Nine.

301 23 4
                                    

Me levanté asustada por el ruido de la alarma. 7:00. Esta vez si estaba decidida a levantarme rapidamente.

-¡LUNEESSS!- Lloriquié .

Alisté mi uniforme y me metí a la ducha. Sequé mi cuerpo, coloqué mi ropa intetior y salí del cuarto de baño.

Rocé crema por todo mi cuerpo. Me puse el uniforme. Lo acomodé correctamente. Y peiné mis cabellos mojados. Bajé con sueño a la cocina para prepararme un poco de desayuno.

-¿Con quién estabas anoche?- Preguntó mi madre directa.

- Con Zack?- Respondí con obviedad.

-¿Te quedaste hasta la una de la mañana con Zack?.- Dejó mi plato de desayuno en la encimera. Lo cogí y salí de la cocina.

Mierda, ella si estaba despierta. No la preocuparia y mucho menos le diría lo que pasó.

-Emm... Sí.- Dije dudosa ya sentada en el sofá. Cogí el control y prendí la tele mientras desayunaba.

Ya tenía todo listo para partir al instituto, estaba aún temprano por lo que me extrañaba bastante.

No cogería el colectivo, me iría caminando hacia el instituto.

-Buenos días princesa. Quieres que te lleve?- Besó mi frente papá.

-No te preocupes. Tengo tiempo demás, así que caminaré.- Le sonrreí.

-Esta bien, cuidate.-  Asentí.

-Amor, te amo. Dios te bendiga.- Besó los labios de mamá. Pero que cursis.

Finalmente salió del apartamento y yo le iba a seguir. Pero mi mamá me detuvo.

-Muchachita. Espero que no te vuelvas a quedar hasta tarde en casa de los vecinos. A la próxima te castigo.- Abrí los ojos.

-¿Vecinos?.

-No creas que no te ví, Y... No me abras los ojos que no te voy a echar gotas.- Me guiñó el ojo.

-Ay, pero que pesada.- Susurré dandole la espalda para salir.

-Te escuché.- Gritó desde la cocina.

-Te quiero, byee!- Cerré la puerta y caminé por el sendero hasta la portería.

-Como amaneces M-U-Ñ-E-C-A.- Dijo Austin resaltando cada letra. Rodé los ojos.

-Que te he dicho sobr....

-Sí, sí. Perdón, fea.- Se puso al lado mio mentido en su auto.

-¿Quieres montarte en esta espléndida nave?- Se refirió al auto.

Solté una carcajada -¿Contigo?- Lo señalé. - No gracias- Seguí mi camino.

-Se que te mueres por estar conmigo.- Su ego subió.

-Claro que sí gran egolatra.

-No seas de rogar.- Paró el auto, salió. Después lo rodeó y abrió la puerta del coopiloto. Paré en seco ante este acto. Entre un debate de irme con el. O hacerme la dificil, me monté dandole gusto. Cerró mi puerta y luego cerró la de él, claro ya montado.

Observé el interior del auto y paré la mirada al ver un atrapasueños colgado en el retrovisor. Me llamó mucho la atención.

Un Vecino ¡INSOPORTABLE! (Austin Mahone.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora