Battlefield - (Harry Styles Fanfiction )

Capítulo 7 - "Eyes Open"

— "Ayer eramos solo niños fingiendo ser soldados, Soñando con finales felices (...) Pero hemos entrado a un mundo cruel, donde todo el mundo se prepara para vernos caer" — Eyes Open (Taylor Swift)

Camino sin fuerzas. Llego como puedo hacia mi habitación y no puedo evitar tumbarme en la puerta. La única marca en mi es ese pequeño raspón a un lado del labio inferior, pero aún así siento como si me hubieran dado una terrible golpiza. El shock me domina. Por momentos veo sólo manchas negras, como si de los nervios me quedara ciega de a ratos. Escondo lo que queda de mi cabello bajo la capucha de mi campera. No se que decirle a Dave y Liam cuando me vean. No creo que Liam tome partido alguno en este asunto, pero se que Dave no dejará que las cosas queden asi. Prometió protegerme, sin embargo no quiero causar más problemas. No quiero entorpecer su llegada a la meta. No quiero ser la razón de su fracaso.

Entro a la habitación e intento ni siquiera mirarlos. Camino hacia mi cama con rapidéz y levanto las sábanas.

— Janett ¿Estás bien? — Liam me pregunta desde su cama, que se encuentra por encima de la de Dave.

— Si. Estoy cansada. Voy a dormir.

Se que en algún momento voy a tener q sacarme esa capucha. Se que ellos verán mi cabello hecho trizas. Se que verán mi raspón en la cara y por ende se que me preguntarán que sucedió. Sin embargo lo que no se es que excusa usar, o cómo decir la verdad.

— ¿Por qué llamaron a todas las mujeres? — Esperaba esa pregunta de Dave.

— Nada. Tonterías. Voy a dormir. — Intento meterme a la cama, pero siento como Dave me toma del brazo y me da vuelta, haciendo que mis ojos choquen fijamente mirando los suyos.

— ¿¡Que te hicieron!? — Grita, exclama, pregunta y se aterroriza al ver mi pequeño raspón, todo al mismo tiempo. Niego moviendo la cabeza en el momento en que baja mi capucha, dejando ver mi nuevo cabello, corto por encima de los hombros, pero de una forma totalmente despareja y horrenda.

— ¿Fueron ellos? — Liam se baja de la cama y se acerca a mi.

Suspiro y vuelvo a ponerme la capucha. Siento un nudo en la garganta pero creo que ya lloré lo suficiente como para volver a hacerlo. 

— Me lo merecía por no seguir sus reglas. — Es mi excusa.

— ¿Te lo merecías? Janett ¿Hablas en serio? ¿Cómo puedes decir eso? ¡Nadie se merece el maltrato de su parte! ¡Estoy seguro de que fue Styles! ¿Verdad? ¡Dímelo! ¡Juro que voy a buscarlo y a darle una golpiza que...

— ¡Dave! ¡Basta! — Lo interrumpo — ¡No necesitas hacer eso!

— Pero ellos te han lastimado — Liam acota.

— No. Nadie va a buscar más problemas ¿Entendido? No vinimos para que estos tres idiotas nos separen de la meta. La razón por la que estamos acá es mucho más importante que esto. Estoy bien, tan solo... debo adecuarme a esta vida. Es sólo eso. — Simplifico las cosas pero Dave no se ve del todo convencido ante mi respuesta.

Otra vez  escuchamos ese ruido de interferencia que parece perforarnos los tímpanos. Nuestra charla-discusión se ve interrumpida por un nuevo anuncio de "Los lideres".

"Pueden dirigirse a la salida a buscar su ración de comida para el día. El entrenamiento comienza mañana. Asi que duerman y mentalícense para la tortura."

— Tortura. Ya lo creo amigo. — Liam dice mientras camina hacia la puerta y sale.

Dave sigue sus pasos no sin antes mirarme como si quedara algo pendiente entre ambos. Acomodo mi capucha y salgo detrás de ellos. En el largo pasillo nos chocamos con el resto de los postulantes, y me resulta interesante ver las diferentes emociones que transmiten sus rostros. Algunos lucen seguros y ansiosos por lo que vendrá, otros lucen con miedo e incertidumbre, y por último y en su gran minoría están los que lloran, porque claramente sienten que este no es su lugar, sin embargo aún se encuentran allí quizás por obligación de sus propias familias. Nosotros tres no encajamos en ninguno de esos grupos, asi que simplemente nos amontonamos como un cardumen reducido e insignificante, y seguimos al resto, sin decir ni una palabra al respecto y cruzando algunas miradas cómplices. Entre aquellos que se encuentran seguros y felices de estar aquí, está esa misma mujer de pelo negro y largo hasta la cintura, que sedució a Styles con sus vulgares palabras. La observo fijamente de pies a cabeza. Su presencia es extraña, como si al verla supiera que debería mantenerme alejada de ella, como si en su rostro hubiera una señal de peligro.