II. 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒

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Hanji fue a sacar la basura y volvió a su habitación para terminar de leer su historieta, pero antes de poder acostarse en su cama, su madre le volvió a pedir otro favor.

─¡Hanji, ven un segundo!

El oji-verde bufó frustrado. 

─¡YA VOY!─ gritó, y al tener tanta pereza empezó a rodar por la cama, pero cayó al piso─¡Ayyyy!

Hanji fue a la cocina a ver qué quería su mamá.

─¿Te animas a ir al supermercado que está a cuatro cuadras y traer todas las cosas que hay en la lista?─ le entregó un papel pequeño con las cosas que hay que traer de allá.

─Wow, esto es muchísimo. ¿No es mejor que vaya uno de ustedes?

─Satoshi tiene que ir a la casa de un compañero de trabajo. Van a hablar acerca de un pequeño trabajo que surgió, además del de la tienda de tofu que tenemos ahora. Y yo tengo que terminar de limpiar la casa. Como tú no estás haciendo nada puedes ir.

─¡Pero son demasiadas cosas, mamá! ¡Mira, un litro de agua, un litro de aceite, huevos, leche, manteca, y más cosas pesadas que no las puedo llevar en el bolso de las compras porque no me entra todo!

─Lo sé, sé que es humanamente imposible cargar dos bidones y el bolso de compras lleno, pero ya sabes que en ese supermercado te dejan llevarte un carrito de ahí a tu casa cuando llevas demasiadas compras y no tienes un auto, y luego lo devuelves. Pienso yo que puedes solo con un carrito, ¿no?

─Bueno... ahora que mencionaste que puedo usar un carrito me dieron más ganas de ir...

─Te conozco, y sé que te encantan los carritos de mercado, más que nada chocarlos, pero no lo hagas hoy, ¿oíste?

─Sí, mamá─ contestó sin prestarle mucha atención─. ¿Me das el dinero?

─Son mil yenes. Si te sobra algo, cómprate algo para ti, ¡pero que no sea muy caro, por favor! La otra vez que te mandé a hacer mandados gastaste todo el cambio en un pote de nutella. ¡Eso cuesta cuatrocientos yenes, Hanji!

─¡Es que la nutella no se encuentra fácil, mamá! Simplemente vi la oportunidad y la aproveché. Además, a ti te encanta la nutella y te vi comer del pote aquella vez.

─... Es cierto.

─Y sí.

─Pero esta vez compra algo barato, y en lo posible trata de no gastarte todo el cambio. Cómprate algo y si aun así sobra cambio quédatelo, ¿te parece? ¿Hacemos así?

─Me parece perfecto. Ya hicimos negocios─ se estrecharon las manos. 

─No vayas a olvidar nada de la lista porque vas de vuelta, ¿eh?

─Ni loco─ tomó el dinero y se fue al supermercado caminando tranquilamente. 

Como era hora del atardecer, se podían apreciar algunas nubes anaranjadas, rosadas y moradas en el cielo. El horizonte estaba teñido de colores fuertes, empezando por un anaranjado intenso, luego se aprecia un degradé de amarillo, y después un azul, tirando a violeta en el resto del cielo, acompañado de varios patrones de nubes que le daban un encanto al momento.

─Si Kumi estuviera conmigo diría algo así como: "Cielos, la naturaleza sí que sabe pintar"─ imitando la voz de una niña; se ríe solo─. Dios, es tan tierna con su enorme inocencia... ¿Ahora te imaginas que me la encuentro en el supermercado? Jaja, sería épico...


Hanji llega al supermercado, saca un carrito que había en la entrada y empieza a recorrer entre las góndolas hasta encontrar todo lo que decía la lista.

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗢 𝗔́𝗡𝗚𝗘𝗟 ❱ 𝗠.𝗡.𝗘.𝗨.𝗩 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora