Salí a buscar
un trozo de inspiración
que no lleve por título
tu nombre.La ironía siempre gana;
te vi descender del autobús
y por primera vez,
no sentí un tsunami
moviéndose en mi interior
como pieza de ajedrez.Es más, sentí alivio
de que olvidaras
nuestro amor de antaño;
que sigas con tu vida
sin el mismo dolor
que cargué por años.Saludaste a alguien más:
una chica,
estabas en una relación
pero esta vez,
no me dolió.Sonreí aliviada,
no creas que te he superado ya,
es que sé cómo continuar
con tan solo amor propio
y nada más.Te vi como nunca antes
te había visto:
feliz,
entonces tomé un lapiz
y comencé a escribir.Y te escribí poesía,
porque mi memoria
podrá olvidarte,
pero mis letras no.
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Memorias de un poeta
Puisi> Este libro detalla los poemas que nacieron de un primer amor que decidió poner punto final a lo suyo, desmenuzando los más grandes sentimientos de tristeza, soledad, pero también de amor, de felicidad, de amistad... de superación. En cada una de e...