Capitulo 2: Dolor y Traición

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Pov Shunrei

Me dolía horrible ver a mi hijo sufrir, detestaba esta situación, solo pude sobar su mejilla y calmarle, sé que Shiryu me está engañando no lo voy a negar, pues el día que encontré aquello, me dejo en claro lo que estaba haciendo a mis espaldas, ¿Qué hice mal? Acaso hice mal en esperarlo...en cuidarlo...en rezar por su bienestar...no sé qué hice mal, no sé qué hicimos mal, Ryuho es solo un niño y el que le hiciera esto fue demasiado lejos, no me opongo que se le reprenda, pero tampoco permito que se atreva a golpearlo y sobre todo dejándole casi morada su mejilla, él no es el hombre con el que me case...no es el hombre que me hacía sentir todo aquello...no es el Shiryu que yo conozco y quien amo.

Pov Normal

La mujer lloraba en silencio abrazando a su hijo quien se había calmado, Shunrei podía ser fuerte, pero aquella fuerza se le estaba agotando, miraba a su hijo quien ya prácticamente se había dormido en sus brazos, como solía hacerlo cuando lloraba de pequeño, estuvo así, sin querer despertarlo, pues no deseaba que este se sintiera mal y que descansara después de aquel incidente; Asimismo Shiryu había guardado unas cosas en su maleta, había decidido irse aunque sea salir de ahí, pero sobre todo porque se vería con la persona que estaba por arruinar su vida.

-Shiryu...-solo pudo decir la mujer al ver a su esposo con aquella maleta -¿A dónde vas?

-Me iré de aquí por lo menos hoy -aquello dejo perpleja a la mujer -ya escuche lo que dijo Ryuho y se lo que estás pensando, no me quedare aquí a escuchar sus susurros sobre mi persona.

-Shiryu espera...-trato de evitar que se fuera sin embargo este ya se había retirado de aquel lugar, dejándole sola con su hijo, sus lágrimas descendieron por sus delicadas mejillas, dejando salir aquel dolor que le invadía en su ser, aquello que le era como espinas creciendo por toda su alma quebrantada, la mujer solo cerró la puerta y cubrió a su hijo con una manta para que durmiera tranquilo mientras ella solo podía llamar a un amigo de suma confianza.

En el pueblo se encontraba Guang un amigo de Shunrei con el que podía confiar, este sabía lo que estaba pasando entre el caballero de libra y ella, sin embargo no le gustaba opinar de ello, porque no quería crear un drama innecesario, pero ese día no tendría opción en ello y más al oír llorar a su amiga. Él estaba en su oficina de la universidad, trabajaba como docente del área de biología mientras que Shunrei era del área de las ciencias sociales como tutora.

-¿Alo? -Contesto el joven -¿Shunrei? ¿Qué pasa?

-Solo ven por favor...estoy destrozada...-sin pensarlo dos veces el joven le contesto.

-Descuida, ya voy para allá -el joven colgó la llamada y tomo sus cosas para irse de inmediato donde estaba la joven, él era alto de tez blanca, cabellera lisa y castaña, conocía a Shunrei desde hace mucho tiempo, sin embargo habían perdido contacto con ella durante algunos años, pero sus vidas se volvieron a juntar tras el incidente con Marte, no iba a negar que él quería mucho a su amiga, inclusive mucho más que una amiga o una hermana, pero decidía no decirle nada por respeto a que esta estaba enamorada de Shiryu y prefería no meterse entre ellos dos.

Tras un poco de trafico Guang logro dar con la casa de Shunrei y no dudo en salir corriendo para verla, ahí estaba ella con lágrimas en la cara, no cabía duda que ella estaba destrozada, el solo pudo abrazarla y dejar que llorara todo lo que necesitase, sentía mucha tristeza ver aquella mujer tan hermosa y tan dulce pasar por aquel tomento.

-Ay Guang esto me duele tanto -dijo entre sollozos -¿Qué hice mal? ¿Por qué me hizo esto?

-Tranquila aquí estoy para apoyarte -dijo el muchacho abrazándola -tú no has hecho nada malo, tú has sido una maravillosa mujer, esposa y madre que él no quiera ver eso, es su problema pero no debes culparte por algo que no tienes culpa.

-Pero imagínate...-trato de limpiarse las lágrimas -me duele que él me trate así, le pego a mi hijo de la peor manera aún se le está bajándola inflamación de la bofetada que le dio -eso ultimo le había molestado, las cosas estaban fuera de control en aquel hogar, sin duda alguna miraba en ella puro dolor y tristeza y no la culpaba de nada -no sé qué más hacer.

-a ver vamos adentro y te preparo un té de pasiflora -la mujer asintió y entro a la casa con el joven Guang, estaba sumamente preocupado por lo que había pasado y no quería imaginar cómo estaba Ryuho a quien se encontró ya despierto al llegar -permiso...hola Ryuho.

-Hola Guang -respondió el joven limpiándose los rastros de lágrimas que tenía en su rostro -que bueno que viniste, tal vez mama se calma un poco -aquel comentario dejo en claro lo que tanto temía el joven y sobre todo al ver a Shunrei con una mirada triste, Ryuho confiaba mucho en él, estaba acostumbrado de verle cuando iba al trabajo de su madre en la universidad, por lo que no era difícil para el tener una buena amistad con el caballero dragón.

-Me alegro que me lo digas -mira a Shunrei -tu madre sabe que puede contar conmigo en lo que necesite a ver siéntate -solicito el joven para comenzar a preparar él te, le dolía verla así, se notaba mucho en ella el dolor que sentía, sin embargo el responsable de aquellas lagrimas se encontraba con su querida "amiga", Paradox de Géminis, sin duda alguna había regresado a la vida del caballero desde hace tiempos, ambos estaban en un hotel dejando atrás todo el problema que tenía el caballero de libra, no cabía duda que entre ambos existía una atracción corporal, pues aunque Shiryu tratara de negar sus sentimientos por su esposa, aun la amaba pero esta al parecer ya no le quería por lo que opto en satisfacerse él y a la joven que tenia entre sus brazos.

-me haces sentir también Paradox y lo haces bien-dijo el dragón arropado junto a la mujer peli azul claro -no cabe duda que contigo me siento tan bien.

-qué esperas de una persona como yo a mí me encantas -dijo dando le un beso el cual le fue correspondió y volvió a terminar en lujuria entre caricias besos y gemidos la noche iba hacer larga para dicha pareja.

-Me encantas tanto eres una gran mujer -dijo el caballero viéndola con tentación -no tienes idea como me pones.

-shhh solo disfruta de mi compañía y déjate llevar - dijo la mujer para continuar con todo aquello.

Mientras que en el hogar de él y Shunrei, Guang había terminado de preparar él Te para la mujer, había escuchado todo lo que la joven le contaba y una que otra vez tuvo que abrazarla y dejarla que llorara en su hombro, su corazón latía por ella, el había pasado por algo así con su ex esposa y sabia como Shunrei se sentía.

-Me parece absurdo lo que él ha hecho contigo -dijo de brazos cruzados -discúlpame por lo que diré pero es un imbécil -Guang estaba que ardía en furia, el sabia cuanto Shunrei había aguantado por él y ahora con esto le daba más motivo para protegerla a ella y a Ryuho pues también pidió al joven dragón que explicara que había ocurrido con él.

-Papa está muy cambiado -respondió Ryuho sobándose la mejilla -lo odio tanto por esto...no sabes cómo me dolió el que me hiciera esto y el cómo me entrena.

-¿Por qué no le dices que ya no quieres seguir en ello? Él debe entender que tú estás agotado y que no se te puede obligar a algo que tú no gustes -respondió el joven.

-Y de qué sirve-respondió el jovencito - mi papa me va a obligar a que siga y siga ya estoy cansado de eso y si quiero refutar el también lo hace no sé por qué es así -dijo el joven para limpiarse las lágrimas -y es por eso que estoy reacio y mi mama no sé por qué no lo detiene o le dice algo solo lo hace cuando ya la cosa se pone fea.

-¿Crees que no lo intento? -Pregunto la mujer viendo a su hijo -¿De verdad que estás diciendo eso? -Ryuho se quedó callado, había excedido en eso ultimo olvidándose que su madre si quería intervenir -no tengo tiempo para esto Ryuho...

-Ya tranquila -dijo Guang -por favor ya, él no lo dijo con esa intención es el mismo enojo que lo tiene así y él sabe que tú has hecho todo por el ¿verdad Ryuho? -el menor asintió y abrazo a su madre que le correspondido, para Guang ellos dos eran parte de su vida, recordaba cuando ayudo a Shunrei en muchas ocasiones, no iba a permitir que nadie le hiciera daño aun si se arriesgaba a enfrentar a Shiryu.

Continuara..

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