tres

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No.

No iba a conseguir nada siendo un gilipollas tímido y reservado. 

Quiso golpearse contra la mesa, aunque estuviera sentado en frente del salón y todo el mundo pudiera notar ese acto. Incapacitado por su propia voluntad de poder mirar a los lados o atrás para conseguir un compañero o compañera de trabajo, se quedó inmóvil pensando en que tendría que hacerlo solo, pero y si no se podía simplemente le reprobarían. Joder. 

Debían hacer una investigación acerca de la Cultura del Renacimiento en Italia, lo cual no podía parecerle más genial y asombroso de lo que ya era, pero el problema era ese. Uno muy jodido dentro de su cabeza, que para alguien más estable emocionalmente hubiese sido pan comido.

¿Y si se quedaba ahí quieto como estatua hasta que alguien le preguntara si quería ser su compañero? Uf, eso sonaba como la mejor opción. Pero, ¿qué diría una vez se acercara? ¿Cómo iba a mantener una conversación con fluidez y sin sonar raro?

- Espero que todos tengan ya su pareja seleccionada. Deben sentarse juntos para comenzar la actividad. - el maestro era serio y demandante. Eso lo descubrió a penas cuando el tipo abrió la boca para ordenar que todos buscaran pareja. - Tienen cinco minutos, jóvenes.

Mierda.

Oh, mierda. Jungkook, piensa. Y respira. ¡Ah!

Adentro, afuera, adentro, afuera... a la derecha, todos reunidos, izquierda por el rabillo del ojo, también. No iba a mirar atrás, no...

Pero su cabeza fue más veloz y sus ojos se centraron en las pocas personas que estaban sentadas solitariamente en el fondo. Ah, pero la gorra negra no le pasó por alto aunque quisiera evitarlo con la vista, porque sí le daba más mala espina que el resto.

¿Un reservado más un jodidamente reservado? No sonaba muy bien que digamos. 

- Tres minutos y aún veo cabezas solas. Será mejor que saquen a relucir sus dotes de supervivencia o les rebajaré la mitad de la nota. - unas respiraciones asustadas se oyeron de inmediato y la gente empezó a unirse cuáles hebras de ADN. Guanina con Timina, Citosina y Adenina... o esperen, ¿era así o...? - Tú, chico. 

¿Ah? Tenía al profesor a unos cuántos pasos. ¿Cómo pasó eso?

Se aclaró la garganta como pudo.

- ¿S-sí?

- Tienes un minuto y el único libre es el gótico de allá, ¿lo ves? O lo traes a tu puesto o corres hacia el fondo. Pero ya. - tragó duramente, y en un acto reflejo sus pies saltaron del piso y literal corrió hasta el final y se sentó haciendo rechinar las sillas junto al de la gorra. Estaba cabizbajo y le dedicó una mirada, pero nada más. Jungkook comenzaba a sudar helado. - Hermoso. Todos emparejados, ahora comiencen a trabajar. Recibo todo a las doce en punto en el mesón. 

El murmullo no se hizo de esperar, pero Kook con sus manos entrelazadas y los hombros tensos, no se movió más de un centímetro, sin decir o recibir palabra alguna. Volvió a tragar y por el rabillo vio al chico acomodarse en su asiento. Había sacado una libreta pequeña y sostenía un lápiz en sus níveas manos, tan blancas que le dieron curiosas de tocarlas por un breve momento. ¡Porque parecían de loza! 

Carraspeó en un intento de presentarse.

- S... - no salió la voz. Intentó otra vez. - Soy Jungkook. 

Recibió un asentimiento de cabeza flojo y una mirada de ojos pequeños, pero realmente adorables. Bueno, no del todo. Es que eran pequeños y redondos, como de un animalito. 

- Yoongi. - ah, y su voz era algo baja y rasposa. ¿Cuándo habría dicho su última palabra? Jungkook en respuesta igual asintió, qué incómoda situación. No saber qué decir. 

Not Different • (yoonkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora