Alex.
Era el cumpleaños de Matt y teníamos una tradición para todos sus cumpleaños, este año no iba a ser la excepción. Íbamos a Laser Quest, un lugar donde se jugaba con lásers y también se podía comer y beber. La verdad que nos la pasábamos muy bien siempre, y en esta ocasión llevábamos una invitada especial: Vera.
Al llegar, los encargados del juego nos saludaron amablemente, ya que nos conocían desde hace tiempo. Formamos los equipos, el blanco y el negro, y nos dieron unos chalecos de cada color para que nos distingamos entre nosotros.
Mi equipo era: Jamie, Miles y yo, y éramos el blanco. Mientras que en el equipo negro estaba Matt, Nick y Vera.
Tomamos nuestras armas de láser y entramos al gran laberinto adornado con luces brillantes, como en los bares, para que el láser se notara con facilidad. El equipo que acumulaba más puntos ganaba, y los puntos se sumaban dependiendo a que parte del cuerpo se le apuntaba al contrincante. Por ejemplo, si era la cabeza, tres puntos. Al brazo, dos puntos, y así. Por supuesto que eso estaba todo controlado por los encargados.
Yo estaba apoyado en una de las paredes, esperando a que Matt se distrajera para darle en la cabeza, hasta que siento una pequeña luz roja en mi rostro. Vera estaba en el otro extremo sonriendo.
3 puntos para el equipo negro.
Estuvimos aproximadamente treinta minutos jugando y disparando lásers. Finalmente, ganó el equipo negro, muy a mi pesar. Nos quitamos el chaleco y fuimos a una de las mesas, pedimos pizza y algunas cervezas.
-¡Ganamos merecidamente! -dijo alegremente Matt.
-Es fácil decirlo cuando haces trampa, Helders -contestó Miles con cara de pocos amigos.
-No hay que tomarse tan en serio esto -les dije-. La última vez nosotros le habíamos dado una paliza.
-Es cierto -agregó Jamie-. Es la primera vez que ganan este juego.
-Y gracias a Vera, que llenó de lásers la cabeza de Turner -Matt sonrió.
-Hay que aprovechar cada distracción -determinó ella, viéndome con aquella sonrisa preciosa.
Las pizzas llegaron, así como también las cervezas. Cada uno tomó una porción y la comió lentamente.
Al llegar a las 12.02 a.m. todos estábamos satisfechos, sin embargo continuábamos charlando y bebiendo.
-¿Te ha gustado ganarme? -pregunté sobre el oído de Vera, que estaba a mi lado.
-Siempre es genial ganarte -me dijo con sus ojos clavados en los míos-. Ya sabes, es uno de esos juegos que sabes que perderás, pero igualmente quieres jugarlos, solo por si acaso.
Sonreí. Jaquemate. Me quedé viéndola sin decir nada.
-El amor es un Laser Quest -dijo al cabo de unos segundos.
-¿A qué te refieres? -curioseé.
Vera desvió la mirada hacia al frente, me quedé expectante a su respuesta. Sus ojos volvieron a mí, con una sonrisa de seguridad.
-El amor es un juego -rectificó.
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In The Eye Of The Storm [#1]
RomanceElla no creía en el amor. Él no creía en las casualidades. Pero sus creencias se esfumaron al conocerse, dando vuelta sus mundos, rutinas diarias y, ¿por qué no decir sus vidas?