(Capítulo 4)

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-¿Por que no comes? ¿Paso algo? -suspiro.

-S-si..-tomo sus cubiertos y sostuvo uno de cada lado, y partiendo un trozo de filete que tenía en su plato.

-¿Que tal tu día? -sostuvo la jarra de agua para servir en el.

-Muy bueno creo Emilio- re soplo aún teniendo bocado en la boca.

-Wow regresen a mi sobrina normal, dioses del más Aya -río un poco-¿Que tienes?

-Te eh dicho que nada-miro con demaciado desagrado a Emilio al que estaba a lado de ella.

Kenia no tenía ni idea de lo que le pasaba, aunque si sabía el por que actuaba muy raro hacia Emilio.

-Te vaz a reír si te lo digo.. -dijo con un tono de nerviosismo.

-¿Fue pregunta?... Por que si es así, no me reiría hasta lo más vergonzoso que fuera Kenia, ¿Ya me dirás? -sostuvo su mano y después la soltó para que ella hablara.

-Creo que estoy Enamorada-suspiro y miro raro a Emilio.

-Pues.. Nose que decir, creo que es algo nuevo y riesgoso para mi,.. Tendré que cuidarte más, por que los niños de ahora lo único que piensan es en sex.. -fue interrumpido por una rodaja de tomate en su rostro.

-No se te ocurra hablar eso con migo y menos en un lugar no privado -volteo a ver a las otras personas de las mesas.

-esta bien, ¿quien es? -miro de nuevo a Kenia -¿Tu amigo no es así?-le dio una mirada pícarona hacia Kenia y esta se hiciera sonrojar

-S-Si, pero, no estoy segura de mi sentimiento, aunque esta mañana me dijo algo muy raro creo que fue ¿declaracion? -miro a Emilio.

-Vaya que te dejó loco el tipo-sonrio y río.

Kenia sonrió ampliamente, así recordando lo que había sucedido esa mañana en el desayuno.

Los dos terminaron de comer sus porciones y salieron de aquel lugar de comida rapida.

-Kenia.. Tengo que volver al trabajo, me quieren hasta tarde te voy a dejar a casa-camino hacia el auto y abrió la primera puerta.

-No.. Tengo que ir a la Biblioteca y quizás tarde un poco hasta que tu salgas de trabajar-Sonrio amplió.

Emilio se acercó y le dio un beso en la frente y le dio dinero en su Palma.

-Pasaré por ti en la Biblioteca-subio y arrancó el auto para después marcharse con el.

Kenia al no mirar a nadie por ahy cerca, camino y entró a una tienda de antiguedades.

Kenia le gustaba todo ese tipo de cosas, pero lo único que compró fue un tallado de un oso.

Salió pero al momento de salir y caminar unos centímetros, chocó con alguien que hizo caer a Kenia de pompazo.

-¿Estas bien? -le extendió la mano para haci poder levantarla.

-S-Si solo me lastime un poco-volteo a mirar bien, había un joven muy conocido por ella y sonrio-¿Diego?

-En verdad lo siento Kenia, no pensé que fueras tu la que Aya tirado., ¿Estas bien? -la sostuvo más de cerca y tomó su mano-Tienes un raspones por mi culpa, perdoname.

Estaban a centímetros de sus rostros y una mano de Diego en la cintura de Kenia con la otra en su mano dañada.

-S-Si.. No te preocupes-se Safo del agarre y camino al sentido contrario.

-¿No hibas para Aya? -sonrió

-Si es verdad-camino un poco apenada, pero una mano sostuvo su brazo.

-¿Donde Vaz Kenia?,¿te podré acompañar quizás? -se quedó sin habla y un poco nerviosa.

-No creo que te gusta ir a la Biblioteca-sonrio en grande- Y si lo niegas, estuve un tiempo estudiando con Tigo en mi última escuela-sonrio y el chico se le acercó más.

-¿Que pasaría si te dijera que lo hago por ti? -sonrió ladino y coqueto viendo cada gesto estático de Kenia.

Aunque.. Por otra parte Kenia se trataba sus palabras por si misma y no movia ningún mínimo tendón o muslo de su rostro, pero no duro mucho.

-Ok-Se separó del Gran acercamiento y dio la vuelta al ver que el chico no la seguia-!¿Vas a venir o no?

-Claro-sonrio.

Kenia no podía creer la maravilla que esta viendo con sus propios ojos.

Pues era una gran biblioteca y su emoción claro no se quedó atrás pues tapó su boca con ambas manos.

-Esto es hermoso-sonrio.

-¿Que te parece si entramos primero? -abrió la puerta de la Biblioteca.

-Claro, claro perdón-sostuvo bien su sudadera y nerviosa y apena camino hacia dentro de la Biblioteca.

-Wow te gusta mucho leer a mi parecer-sonrio tomando una silla para poder sentarse y empezar a ver su teléfono.

-Si,estando todo el tiempo pegada en el celular te hace más idiota y inservible-digo guardo su teléfono un poco apenado y sonrió hacia Kenia.

-Si lo mismo pienso-sonrio nervioso, levantándose se acercó a Kenia para checar libros.

-Que bueno que pensamos igual-sostuvo otro libro-Mejor leer a no sentirse solos.

-Si bueno.. ¿Quien querría leer libros por no sentir soledad? -se burló un poco-Bueno solo digo que eso hacen los depresivos sin amigos-rio

-Bueno al menos no tengo que ser una molestia de culo para mis padres-sostuvo los libros y caminó.

-Vamos, lo dije de broma-la alcanzo hacia la Bibliotecaria-No quiero decir que seas una aburrida de pocos amigos ni nada por el estilo solo que si hay muchas personas así.

-Gracias-sostuvo los libros-Sabes, pienso que te hubieras ido por donde veniste, pero eres tan idiota que seguro te perderías en el camino.

Salió Kenia dejando boca abierto a Diego, tenía algunas largas lágrimas en ella.

¿Tanto era rara? ¿Sus amigos pensaban lo mismo de ella?¿como podría ella imaginarse cosas con el si nunca fue algo especial?

Kenia camino con un solo rumbo, sabía que tardaría pero no era imposible, así que empezó a correr, con lágrimas aún en los ojos.

Después de unos minutos logró llegar y soltó sus fuerzas para gritar el nombre de sus padres.

-Se que están ahy-absorvio su nariz-¿Por que me dejaron sola? -callo de piernas en la arena.

Kenia seguía lamentándose por si misma, hasta que escucho una tercera voz.

-¿Podrias confiar en mi y dejarte que te apoye?-camino hacia Kenia.

-¿Christian?¿Que haces aquí? -se levantó de la arena-¿Como supiste que estaba aquí?

-Lo ví todo kenia-camino hacia ella y la distancia no era tan lejana-No eres rara, eres única, además ese idiota no tiene idea de lo que dice, por que eres más que eso Kenia, Te quiero y quiero que confíes en mi ¿de acuerdo?-kenia asintio-Ven aquí -abrazo a Kenia.

-También te quiero Christian.










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