1.

17 3 6
                                    

Otro día más que me desperté con el mismo techo encima.
¿Porqué no puedo no despertar y ya está? ¿Es tan difícil? Agh.

Me dispuse a levantarme con mi buena "alegría" de todas las mañanas.
¿Qué hora sería? Bah, que más da. Total, estábamos en verano, no tenía nada que hacer.

-NOAH, ¿PIENSAS BAJAR? SON LAS PUTAS 12 DE LA MAÑANA -escuché a mi madre gritar desde el piso de abajo.

-Ains, gracias por ser mi reloj mamá -suspiré hablando hacia mis adentros.

Bajé las escaleras dirigiendome a la cocina. Al llegar, vi a mi madre haciendo unas de sus tortitas de avena de esas de sus dietas, y a mi hermano pequeño, Dario, sentado mirando más la pantalla de su consola que el vaso de leche que tenía delante.

-Ya de buena mañana viciado hijo -dije agitando su pelo y dejando un beso en su frente.

-Ay Noah, que pesada eres -me contestó, majo.

-Yo también te quiero -dije riendo.

En realidad mi hermano era de las pocas personas que aunque no lo aguantaba, me daba ánimos para seguir cada día.

Su vida se basaba en jugar a la consola o ver videos de youtubers haciendo gameplays, osea lo que haría todo niño de 12 años en vez de salir a la calle a jugar al fútbol o hacer cualquier cosa.

Nuestra relación era la mítica de este tipo de niño de 12 años obsesionado con el Fortnite, y una chica de 17 años en plena adolescencia con las hormonas más revueltas que la cama de tu tía. Pero en el fondo nos queríamos y a pesar de todo, siempre pasábamos tiempo juntos.

Igualmente, nos cuidabamos bastante bien por nuestras partes. Mis padres estaban separados, y mi madre, la cual tenía nuestra custodia, era una persona bastante independiente y puesta en su trabajo. A ella le daba igual haber parido a dos niños, hermosos por cierto, y haberles dado una vida, solo se preocupaba de mantener la casa, y de su "fantástica" oficina en la que trabajaba. Por suerte, o por desgracia, no estábamos mal posicionados económicamente.

Desde que mi padre se separó, decidió dejar todo y empezar a viajar, es por eso que también lo vemos poco. Cuando fuera mas independiente con mi vida pueda hacer lo mismo, viajar por todo el mundo, sin dejarme ni una esquina. Eso sí, lo haría con mi hermano.

-¿Planes para hoy hermanito?

-Emm... -se puso a pensar mi hermano, cosa que nunca hace.

-No, no hagáis planes que tenéis faena -dijo mi madre cogiendo su plato de tortitas y sentándose enfrente de este.

-¿Faena? -preguntamos extrañados.

-Si, tenéis que ir al colegio.

-Pero mamá, hace 1 mes que he acabado esa cárcel, nose si te acuerdas -se quejó mi hermano.

-Hijo déjame acabar joder -dijo mi madre agobiada.

-¡Mamá! -Le llamé la atención, como siempre.

Mi madre solia ser bastante malhablada, sobretodo con mi hermano. Era como que le sacábamos de sus casillas a la mínima, y eramos como un peso más en su vida.

-Está bien -respiró- tenéis que ir a por las autorizaciones del campamento de Julio.

-¿CAMPAMENTO? -dijimos entusiasmados-desilusionados.

-Si, os vendría bien aprender modales, dejar vuestra adicción por los cacharros esos electrónicos, y respirar un poco de aire fresco. La desgracia es que sólo son 11 días, si por mi hubiera sido, os hubiera mandado un mes -dijo gruñona.

-Gracias mamá, bonito regalo perder a tus hijos de vista, ahora estarás más tranquila -dije bastante borde- vamos Dario, es tarde y hay que vestirse.

Seguido, los dos nos levantamos y subimos hacia nuestras habitaciones. Como siempre, mi hermano se vestía en dos minutos porque no tiene problema, el coje lo primero que ve y se lo pone, por lo que apareció en mi habitación.

-Noah, ¿qué opinas del campamento? -dijo mientras tomaba asiento en mi cama.

-Bueno, en cierto modo lo que quiere es que desaparezcamos de su vista, pero por otra parte no le quito razón a que no nos vendría mal respirar y desconectar un poco de todo.

-Si, tienes razón. Además, 11 días no son tantos, pasan rápido.

-Es la primera vez que te veo de acuerdo en separarte de tu querida consola, Dario, estás madurando -echamos a reír- bueno, vayamos para allí.

De camino hacia el colegio recibí un WhatsApp de mi madre.

Máma
Está todo pagado, solo tenéis que coger la autorización y mirar en el listado en la etapa o como se llame que esteis.

¿Para que contestar? Está bien leído y fin.

Llegamos y cogimos la autorización. Nos acercamos a las supuestas "etapas".

-¿Tú sabes que mierda es esto? -Le pregunté a mi hermano.

-Nose, pero mira aquí esta mi nombre -dijo señalando su nombre en el listado de "Identidad".

-Pues yo no se ni donde estoy -dije resoplando.

-¿Nueva? -dijo una voz detrás mía.

Me giré y le pude poner rostro a la voz.

Un chico alto, con unos ojos azules en los que te podías ver reflejada, bastante pálido de piel, cosa que hacía que se notarán más sus abundantes pecas en la cara, y delgado. Tendría pocos años más que yo y supongo que también estaría apuntado.

-Emm... Si, nose en que "etapa" estoy apuntada, es mi primer año y no se como funciona -recalqué con los dedos.

-Acabemos antes, ¿cuantos años tienes? -me preguntó mirando hacia las listas.

-Emm...17 ¿Y tú? Espera, ¿porqué lo preguntas? -dije un poco confusa.

-Lo primero, deja de decir emm, me estás poniendo nervioso -dijo riendo- y debes estar aquí apuntada, en "Estilo" -dijo señalando la lista dicha.

Mientras buscaba mi nombre, interrumpió:

-¿17? Primer año y último -dijo pensativo.

-¿Porqué último? -giré a mirarle.

-Este campamento es hasta los 17 años, a menos que quieras ser monitora, como yo -dijo haciendo gesto de superioridad mié tras reía.

-¿Disculpa, monitor tú, no tienes mi edad?

Echó a reír:

-Gracias por el cumplido bonita pero no. Este es mi segundo año como monitor, así que tengo...

-¿19? -acabé su frase.

-Exacto, veo que controlas matemáticas -reímos.

En una visión rápida no vi a Dario y me asusté.

-¿Dario?¿DARIO?¿Dónde coño estas?

-Estoy detrás tuya -dijo tocando mi espalda.

Giré riendo, mientras "el monitor" también reía.

-Em, plantéate lo de tomar ms petitsuis, hay que crecer más.

-Bueno, ¿podemos volver a casa ya? Bastante tengo con los 11 días, que tengo que estar más horas sin ver a mi preciada consola.

-Está bien, está bien, ya nos vamos -giré para despedirme del "monitor" pero había desaparecido, a lo que solté una risa irónica, cogí la mano de Dario y caminamos hacia casa.

---------------------------------------------------------
HOLAAAA, AQUÍ ESTOY!!!

Me hacia mucha ilusión empezar esta novela y espero que las ideas que tengo queden muy bien!!

De momento, ¿que opináis de los personajes? me vale cualquier crítica xd.

Espero que os guste <3

Besoooooos

Marieta:)






Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Eleven DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora