Capítulo:-11 Corazones Rotos.

1.8K 107 24
                                    

Narra Bia.

—Es mi decisión Señor Gutiérrez y es lo mejor para ambos— le digo y me aparto.

— Bia, me alejar de ti, te lo prometo—me dice.

— Eso, no cambia nada Señor Gutiérrez, ya tome mi decisión, y usted no me hará cambiar de opinión— le digo.

Le digo mientras salgo corriendo de su despacho, ya que no quiero verle la cara y menos quiero tener algún tipo de conversación con Manuel, cada día me está poniendo a dudar acerca de lo que está sintiendo, últimamente esta saltando con unos temas y una clases de sentimientos que no logro entender, este tipo está a punto de casarse, bueno se acaba de comprometer con Carmín y me está hablando de que yo no hago sentir especial, que le he cambiado la vida y soy importante para él, mientras está comprometido con una chica, la cual en unos días viviremos en el mismo techo y que tendré que soportarla días tras días, lo mejor que puedo hacer es agarrar mis cosas e irme de este lugar.

Llego a mi habitación y comienzo a recoger mis ropas, zapatos, entre otras cosas que traje, porque lo que no traje no me lo voy a llevar, además nunca lo use, ya tengo todo tirada en la cama y comienzo a doblarlo.

— Bia ¿Te despidió? No lo puedo creer, aun nosotros te necesitamos—dice Carmín.

— Señorita Carmín, lo mejor que puede hacer es dejarme sola, y para que le quede claro, no, no me despido, yo me voy por mi propia voluntad— le digo mientras comienzo a tirar la ropa en la maleta.

—Ay Bia, me alegra que decidas irte temprano a tú casa, porque si no era por tú voluntad, era a la mía y yo que no tengo, pero bueno, te ayudo, así te vas más rápido—me dice y agarra unos de mis vestidos para doblarlo, pero yo se lo quito.

— Carmín ¿No ha entendido que no la quiero cerca de mi? ¿usted no habla español? ¿Así es que es tan bruta? —le pregunto y de inmediato me da una bofetada.

—Gracias Carmín, pero esto no será igual que la otra—digo mientras le devuelvo el golpe—Ya me voy, no tengo nada que hacer aquí y usted no tiene derecho de tratarme como una esclava, porque no lo soy— Le digo mientras agarro mi maleta y comienzo a bajar las escaleras.

—Bia ¿Y te vas sin despedirte de Sofía ?— dice Manuel con Sofía en sus brazos.

— Papi ¿Cómo que despedirse? Bia me dijo que siempre estará conmigo ¿verdad Bia?—dice con una linda sonrisa.

— Si, y siempre estaré contigo, te vendré a visitar, salir al parque y a diferentes lugares— le digo mientras término se bajar y coloco mi equipaje en el suelo.

— No, ni creas que vas a venir a mi casa cuantas veces quieras Bia, si te vas, aquí no vuelves—dice Carmín.

—Bia, no se irá ¿Verdad pa? Nosotros la queremos Carmín, pero se nota que tú no—le dice Sofía.

— Bueno, tengo que irme, Sofía lo siento mucho, pero no puedo seguir aquí— le digo y miro a Manuel.

— Señorita Urquiza ¿por qué tanto miedo?—me pregunta Manuel.

— Bueno, que se vaya, quiero que lo haga y respeto a lo que dijo Sofía, la única que te quiere es ella, porque la única mujer que Manuel ama, soy yo— dice Carmín.

— Mi papá también la quiere, así como yo y ni hables que no conoces el corazón de papá, también la besa mejor que a ti y los besos son mejores y más boni— dice Sofía y Manuel le tapa la boca.

— A ver Sofía ¿De que estas hablando?—dice Carmín sorprendida.

— Nada, Señorita Carmín, simplemente esta hablando de algo que vio o escucho— digo noviosa y le digo a Manuel en seña que diga algo.

—No, yo lo vi cuando se basaban, pa yo no miento y tú lo sabes, lo vi en el despach—dice Sofía y se pone triste porque no le creen.

— Sofía, vamos a ayudar a Pietro, el necesita ayuda en la cocina—le dice Ana y se la lleva.

— ¿Me pueden explicar que está pasando aquí? Se dan cuenta de lo que dijo Sofía?— dice Carmín con las manos en la cintura.

—No se y no tengo idea, Sofía ve muchos programas y pudo ser que se inventor la historia, porque ella quería que sea su madre, pero en mi vida no quiero una familia, no están en mis planes y este señor no me interesa, menos su familia— le digo.

—¿Entonces nosotros nos somos importante para ti, como tú lo eres para nosotros Bia? —dice Sofía detrás de mi— Yo que le dije a Pietro que hagamos un bizcocho para ti, también dices que invento cosas, pero tú y mi padre saben que lo que digo es real, no soy una mentirosa, yo no hablo mentira pa, eso es malo—dice y se va corriendo.

—Sofía, no espera—voy detrás de ella y Carmín me detiene.

— No vas a ningún lado, tus palabras fueron claras Bia, ahora te qui fuera de aquí, esa niña tiene el corazón roto—dice Carmín y va detrás de ella, yo comienzo a respirar fuerte, porque me siento falta de aire.

— Carmín tiene razón, Señorita Urquiza, Sofía tiene el corazón roto ahora mismo y conociéndola, estoy segura que no te quiere ver —me dice Manuel.

—¿Y qué quería que haga? ¿Qué quede como una zorra enfrente de su comprometida? Usted no hizo nada y además no puedo seguir aquí, así exiges que me quede, para que pase algo peor ¿verdad?— le digo triste.

— No, no es para eso Señorita Urquiza, es por la situación que está, quiero ayudarle, pero bueno usted ya se tiene que ir, adiós— dice Manuel mientras me señala la puerta.

— Yo también tengo el corazón roto Señor Gutiérrez—le digo y salgo de su casa.

....

Estoy en la casa de mis amigas, no quise comer nada, ya que no tengo apetito, Celeste me dio muchos consejos y me dijo que no me preocupe que puedo conseguir otro empleo.

— ¿Otro empleo Celeste? Creo que se te olvido todo lo que caminamos para conseguir uno—dice Chía.

—Chía tiene mucha razón, Celeste—le digo.

—Ya cambiemos de tema ¿Qué tal si nos preparamos y vamos a una fiesta esta noche?— dice Chía.

— ¿No te das cuenta que Bia esta mal? No es noche de beber, bailar y perder el conocimiento, tenemos que estar aquí con ella— dice Celeste.

— No, Celeste, Chía tiene razón, ahora mismo tengo el corazón roto, tengo tiempo que no salgo a divertirme, es hora de vayamos a gozar la vida, hacer locuras y quien sabe si encuentro a alguien que me ayude a armar mi corazón—digo.

— Noches de chicas, solteras bom bom— decimos las tres mientras nos abrazamos.

Me Has Cambiado La Vida | Binuel |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora