Pelea

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A medida que pasaba el tiempo el dolor era menos aunque todavía sigo con las vendas para el ojo, seguía estando lastimado, al parecer eso es lo que está más tardando pero de momento más que dolor y no poder usarlo, otra cosa no generaba pero por lo menos podré volver a ver ni bien sane.
Juli - ¿ Cómo está tu ojo ?
Aiden - Molesta un poco pero sanará así que tranquila.
Juli - ¿ No te da miedo salir lastimado por las peleas ?
Aiden - Sinceramente no, cuando peleo solo pienso en ganar para poder protegerlas.
Juli - Ya veo y por eso no te importa el dolor.
Aiden - No, solo me importa protegerlas.
Juli -  Pero si nos proteges ¿ Como es que te proteges a ti mismo ?
Aiden - Con tu madre y hermana no tengo que preocuparme mucho ellas son fuertes por lo cual siempre pelean conmigo.
Juli - Genial ¿ Así es como una vez te hicieron una súper armadura para vencer a ese malo ?
Aiden - Yep aunque salió de suerte y yo era más distinto.
Al parecer Juli también estaba preocupada, entiende demasiado para su edad, es muy tierno sinceramente, decidí bajar para ver cómo estaban y Juli me acompañaba.
Juli - Papá siento algo extraño.
Ella estaba sería y sus ojos habían cambiado me recordaba a mí pero tenía razón algo andaba mal así que me asomé por la entrada para ver qué pasaba.
Roja - Será mejor que no se las lleven el podrá estar débil pero si algo se es que cuando se trata de su familia es como si nunca hubiera pasado nada.
??? - Entonces me tomaré el riesgo.
Cuando me estaba por abalanzar vi que Roja me hizo una señal que esperara, así que decidí hacerle caso, ella tiene una mejor imagen de la situación, al parecer se estaban yendo y Roja me hizo una señal que saliera.
Aiden - ¿ Qué paso ?
Roja - Tienen a Luz y a Mari.
Aiden - Los mataré.
Roja - Tu solo no, ya no puedo quedarme viendo.
Aiden - ¿ Y que haremos con Juli ?
Alex - Yo me encargo.
Roja - Gracias hermano.
La furia que tenía hizo que de alguna forma tuviera el poder para sanar mis heridas aunque sentía un viejo sentimiento y era el de la bestia pidiendo salir, Roja se subió a mí espalda así que literalmente salimos volando.
Roja - Es ese camión negro.
Me dirigí lo más rápido posible pero los bastardos tenían armas y me dieron en una de las alas así que termine en el suelo pero no era suficiente empecé a correr, sentía un gran calor dentro mío, empezó a salir fuego de mí boca, a medida que más salía, mí cuerpo iba cambiando pero era distinto solo había escamas, no sé qué me pasaba pero eso no era importante ahora, empecé a correr pero como si fuera un animal, era más veloz, veo que sacan de nuevo las armas pero lance una llamarada negra de mí boca que las destruyó, me subí al techo del camión, use las garras para abrir el camión, fue como romper papel, estaba por tirar otra llamarada pero siento una caricia.
Roja - Tranquilo recuerda el objetivo principal traer a salvo a nuestra familia.
Al escuchar eso evite hacerlo, así que me tiré directamente atacar, me estaban disparando pero las balas rebotaban y era porque Roja había hecho la armadura.
Aiden - También te debes proteger, yo estaré bien.
Pero noté que ella estaba con un especie de escudo protegiéndola, con esta ventaja fue fácil derrotarlos fue un baño de sangre, los destrozaba con mí boca y garras, ya me quedaba muy poco control, solo quedaba uno.
Reaper - ¡ Atrás o la zorra se muere !
Pero Luz se safa y se corre del medio así que no dude en ir por el, no paraba de gritar hasta que le destroce la cabeza con mis garras, fui por los conductores también fue un baño de sangre para frenar el camión decidí salir y frenarlo por mí mismo como esa vez, la única diferencia es que no fue tan difícil, volví adentro del camión, noté que había más olor a sangre, al parecer quedaba alguien con vida cuando estaba por abalanzarme y clavarle los dientes esa persona me abrazó.
Mari - Gracias y perdón, te hice hacer todo esto porque no fui fuerte, se supone que soy tu hermana mayor la que debería siempre protegerte.
El olor a sangre era de la niña y me tentaba, las llamas en mí boca volvían a salir, la niña se acercaba pero no me tenía miedo y me empezó acariciar la cara.
Luz - Tranquilo papá ya está todo bien.
Al escucharla sentía que me calmaba y las ganas de asesinar se iban.
Mari - Ahora sí que no te pareces más un perro infernal, te ves más como un dragón infernal y te queda mejor sinceramente.
Luz - Tus escamas son blancas igual a mí pelo por lo cual es muy lindo.
Roja - Aunque tu pelo se volvió más largo.
Me empezaron a inspeccionar, analizando cada detalle, hasta tocaban mí cola y alas, eso se sentía incómodo.
Aiden - Hay que volver subanse.
Roja - Por el tamaño que conseguiste creo que dos podremos ir seguro a tu espalda.
Agarró a Mari y la cargo en mis brazos.
Aiden - Le toca a Mari.
Mari - B-bajame lagartija sobre desarrollada no necesito esto.
Luz - Es mejor no resistirse además la vista es buena y la comodidad también.
Roja - Además Aiden no hace eso con cualquiera.
Mari - E-esta bien pero no me sueltes que me da miedo las alturas.
Aiden - No lo haré ¿ Quieres que vuele lento ?
Mari - Si no te molesta.
Tomamos vuelo, ya era de noche y para evitar molestias, destroce el camión con una bola de fuego, se podían ver las estrellas, la cara de Mari fascinada era muy satisfactorio, justo había un árbol lleno de flores, así que pase para agarrar todas las flores aunque agarrarlas con la boca era asqueroso, después de un buen rato llegamos al bar, se bajaron todas y les di las flores a cada una.
Mari - Ahora entiendo porque querías esas flores, gracias Ai eres un buen hermano.
Me empieza acariciar y no pude evitar caer rendido en el suelo por la gran sensación que daba.
Mari - ¿ Te gusta pequeño tonto ? Claro que sí después de todo no hay mejor caricias que las mías.
Me trataba igual cuando era pequeño y me trajo mucha nostalgia así que no me queje.
Luz - Es la primera vez que veo a papá caer rendido tan fácilmente con caricias.
Roja - Si, casualmente el se resiste.
Mari - Si eres una persona que quiere mucho tarde o temprano termina cediendo aunque conmigo ya sabe que no frenare hasta que ceda porque después de todo es su gran debilidad.
Noto que había frenado pero ahora seguían Roja y Luz eran dos pares de manos acariciándome.
Mari - Miren hasta mueve la cola definitivamente le gusta.
Luz - Ahora ya se que hacer cuando papá está de mal humor.
Roja - Yo lo usaré para montones de cosas.
Luz - Eres una pervertida mamá, si lo vas hacer por lo menos no me traigan otro hermano, al menos hasta que Juli crezca más.
Abrí un ojo para ver la cara de Roja y pasó lo que esperaba estaba muy sonrojada pero las caricias seguían esto es genial.

La vida de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora