Equipos Ocupados 4/4 [Editado]

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Tiempo antes, antes de que saliera el Sol incluso, Tails había llegado a la base de la Resistencia, apareciendo en frente de la puerta secreta en la alcantarilla. Esta vez no pudo contenerse, las náuseas y el malestar lo invadieron luego de usar de nuevo el Chaos Control, fue así que empezó a devolver todo lo que había comido, dejando un desastre en el suelo. Al poco tiempo de recuperarse limpio el suelo con un trapeador, entonces volvió a su laboratorio en su cuarto, colocándose de nuevo un ojo mecánico en la cuenca izquierda de sus ojos. Sin perder más tiempo comenzó a trabajar hasta tarde en una máquina peculiar.
La máquina era una camilla de metal que tenía una compuerta dejando ver un espacio en el que alguien podía caber, obviamente diseñado para que encajara con la estructura de Tails.

—Pronto...—dijo para si mismo con una sonrisa.

La tranquilidad del zorro fue interrumpida por un timbre, seguido de una voz que provenía de sus bocinas.

—¿Señor Tails? Soy yo Cream, estoy afuera de la entrada, ¿Podrías abrirme? Traigo a mis Chao y G-merl para jugar, además de unas galletas—dijo la coneja con una alegre sonrisa en el rostro.

Ya había amanecido, el zorro no midió el tiempo qué pasó trabajando, para su suerte, el haber reemplazado algunas partes de su cuerpo le hizo más sencillo aguantar más de 24 horas despierto. Tails fue y abrió la puerta, dejando pasar a Cream, quien traía una canasta con las galletas adentro, seguido entró G-merl y los Chao.

—Vine a jugar como le dijiste a mi madre señor Tails, ¿Quieres jugar algún juego de computadora o salir al parque?—preguntó inocentemente.

—De hecho Cream tengo una propuesta para ti, sígueme—ordenó con un tono bastante serio para tratarse de Tails.

La niña lo siguió un poco confundida por como le hablo, el naturalmente tenía una cara feliz e inocente, nunca lo vio así de serio, pero lo que más la intrigaba era saber porque tenia el ojo izquierdo diferente, como si fuera un ojo falso. La niña con curiosidad se puso en frente de Tails y tocó su ojo izquierdo mecanizado, a lo que ella se sorprendió por tener una textura metálica.

—¿Que le paso a tú ojo señor Tails?—preguntó intrigada.

—Nada importante, no te preocupes Cream, sigamos—respondió cortante y siguió caminando.

El zorro entró en su habitación, y sacó un escáner de datos de genética, así como de combate, entonces lo utilizó para escanear al Chao de Cream, Chocola. El Chao apenas se dio cuenta de que lo habían escaneado, pues sólo apenas sintió que una luz verde lo iluminaba. Mientras eso sucedía, Cream exploraba la habitación de Tails, siempre le parecía asombroso que su amigo pudiera construir todo tipo de artefactos tecnológicos que muchas veces no terminaba de entender.

—¿Que es todo esto?—preguntó confundida al mirar toda la tecnología del lugar.

—Es solo mi lugar de trabajo, y al mismo tiempo mi habitación, aún así tengo un taller mucho más amplio a lado, ahí hago los trabajos de verdad—explicó mientras analizaba los datos que acababa de extraer de Chocola.

—Muy bien, ¿Que es lo que planeas que hagamos ahora?—preguntó de forma inocente, la forma en la que siempre actúa.

—Bueno Cream... necesito estar con G-merl un rato, entonces podremos jugar—explicó algo nerviosos.

—Está bien, no hay problema—contesto con una sonrisa.

La niña se preguntaba qué es lo que haría Tails con G-merl, pues ambos ya estaban en el taller de este último. Pasado un rato, Cream decidió sentarse en la cama del zorro y empezar a comer una galleta que traía en su canasta, la cual compartió con Cheese. Mientras tanto con Tails, el estaba ocupado explorando la base de datos del Gizoid. G-merl no era un robot cualquiera, en un principio era solo Emerl, él era un robot creado hace muchos años, él era una máquina de combate muy avanzada, pudiendo copiar datos de sus oponentes, replicarlos y mejorarlos. Gracias al doctor Gerald Robotnik, el Gizoid obtuvo un libre albedrío, además de poder aprender de la personalidad de los que estaban a su alrededor. Sin embargo Emerl tuvo que sacrificarse luego de sufrir una gran carga de energía en su cuerpo, aparentemente haciendo que su mente y recuerdos ya no existieran, dejando solo piezas de metal de un cuerpo sin vida. Todos creían que él había dejado de existir, pero él Dr. Eggman logró reconstruir al Gizoid, llamándose ahora G-merl, siendo utilizado por el mismo para sus malvados planes, pero siendo otra vez detenido por Sonic. Otra vez se creía que G-merl había sido destruído, pero sorpresivamente sobrevivió, entonces fue llevado por Cream con Tails, quien logró reconstruirlo.

Metal Sonic Rises [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora