Capítulo:-4 Señorita Urquiza Y Señor Gutiérrez...

1.9K 114 17
                                    

Narra Bia.

— Sofía ¿DONDE ESCUCHASTE ESO? Y no quiero pero—le pregunta enojado. 

—Princesa, esa es una palabra muy fuerte, para una niña de tú tamaño,!! ¿Dónde escuchaste esa palabra? Sofía— le pregunto disimulando.

— Señorita Urquiza, cuando estoy corrigiendo a mi hija no se meta— me dice.

—Señor Gutiérrez, esa no es una manera de hacerle una pregunta y menos de hablar delante de una niña, ah desde esta noche soy la niñera y yo soy la que me encargo de tales cosa ¿o para que me contrató?— le pregunto.

— Pa, la escuche en la televisión, en una película de princesa, pa Bia no tiene la culpa, no la despida— le dice y deja de comer.

—Tengo que revisar esos programas de televisión, no pueden traer esos contenidos, son muy fuertes para ti mi princesa— le dice Manuel—Y respeto a la Señorita Urquiza. No he dicho que la voy a despedir—dice mientras me mira fijamente.

— Quiero jugo de piña pa, odio el jugo de mango— dice.

— Ana dile a Carmen que traiga un jugo de piña para Sofía— dice mientras se limpia la boca con una servilleta, el es es tan lindo y orgulloso a la vez

—Como diga Señor Gutiérrez y ¿Usted Señorita urquiza necesita algo más?— me pregunta Ana.

— No, Ana, todo esto es más que suficiente para mi y mil personas más— digo señalando la comida.

— Vaya, usted Señorita urquiza si hubiera nacido con mucho dinero como yo, ya no tendría nada, ya que se lo daría a cualquier clase de persona— me dice mientras se levanta y cierra la silla.

—Pues prefiero no tener nada y darle una linda sonrisa a las personas que me rodean, que tener mucho dinero y ser una piedra Señor Gutiérrez— le digo mientras me pongo de pie.

— Señorita Urquiza, cuide su tono de hablar conmigo— me dice.

—Eso mismo le digo Señor Gutiérrez, ya que soy una persona y también tengo sentimientos, no como usted— le digo y me marcho.

Subo las escaleras corriendo y entro a mi habitación, cierro la puerta y comienzo a llorar. No voy a soportar aguntar una semana  aquí, no me gusta que me hagan sentir mal y que me traten como que no tengo nada, bueno, tiene razón, pero no tiene derecho a tratarme así, no entiendo porque la mayoría de personas con mucho dinero actúan como que no tienen corazón, pero vamos Bia eres una chica fuerte, no tienes que estar llorando por esta estupideces y más por un hombre que ni siquiera conoces y que no vale la pena.

Me limpio mis lágrimas, agarra una toalla y entro al baño, me doy una ducha de pie a cabeza, después me comienzo a sepillar los dientes y cercar me el pelo, cuando termino entro al vestidor, no veo mi maleta, de seguro se le olvidaron traerla, veo una pijama doblada, también veo ropa interior nueva, decidí ponermela ya que tengo dos opciones, la primera es salir en toalla a preguntar y la segunda elegir lo que está aquí, es mejor la segunda.

Cuando estoy lista, me voy a mi cama, enciendo la televisión, pongo la noticia, comienza a llover, cuando estoy distraída, escucho un pequeño sonido en la puerta, pero lo ignoro y pongo atención a la noticia.

Hay una tormenta, por lo tanto les informamos que no pueden salir de sus hogares esta noche, de igual razón mañana, ya que no sabemos si este fenómeno durará mucho, esta noche habrán relámpagos, truenos, royos y lloverá muy fuerte, las personas que viven en lugares peligrosos, por favor alejarse— vuelven y tocan la puerta.

— Ya voy, demen unos segundos, please— digo mientras me pongo una vatola (lo que usan las mayorías de personas arriba de su pijama) voy y abro la puerta.

— Hola Sofía y Señor Gutiérrez ¿Qué necesitan?—le pregunto.

— Venimos a ver como estas, ya que hay una tormenta, lo veía en la televisión, yo vine a ver si estás bien Bia, mi padre a pedirte disculpa— dice muy feliz.

— Ay eres muy linda Sofía, y no le tengo miedo a las tormentas estoy bien—le digo mientras le doy un beso en la frente.

— Bien, amor, te dije que la Señorita Urquiza esta bien— dice Manuel.

—Si Señor Gutiérrez, ahora si me disculpan tengo que dormir, Sofía disculpa por no ir a ayudarte con tu pijama, pero mañana lo haré— le digo.

—Tranquila Bia, mi padre siempre me ayuda, incluso duermo con el casi siempre que hay tormentas— me dice.

—Oh eso es muy lindo de parte del Señor Gutiérrez—le digo.

— Pa, ya es hora, Bia tiene que descansar— dice mientras lo empuja hacia mi y eso provoca que choquemos, yo iba a caer pero Manuel lo impidió.

—Hija ten más cuidado, mira como choque a la Señorita Urquiza—dice mientras me ayuda a ponerme de pie.

— Eso lo vi en una película Bia, después ellos se besaron—dice mientras se pone a saltar en mi cama.

— Gracias Señor Gutiérrez, Sofía ves muchas películas—le digo y voy a detenerla.

— Hija, eres muy pequeña para estar hablando de eso, bueno Señorita Urquiza disculpa por como la trate, no era mi intención hacerla sentir mal, soy una persona un poco encerada, pero tengo corazón, y ese corazón es mi hija, la cual me ayuda a reconocer cuando estoy mal, disculpa, no volverá a pasar lo de hoy—dice.

— No tiene que pedir disculpas Señor Gutiérrez, usted tenía razón en todo lo que dijo, yo también tengo que pedir disculpas, ya que también le falte el respeto, soy su empleada  no su madre o esposa— le digo mientras bajo a Sofía de la cama para que no se caiga.

— Bueno, mi amor tenemos que ir a dormir y Señorita urquiza si necesita algo llame a Ana— dice.
—Pa.. Después de pedirte disculpas cuando me porto mal, me dices que tengo que darte un abrazo y un beso, entonces no lo hiciste con Bia, me dices que si no lo hago es como si no pedí disculpas, entonces ¿Qué espera para abrazarla y darle el beso?—pregunta Sofía mientras nos une las manos y nos miramos fijamente.

— Hija, eso no es necesario con Bia—dice— Digo... Con la Señorita Urquiza— dice nervioso y suelta mis manos.

—Entonces, no tengo que hacerlo contigo, porque tienes que darme ejemplo para hacer las cosas, así que pídele disculpa a la princesa Urquiza.. Ahora Señor Gutiérrez—dice mientras nos une ambas manos de nuevo.

— Sofía, tiene razón Señor Gutiérrez— le digo mientras levanto mi cabeza para verlo ya que es mucho más alto.

— Bueno, disculpa Señorita Urquiza— me dice mientras me abraza y me da un beso en la frente.

—Esta disculpado Señor Gutiérrez—le digo mientras recuesto mi cabeza en su pecho y escucho su corazón latir rápido.

— Qué lindo se ve la Señorita Urquiza y el señor Gutiérrez—dice Sofía, yo vuelvo en sí y me separo rápido nerviosa.

— Hija vamos a dormir, la Señorita Urquiza tiene que descansar ¿verdad?— me dice Manuel mientras la carga.

— Si, ustedes también Señor Gutiérrez, tengan una muy linda noche— le digo mientras lo acompaño a la salida.

—Bia sueña con nosotros, te queremos mucho y quiero que te sientas muy feliz con nosotros, eres parte de nuestra familia, sabemos que tú estás lejos de tu familia, pero nosotros estamos aquí para ti ¿verdad pa?— le pregunta.

—Si mi princesa, Señorita Urquiza felices sueños y que pueda dormir cómoda— me dice mientras se va a su habitación dándole muchos besos a Sofía en la cara, mientras ella lo despeina, que lindo se ven.

Me Has Cambiado La Vida | Binuel |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora