Cartas Para Kevin Crumb | PAUSADA

Capítulo 4 | Un Riesgo Que Tomar

Carta #3

Nunca había estado tan aterrada en mi vida, y ni siquiera puedo comparar este miedo con el mismo que sentí cuando Dennis me secuestró. No pensé que las cosas terminarían así. Hicimos lo correcto en revelar este secreto, en dejar al descubierto sus dones con el mundo y de esa forma ya no hubiera misterios que ocultar. Las personas siguen dudando, y otras están de nuestro lado, pero hay personas que buscan lo inexplicable y siguen debatiendo lo que vieron esa tarde en sus televisiones, en sus celulares o en las pantallas que los rodeaban en la ciudad.

Hace unas horas llegaron unos oficiales haciéndome preguntas ante lo sucedido en el hospital psiquiátrico Raven Hill Memorial. Me preguntaron qué hacía allí y porqué, si le había comentado a alguien más sobre mis visitas y qué era lo que sabía de la doctora. Contesté con cierta sinceridad, pero en algunas cosas tuve que mentir. Me sentí un tanto hostigada con sus miradas y su forma de hablar. Era notorio que querían sacar toda mi verdad, pero me imagino que, porque estaban los señores Green presentes, tuvieron que detenerse y retener sus otras preguntas al respecto. Algo que no pude dejar de mirar fueron aquellas marcas en sus muñecas, posiblemente se trataba de un tatuaje que tendrá algún significado. Un trébol con tres hojas.

Cuando se retiraron, sus miradas frías y serias permanecieron en mí cada momento cuando subían a su patrulla. De algo estoy segura, pero no puedo comentárselo a nadie de mi familia, ellos posiblemente no eran oficiales. Quería algo más de mí. Y no creo que se detengan hasta conseguirlo.

Att: Casey Cook

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A pesar de los gritos, las charlas y el sonido de los cubiertos golpear contra los platos, no podía dejar de escuchar ese zumbido dentro de mi cabeza, acompañado de esa imagen que no podía dejar de olvidar. Ese tatuaje tiene algún significado, eso debe de ser. No tendría sentido que dos oficiales tengan el mismo tatuaje situado en la misma zona. Y por su comportamiento de anoche, debo sospechar que algo no anda bien.

—¡Casey!

Ladeo mi cabeza hacia un lado volviendo captar ese grito por parte de Ava, quien me miraba extrañada por la manera en que me comportaba.

—¿Estas bien? —Preguntó dudosa y todos dirigieron su atención en mí—. No has tocado tu comida, ¿no tienes hambre?

—Estoy bien—Sonreí forzadamente—, no tengo hambre. En la escuela comeré algo.

—Esta distraída, es eso—Comentó Michael quien no apartaba la vista de su periódico.

—Siempre lo está—Se burló Cole al respecto.

Los niños se apresuraron en correr al baño para cepillarse los dientes y subir al auto, no sin antes despedirse de mamá. Tomé mi mochila y, antes de poder retirarme hacia la puerta, sentí un leve apretón en mi muñeca, impidiéndome dar otro paso. Al girarme a mis espaldas, noté que se trataba de Ava quien me miraba un poco preocupada.

—Sé que no estás lista para contarnos todo lo sucedido sobre lo que pasó—Entendía que hablaba del secuestro; tema que no estoy lista para hablar de ello—. Pero sabes que ahora nos tienes a nosotros. Sé que la policía ahora te está abrumando..., solo tienes que dejar que el tiempo pase y todos lo olvidaran, igual que tú.

Su mano se alejó de la mía y mantuvo aquella mirada esperanzada que siempre tiene conmigo. A veces deseo llorar por sus palabras, porque de verdad ella me está dando el amor de una madre que yo no pude recibir. Quisiera estar preparada para contarlo todo, desahogarme con Ava y abrazarla una vez por todas. Pero eso no podía suceder hoy.