Kitsune no Shiten

Prologo

Nada se podía hacer, no importo lo que había hecho, todo fue en vano, el enemigo lo supero y Nada se podía hacer, no importo lo que había hecho, todo fue en vano, el enemigo lo supero y no había nada que pudiera hacer ahora, sus compañeros estaban muertos sin importar que intento evitar sus inevitables muertes. Uzumaki Naruto no podía continuar con esta lucha, era un caso perdido ¿Qué pensó el Rikudō Sennin cuando le confió sus poderes? El hecho de que les diera poderes no significa que obtendrían la victoria de una vez, eran inexpertos en el uso de esas técnicas de las que aún no eran capaces de usar como querían, ni siquiera podían mostrar el máximo potencial que estas tenían. Cualquier mínima oportunidad de conseguir la victoria se perdió cuando ella apareció, sabían de la gran diferencia de poder, conocimiento, inteligencia y sabiduría.

—(Khh... será muy difícil que un milagro suceda...) Guagh —escupió saliva dejando que esta cayera en su ropa mientras su modo sabio de los seis caminos seguía estando activo teniendo aquella apariencia que representaba el pilar del poder, aun asi la diosa que tenía frente a él era ampliamente superior en cualquier aspecto y para probárselo decidió que el sería el último en morir.

—Reencarnación de Ashura, esto te hará ser consciente de lo que sucede al enfrentarme, ustedes solo han usado el chakra para propósitos nefastos, como cualquier niño al que se le otorga un juguete se le puede quitar de igual modo. Todo el chakra me pertenece únicamente a mi —dijo sorprendiendo un poco al rubio que estaba frente a ella enterrado en el piso por cuatro varillas negras clavadas en sus hombros y piernas imposibilitando su movimiento. Ōtsutsuki Kaguya era un ser ampliamente superior al rubio que a pesar de poder hacerle daño no era suficiente, fue superado en todos los aspectos por ella y el hecho de que lo dejara ver como los demás morían lo comprobaba.

—¡Cállate! ¡Te derrotare y traeré la paz a este mundo! —expreso la frustración que tenía por medio de esas palabras que aunque sabía que no servían de nada ahora al menos le daban un poco de esperanza, los Bijūs en el interior del rubio sabían lo que se les avecinaba ya que podían sentir como Kaguya se preparaba para tomar hasta la última gota del chakra del rubio.

Asi que en contra de la voluntad del rubio lo arrastraron al sello dejando que Kaguya por un momento se detuviera.

—¡¿Qué hacen? ¿Por qué me traen para acá?! Yo aun puedo... —sus palabras sonaban desesperadas, sabía que ya no podía ganar, pero intentaba al menos tener un poco de esperanza en sí mismo.

Fue interrumpido por Kurama al cansarse de que no lo aceptara, si seguía asi Naruto no solo moriría, sino que su alma se arrepentiría de todo por el resto de su existencia impidiéndole un descanso eterno por lo que tranquilo el Bijū de las nueve colas hablo.

—¡Cállate ya y acepta lo que pasara! No eres un ser todopoderoso Naruto, no tienes opciones, ni tiempo, ni aliados, nada. No tienes nada.

—¡Pero yo aun puedo...!

—Acéptalo chico, perdimos... el zorro estúpido tiene razón, no puedes hacer nada. Lo único que puedes hacer es no lamentarte, se agradecido —sorprendentemente Shukaku sonó comprensivo, pero eso solo hizo que el Jinchūriki de Kurama se diera la vuelta a punto de responderle.

—¡No lo sabre si no lo intento! ¡No puedo decepcionarlos a todos! ¡No ahora que finalmente! ¡Finalmente estábamos... estábamos tan cerca!

—Nadie se decepcionará de ti, ninguno pudo hacer nada contra ella asi que no se decepcionaran, diste lo mejor de ti y están orgullosos de que luches por protegerlos, pero cualquiera sabe que hasta el escudo más poderoso puede romperse por un arma de mayor filo... —tranquilo y dulce interrumpió Isobu. La energía del Uzumaki pareció frenar porque poco a poco su cara se rompía al igual que su ira.