Capítulo 9: ¿Engañado?

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Aquel sentimiento no iba a desaparecer, el dolor y la aflicción de aquella mujer eran grandes, en el pasado no hubiese tenido tanto problema en acabar su relación con su ahora esposo, mas sin embargo ahora seria mas duro pues ambos tenían un hijo en quien pensar, y aunque su hijo ya estaba a un paso de la adolescencia, este podía percibir con mayor facilidad el que posiblemente sería el divorcio de sus padres.

Siberia, Rusia

Shunrei estaba preocupada por su hijo, desde aquel día en la cena el estaba actuando raro, tenia intenciones de hablar con el cómo pudiese pues quería saber cómo este se sentía.

-Mi amor -hablo la mujer sentándose en la cama donde su hijo se estaba recién levantando - ¿Cómo dormiste?

-Bien mama -dijo estirándose - ¿Qué pasa porque me vez a si de preocupada?

-Hijo -hablo -quiero ser sincera contigo, la verdad me preocupa como has estado últimamente, se que has estado llorando y lo noto en tus ojos, eres mi hijo y te conozco mas que nadie -el joven dragón quedo petrificado, lo que menos que él quería es que su madre se enterara de su estado emocional, mas sin embargo como ella lo había dicho, era su madre y reconocía cuando él estaba mal.

-Mama...-intento hablar -yo...la ver verdad es que si estoy mal -por fin dejo salir aquello -yo no quiero que tu estés con otra persona y que papa igual, se que Guang es bueno contigo y conmigo pero mama -suspira -debe de ver alguna forma de que ambos se hablen, se que es egoísta de mi parte todo esto...pero así me siento -confeso -se lo he contado todo a Haruto porque es el único que le tengo esa confianza más allá de lo que tú crees -Shunrei solo pudo abrazarle con todo su amor, odiaba que su hijo se sintiera así y detestaba que su esposo tampoco viese lo que su propio hijo estaba sufriendo por causa de ellos dos.

El amor de madre es lo mas hermoso que hay, dicen los dichos que madre no es solo la que pare, es aquella que a cuidado, amado y conocido bien a su hijo, así como hijos no biológicos, aquel era el sentimiento de aquella mujer, que trece años se había convertido en madre de ese precioso niño nacido del amor de ella y el de su esposo, el mismo que ahora estaba sufriendo por causa de ella y Shiryu.

En el camino que debían recorrer el caballero de libra y sus alumnos prácticamente, era largo llegar donde estaba Hyoga no era fácil, habían pasado muchas cosas para poder llegar casi cerca de donde este vivía, el caballero cisne había decidido vivir lo mas recóndito posible de la civilización humana de aquel lugar, todo esto para que la gente no se diera cuenta que el era un caballero de Athena.

-Llevamos mas de 28 horas en camino ¿Cuándo llegaremos a la casa de Hyoga? -grito Agatha -tengo sueño, tengo hambre y mi teléfono no tiene carga y Aeneas anda muy cerca de mí.

- ¡Oye! -exclamo el ofendido - ¡Yo me acerco donde yo quiero bruja!

-Agatha y Aeneas por favor -pidió el caballero de Libra -no quiero que empiecen una discusión -los chicos asintieron con respeto, Shiryu miro a Missy quien andaba un poco ida y no prestaba atención a lo que estaba pasando a su entorno - ¿pasa algo Missy?

- ¿Eh? -hablo -si estoy bien...no es nada solo ando pensando en unas cosas del santuario.

- ¿Segura? Te veo muy preocupada -hablo Shiryu deteniéndose al ver que la chica ya no seguía el paso -ya habla ¿Qué esta pasando?

-Nada...solo nada lo juro no pasa nada no tiene nada que ver con tu mujer -se tapa la boca de un solo llamando la atención de todos -no dije nada.

- ¿Qué paso con Shunrei? -pregunto Shiryu intrigado - ¿Qué ocurre Missy?

-Yo...eh yo...-no sabía que decir, había confesado algo que sabia que debía mantener como un secreto -lo que pasa es que Shunrei te mando a decir que espera verte en casa pronto -trato de mentir -eso creo que fue lo que recuerdo.

¿Aun Me Amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora