Dia 1

173 20 7
                                    

Hoy es el primer día.

¿El primer día de que? Os preguntaréis.

Hoy es el primer día de nada. Nada comienza ni termina hoy. Simplemente quería contar los días. Solo eso.

Ayer exagere un poco las cosas. No debería de haberme puesto así por una cosa tan mínima.

Pero como Wesley dice, tengo alma de poeta y eso me convierte en una persona extremadamente sensible a cualquier cosa.

Entro a la clase y un par de amigas me saludan sonrientes. Les devuelvo el saludo y hablo con ellas.

El tema es interesante porque tiene que ver con mi día a día pero a vosotros os parecerá aburrido así que no me meteré en detalles.

Wesley aparece por la puerta silbando. Significa que es feliz.

El pasa entre las mesas dando vueltas y mirando a mis compañeros.

-Hoy tampoco ha venido.

No hace falta que me gire para saber a quien se refiere.

En mi clase hay un chico que solo viene dos veces a la semana como mucho. Nunca he hablado con el, pero me cabrea que el no venga a clase y que los profesores no hagan nada. Yo falte un día y llamaron a mis padres.

Me siento y atiendo el máximo tiempo posible a esta pesadilla de asignatura.

Se que suena muy cliché pero las matemáticas son demasiado crueles para mi inteligencia.

A muchos se les da mal porque no atienden y luego no repasan en casa.

A mi simplemente no me sale.

Juro por mi vida que estudio e intento entenderlo pero son como jeroglíficos.

La profesora empieza a escribir en la pizarra y mi mente empieza a echar humo.

Todo el mundo comienza a hacer ejercicios. Me quedo mirando el enunciado como si fuera tonta. Wesley se ríe de mi en alto pero nadie le mira. No lo hacen porque le caigan mal o algo así. Simplemente no pueden verlo. Esta sentado a lo indio encima de la mesa de la profesora con su sonrisa mas radiante. Pero que feliz vive este.

Lo que daría por ser como el, que su única preocupación es... seguir vivo.

Pongo números al azar para que parezca que he echo algo y me quedo mirando a mis compañeros.

Esto es desesperante.

Cuando por fin termina esa tortura también llamada como "matemáticas" salgo a recreo a toda prisa.

Las demás se unen a mi y hablan de trivialidades.

La conversación acaba en la fiesta que hubo el pasado sábado a la que no fui. Wesley estuvo ignorandome dos días por no ir.

Alcohol, chicos, musica... Todo gira al rededor de eso para ellas.

Bueno, no todas son así. Hay tres que se salvan y me caen bien.

El resto del día pasa lentamente. Cuando llego a casa, mi madre me espera en la entrada.

Otra vez no...

Me grita y grita. Ni siquiera se porque. Puede ser por cualquier cosa; que no he recogido mi habitación, que no he vaciado o puesto el lavavajillas, que no he quitado el polvo ni pasado la aspiradora...

Puede ser cualquier cosa.

La miro a los ojos hasta que termina. Sin moverme. Sin hablar.

Me manda a mi cuarto y obedezco.

KHOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora