Me Has Cambiado La Vida | Binuel |

Capítulo:-14 Te Odio.

Narra Bia.

Estaba aquí encerada con el, mi yo misma entendía porque estaba aquí humillando me ante el, se nota que no le importa nada, simplemente esta situación lo hace muy importante, orgulloso y poderoso, odio a los hombres ricos, mucho más a las personas que tienen las características que el tiene, ay Bia ¿qué haces aquí? ¿acaso no tienes principios? este hombre está comprometido, no puedes caer en su estúpido juego.

- En primer lugar señorita Urquiza para mi es un honor tenerla aquí- me dice mientras se acomoda en su silla-Toma asiento Bia, no me gusta ver a las personas de pie, cuando hay muchos lugares donde sentarse.

-Señor Gutiérrez, no vine aquí a tener una conversación de trabajo con usted, si no a decirle que está mal- le digo cambia de tema.
-Me lo imagine Urquiza, sabía que es una cobarde , siempre me andas corriendo-me dice de forma burlona.

-Pues prefiero ser mil veces una cobarde, que andar coqueteando con otras chicas mientras estoy comprometido- le digo y el se incómodo.

- Tengo cosas importantes que hacer Bia, que perder mi tiempo con usted- me dice.

-Oh que bien, ¿ya se le borro la sonrisa, ya no tiene motivos para sonreír? No es perder el tiempo señor Gutiérrez, lo que pasa es que tengo mi valor como mujer-le digo mientras golpeó la mesa para que me mire.

- No quiero discutir con una niña mimada, que no sabe lo que quiere y actúa como una pequeña de 5 y a la misma vez una monja- me dice y eso me dolió.

-Espero que lo que acaba de decir Gutiérrez, lo tengo siempre en su cerebro, porque yo no olvido y muy pronto me la va a pagar- le digo.

- No te voy a preguntar si es una amenaza, porque me vas a responder como todos 'no es una amenaza, es una advertencia'-me dice y se ríe mientras echa su cabeza había atrás y cruza sus brazos.
-Yo no soy todos Señor Gutiérrez, por lo tanto no es una advertencia, cuando le voy a hacer daño a alguien no le aviso, más bien es una amenaza para que vea que no le tengo miedo- le digo.

- No Bia, porque cobarde y valiente son dos características que no van juntas-me dice en forma de desafía.

- Con el tiempo Manuel, usted se dará cuenta si lo soy o no-le digo.

- Señorita Urquiza, no quería que llegáramos a este punto-me dice mientras se pone de pie y se acerca a mi.

- Quiero distancia entre nosotros dos señor Gutiérrez, eso me dejo claro, además soy una niña y usted un adulto, con bastante experiencia- le digo mientras me acerco a el.

- Urquiza, disculpa por lo que le dije, además usted comenzó y no tuve otra opción- me dice.

-No, más bien señor Gutiérrez, yo soy una monja como dijo anteriormente y usted un sexólogo - le digo y este se aleja de mi.

- Veo que no me vas a perdonar Bia- me dice mientras regresa a su silla.

- Y yo digo señor Gutiérrez que usted no me dirá la verdad- le digo y el me mira seriamente y respira profundo.

-Esta bien Bia, te diré la verdad, pe solamente si vuelve a ser la niñera de Sofía- me dice.

-Yo esa casa no vuelvo, nunca Gutiérrez, no voy a vivir cerca de su esposa-le digo.

- Comprometida, Bia, eso es- me dice.

- Se nota que no la quiere, ¿no entiendo por qué lo haces Manuel?- le pregunto.

-Hay muchas cosas Bia que hago sin pensar y después me arrepiento, pero la vida se basa en fracasos-me dice.

- Lo se Gutiérrez, pero nadie quiere fracasar en la vida, si nosotros sabemos que vamos a fracasar en algo, no lo hacemos, por eso existe el razonamiento- le digo.