sᴄʜᴏᴏʟ ʟɪғᴇ《x1》

T R E C E

Yohan paso el dorso de su mano mientras buscaba calmarse, estaba ahí hecho bolita entre tantas cobijas llorando a media noche.

Mordia su mano en busca de no hacer tanto ruido, pues no quería despertar a su dormilón compañero.

Algo que tenía Wooseok como don, era el tener un buen odio, talvez por eso le fastidiaba la bulla, así que no tardó en darse cuenta del llanto de su menor.

Odiaba tener que levantarse pero no iba a dejar que su dongsaeng siga llorando, sabía el porque.

Un corazón roto.

Lo noto caundo Eunsang le comento sobre la sorpresa que quería prepararle a su novio, la cara de Kim cambio de una sonrisa a una de tristeza.

Pateo las cobijas, no podía creerlo el que era un Adonis, que todo el mundo estaba a sus pies, estaba sufriendo por un mocoso que recién había llegado.

Lo movio y este giro, obvio se tardó en busca de disimular su llanto cosa que era imposible.

Una hora llorando como magdalena, no se iba a quitar en un dos por tres, tenía su cara hinchada al igual que sus ojos y labios y su nariz parecía un tomate.

Este lo miraba un tanto apenado, y es que le daba vergüenza que su compañero tuviera que verlo así.

En esas condiciones en donde se sentía tan miserable por enamorarse del novio de su mejor amigo.

Y es que Junho lo confundía tanto, le decía tantas cosas lindas y le daba tanto amor, llenaba de caricias y besos.

Y le juraba que estarían juntos y sobre todo que era suyo.

Le mentía de una forma descarada y el se lo creía, le juraba amor eterno mientras en su mente sólo podía pasar algo.

Y era que estaba comportándose como lo peor del mundo.

Kim lo empujó y al instante se acostó en la cama de su menor, este lo miraba un tanto raro y avergonzado.

Estaba que se cagaba de la risa enverdad, y es que el era así siempre cada vez que su hyung se ponía en plan cariñoso.

Este lo giro quedando el debajo de Wooseok, se sentía sometido y
en una situación y posición compremetedora.

Estar contra el colchón lo podía nervioso, las manos de Kim apresionaron las suyas y las llevo a la cabecera de la cama.

Este se acercó a su odio, y le susurro- Deja de llorar por algo que tu mismo ocacionaste.

Dicho esto le golpeó en la nuca, se bajo y se fue dispuesto a dormir en su cama.

Yohan tiro de su mano y lo miro con el ceño fruncido, ¿cómo se supone que reaccionará?

Si prácticamente había estado bajo su compañero de cuarto, se sentía sumiso y eso le daba pena.

El mayor giro los ojos y se acostó a su lado, no era lo que planeaba pero le gustaba el sentirse calentito junto a Yohan.

Era cálido y sobre todo muy tranquilizador el calor corporal de contrario y su aroma a ese perfume que siempre se ponía en la mañana.

Sabía que no debia jugar con fuego pero ahí estaba, tal cual un niño caprichoso abrazandose más y más a Wooseok.