contra éste, haciendo que su nariz comenzara a sangrar. Justo después volvió a golpear a Haki, en su coronilla.

-¡No te vuelvas a acercar a Nagisa! -Le dio otro en el lado contrario, esta vez a la altura de los pómulos.- ¡El es mío! ¿Entiendes?

Lo tiró con fuerza dejándole caer sobre la superficie, donde apenas pudo moverse.

Nagisa permaneció inmóvil todo el tiempo, observando la situación con todo detalle.

Le extendió la mano al rubio.

-Vamos, enano. -le sonrió pese a la herida que tenía. Nagisa cogió su mano y se levantó. Se puso bien la ropa y abrazó a Rei, que lo envolvió en sus brazos posando su cara en la cabeza del otro, entre su pelo.

-Te quiero. -Dijo Nagisa.

-Yo más. -Respondió Rei.

Y emprendieron el camino a casa del peliazul tras dejar un mensaje a su jefe.


(๑•̀ㅂ•́)و

¡Hola! Lo primero... ¡lo siento mucho por tardar tanto! 

 ¡Espero que os haya gustado este capítulo y mereciese la pena esperar!

Me encantan vuestros mensajes, realmente me motiva muchísimo. ¡Podemos hablar cuando queráis!


"Ninguna persona merece tus lágrimas, y, quien se las merezca, no te hará llorar".

Gabriel García Márquez.

¿Realmente para siempre? [ReiGisa BxB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora