siete

181 15 0
                                    

Su mente no terminaba de procesar todo. Él se sentía vacío muchas veces sí, o bien, no sentía nada en absoluto. Vivía en estado neutro y era incómodo hasta cierto punto.

Por eso al ver a Yoongi, el chico le llamó la atención y comenzó a pensar de sobremanera en él. Pero Jungkook se sentía demasiado tonto, demasiado idiota como para funcionar como un chico de diecinueve años normal. Joder.

Iba caminando a las nueve de la mañana por el campus con un café que se compró porque no alcanzó a desayunar una mierda y su mente no acababa de despertarse ni con el ruido y la gente abrumadora del metro. Iba como con veinte minutos de retraso, lo bueno es que a muchos profesores universitarios les suda que sus alumnos llegasen tarde.

Al entrar a la sala, Jungkook se sentó en el mismo puesto del día anterior, pero Yoongi sí estaba ya sentado en su lugar esta vez. Miró de reojo al otro y dio un respingo cuando sus miradas chocaron. Yoongi llevaba un gorro negro y un barbijo así que se veía muy poco de su cara.

Jungkook quedó impactado cuando un Yoongi despreocupado le hizo señas de que sentara más cerca.

¿Qué?

¡Qué!

- ¿Yo? - se apuntó a sí mismo Jungkook susurrando. Vio a Yoongi rodar los ojos pero luego asintió. Jungkook no quiso ponerse rojo, pero sintió el cuello caliente. Agh.

- ¿Me das de tu café? - alcanzó a escuchar cuando ya se había sentado. Ah, con que por eso era.

- Uh, sí, sí, pero está caliente. Ten cuidado. - las manos pálidas de Yoongi contrastaron con el vaso color café. Yoongi se bajó el barbijo revelando sus labios pequeños estando pálidos y con círculos negros bajo los ojos.

Sorbió un poco antes de hacer una mueca medio rara.

- Está bueno. ¿Dónde lo compraste?

- Hay una cafetería a tres calles, me costó uh--

- ¡Jóvenes, los de atrás! Si no les interesa la clase, pueden irse. Llegaron tarde y están además están interrumpiendo. - la profesora vociferó desde adelante, parando la clase, por lo que todo el salón giró a verlos sobre el hombro.

Mierdamierdamierda.

Jungkook se hizo chiquito en su asiento, tratando de esconderse de la miradas ajenas, que no eran pocas, y eran muchas, muchas cabezas, ¿o en su mente eran así de tantas?

Sin decir nada, Yoongi a su lado bufó. Se puso de pie y tomó su mochila sobre su hombro.

Cuando pasó frente a la mesa de Jungkook, agarró su vaso de café y le murmuró un "vámonos".

¿Qué carajos?

¿Qué?

No, no, no, Jungkook no se podía ir. Su sentido de la responsabilidad lo obligaba a quedarse. ¡No iba a recuperar esa clase si se iban! Ay, no, ay, no. Ay-

- Si se van a ir de la clase, háganlo rápido y sin molestar. - no sabía qué hacer. Irse y perder la materia de una asignatura que no había tenido antes, o... - ¡Ah, se van, qué alivio! Vayan a conversar a otro lado así dejan que todos nos concentremos. ¡Adiós!

Jungkook entonces con ese empujón de la misma maestra de irse, se puso en pie y siguió a Yoongi que ya había llegado a la puerta. La voz chillona de la profesora aún retumbando en su mente, ¿por qué un profesor te echaría así de casual de una clase? Porque ya estaban en la universidad  duh.

Se sentía no invitado dentro de su mismo derecho de estudiar. Oh, Jungkook, no puedes sentirte mal por eso, ¿oh sí?

Ambos caminaron fuera, al frío, sin decir nada. Se quedaron de pie fuera de la sala unos momentos antes de que Yoongi murmurara:

Not Different • (yoonkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora