Seven.

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Ví las luces de un auto aparcar junto a nosotros.

-Bien princesa, hagámos esto más rápido.- Focejeó conmigo intentando meterme al auto. Observé como sus musculos se tensaron del enojo, e hizo una cortadura en mi brazo izquiero.

-SÚELTAME- Grité con dolor. Y me arrepentí de haberlo hecho, formó una nueva cortada a mi brazo. Jadeé.

-Que la sueltes.- Se escuchó la voz de Austin detrás de nosotros. El chico volteó su cuerpo junto al mió, aún con el cuchillo en mi cuello.

-Vaya, vaya... Mahone, tiempo sin vernos.- Reaccioné extrañada. ¿Se conocen? ¿Que mier.da?

-Que la sueltes o no quieres que resulte peor para tí. Marquez.- Sacó un arma detrás de sus Jeans, abrí mis ojos. Cargó el arma y apuntó hacia el chico.

-¿Que pasa?- Salió un chico de la parte del piloto del auto. Austin apuntó a el.

-Entra.- Ordenó Austin y este del susto obedeció. - Y ahora quieres complicar esto?- Se refirió a Marquez.. o el chico.

-Porqué cagas todo?- Me tiró a Austin rindiendose. El me recibió.

-Lárgate.- Escupió. El se montó en el auto, y desapareció. -Es mejor que nos vallamos.- Tragué saliva y asentí siguiendo su camino.

Quería salir de dudas, pero no era el momento. Y no me salían las ganas de hablar, había entrado en un trance por lo ocurrido.

Hubo un incomodo silencio durante el camino, me estremecí al sentir el frío rozar con mis heridas y las tapé.

-Que te ha hecho?- Preguntó agarrando mi brazo.

-Nada.- Me solté bruscamente de su agarre.

Note como Austin apretó su mandíbula. - ¿PORQUÉ CO.ÑO ERES TAN DIFÍCIL?- Se alteró.

-No esperes a que me comporte de la pu.ta madre contigo después de haberme humillado.- Escupí.

-Que amargada eres.- Respondió.

Llegamos a la recidencia y me dirigí hacia mi portal, pero Austin me detuvo. -Que quieres- Lo miré.

-Te curaré, ven.

-No iré a ninguna parte contigo.- Seguí mi camino. Noté que suspiro con fuerza y me tomó de mis rodillas quedando mi abdomen en su hombro.

-SUÉLTAME- Moví mis piernas desesperada, mientras Austin reía.

-Tienes un bonito cu.lo, Caitlin.- Me sonrrojé.

-Deja de mirarlo pervertido.- Bufé. Y el soltó una risa. Llegamos a la torre de el. Abrió la chapa y entramos. Me soltó porfín y puso llave.

-Hey, no puedes secuestrarme.- Fruncí el ceño.

-Lo estoy haciendo, muñeca.

-No me llames así.

-Entonces como te llamo ¿FEA?- Vaciló. Y rodé los ojos.

Un Vecino ¡INSOPORTABLE! (Austin Mahone.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora