Six.

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Austin besaba mi cuello con placer, mucho placer. Rasgó mi ramera quedando en sostén. Subí su camisa descubriendo ese perfecto torso.

-¡QUE TE LEVANTES CAITLIN!- Gritó Aria, me sobresalté empujando levemente a Rocco.

-Dios, que susto... Y pesadilla. - Hice una mueca de desagrado.

-Oye...- Llamó tímida, y yo reí por su forma de estar.

-Dime- Respondí entre risas.

-Alex me ha invitado a salir... Pero no te quiero dejar sola y...-

- Tranquila, ve. - La interrumpí.

-Dejame terminar. Austin propuso que tuviéramos doble cita. - Continuó. La mire con interrogación.

-Perdoname, pero a mi no me importa que Austin salga con una chica y ustedes. - Me levante de la cama.

Aria soltó una risa.

-Querida, esa chica eres tú. - Dijo aún sentada en la cama. Paré de recoger el desorden del cuarto para mirarla.

-No... Ni lo creas. - Me negué sin pensarlo.

-Por favor. - Rogó.

-No no y no. - Volví a negarme. De repente llegó un mensaje a mi móvil. Lo alcance y me fije en el mensaje. "Zack: HolaCait, estoyaburrido, vienes?" Definitivamente me leyó la mente.

-Saldré a la casa de Zack. - Le mostré el mensaje a Aria.

Aria soltó un suspiro y por fin se levanto de la cama para ayudar a hacerla.

-Suerte, te cuidas, me llamas si algo pasa, por favor. - Parecía una mamá. Pero Aria me preocupaba. No me confiaba de esos chicos.

-Bueno, chao te quiero. Salúdame a Zack.- Se despidió.

Salió del conjunto directo al auto, se subió y arrancó. Desapareciendo totalmente de mi vista.

Narra Aria:

Subí al auto de Alex en la parte del co -pilóto.

-Hola Alex. - Le di un beso en la mejilla.

-Hola nena. - Respondió.

-Y Caitlin?- Preguntó directo Austin en el asiento trasero.

-Hola, yo estoy muy bien. Gracias por preguntar.- Dije irónica.

-Mal educado. - Atacó Alex. Yo reí y Agustín hizo una mueca.

-Salió con un amigo, le rogué pero no quiso venir .- Respondí. Austin bufo.

Narra Caitlin:

-¡Heeey!, tramposo, gané yo. - Me defendí. -Pasame mis 20 dólares. - Hice un puchero.

-Ay, pero que linda. - Me abrazó con ternura Zack. Sacó de su billetera los 20 dólares apostados por un partido de Basketball. Me los dio y yo Sonreí victoriosa.

Se pasó el tiempo muy rápido. Ya se estaba escondiendo el sol y asomando la luna.

-¿Quieres helado?- Ofreció.

-¡Sí, sí! - Respondí emocionada como una niña chiquita. Zack rió ante mi ridículo acto.

Salimos de la casa a una heladería, pero no era cualquiera. Era mi favorita. Zack no era exactamente vecino mio. Vivía unas casas más del conjunto.

-Uno de chocolate y otro de vainilla, por favor. - Ordenó Zack, ya se sabía la mayoría de mis gustos.

-Y... Cómo vamos de amores?- Pregunté curiosa para romper el hielo.

-Creo que aún lo más importante sigue siendo la salud. - Reímos juntos. - Y tú?- Continuó.

-Nada. - Llegaron los helados. -Gracias. - Dijimos en unísono.

Terminamos después de risas, anécdotas, y sonrisas. Él se iría a su casa y yo para la mía. Tomamos lados opuestos siendo las 11:35pm. Estaba muy solo por estas calles, lo cual me provocó un poco de miedo.

Sentía que alguien me seguía, y decidí caminar más rápido. Y este lo hizo conmigo.
Tomé valentía y y giré mi cuerpo hacia atrás y ví un chico con cuchillo. Salté del susto y corrí lo más rápido y este siguiéndome, cuando menos me di cuenta ya me tenía agarrada amenazándome con el cuchillo presionando mi cuello.

Un Vecino ¡INSOPORTABLE! (Austin Mahone.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora