Salida

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Nejire miro la calle desde el balcón de su apartamento. Su ceño un poco fruncido y labios apretados. Esa mañana no había sido del todo favorable como pensó sería cuando vio el cielo despejado y el sol brillante.

No luego de ver a cierta persona que solo le trajo inseguridades a su vida. Una persona que le entrego todo su corazón y no más lo destrozó. Sintió que las lagrimas bajarían por sus mejillas, pero aspiro y suspiro bien fuerte. No podía permitirse llorar por su persona, ya no más.

— ¿Nejire?

Alzo la cabez al escuchar esa titubeante voz y dio con Tamaki. Sin esperarlo, todo enojo se evaporo de ella y una sonrisa se reflejo en sus labios. Se acerco al otro extraño contenta.

— ¡Tamaki! ¿como estuvo tu día? — le pregunta muy contenta.

El solo se encogió de hombros y dejo la maceta que posteriormente había tenido en su manos en el suelo. Al levantarse rasco su mejilla y viro un poco la mirada

— Bueno, la editorial acepto una tercera entrega de mi libro. Normal.

— ¡A eso le llamas normal! — grito haciendo Tamaki diera un paso atrás —. Perdón — rio nerviosa—. Estoy tan contenta. No soy de leer mucho, pero sin duda me compraré tus libros para antes que termine el año.

Tamaki se sonrojo.

— No es necesario.

— ¡Claro que si! — le miro seria para luego sonreír—. ¿Qué tal una salida para celebrar? ¡Yo invito! — pero antes que Tamaki dijera algo, ella misma respondió—. Bien, nos vemos dentro de una hora — y se adentro a su apartamento.

Tamaki solo parpadeo. Al minuto sonrío.

Nejire ingresa a su habitación y debate en que ponerse. Sentía tanta emoción. Desde el maratón de películas, habían tenido dos maratón más. Y conversar desde el balcón. Bueno, más que todo era Nejire hablando de cualquier bobería. Pero había logrado conocer más de Tamaki aun así.

Aprieta el vestido en su pecho, sintiéndose tan rara de pronto.

Pero que maravillosamente le había hecho olvidar el mal rato de esa mañana.



— Te invito a salir, pero no pensé a donde. Al final luego de tanto pensarlo, vi divertido venir al parque central —Hablaba Nejire mientras caminaban por aquel sendero.

— Está bien — le sonríe pero al segundo mira confundido a Nejire al escuchar que pego un pequeño chillido. Más aun cuando se le acerca evadiendo su espacio personal — ¿Q-Que?

— Es que me encanta tu sonrisa — guiña un ojo y ríe al ver lo rojo que se puso.

Nejire recordó los cuatro meses que llevaban siendo amigos, y se sintió feliz. Tamaki había cambiado mucho igual, a comparación como le conoció. Mirio igual se lo había hecho saber. Y él le conocia aun más que ella, así que debía ser cierto. Realmente se alegraba que sus palabras habían funcionado. No. Todo era gracias al mismo Tamaki, quien inconscientemente fue cambiando por si mismo tomando simplemente sus palabras.

— Sabes, Mirio me regalo unas entradas para un festival este fin semana. Me mencionaste que te gustaba el grupo BOL4, y ellas estarán presentes ¿Quieres ir? — menciona Tamaki haciendo que Nejire saliera de sus pensamientos.

— ¡BOL4! por supuesto que iré — se retuerce de la emoción—. Las adoro.

Al rato se sentaron en un banca con una barquilla cada uno. Nejire le mira de reojo y sonríe. Tamaki le hacía sonreír mucho más de lo que normalmente hacia.

— Sabes, siempre he querido decirte esto.

Él le mira nervioso.

— ¿Qué cosa? — vio miedo en su mirada, y Nejire se preguntó si gente lo había lastimado iniciando una conversación de aquella manera.

— Tranquilo, no es nada malo.

— ¿Entonces? — ve como se relaja y sonríe.

— Me gusta tu color, Tamaki.

— ¿Cómo?

Nejire mira hacia el cielo.

— Tu color, eres azul. Calmado, soñador, un artista.

Él negó de inmediato, y ríe irónico.

— Yo no creo, más bien creo soy gris. Un color que muchos no quieren. O realmente no creo que tenga color. Si, no creo tener color.

Nejire coloca una mano en su hombro. Tamaki le mira expectante.

— Siempre dependerá de ti Tamaki, si agregarle o no color.

Tamaki le miro impresionado, luego suspiró para finalmente sonreír con calma.

— Tenes razón — elevo su mano y la coloco sobre la mano nívea de Nejire en un gesto inocente cautivado por sus cálidas palabras. Y fue ahí, de forma inesperada, que Nejire comprendió el que le gustaba Tamaki.

Sus mejillas ahora adquieron un ligero rosa, y se aparto de golpe.

— ¡No lo vi venir! — chillo haciendo que Tamaki se asustara y casi hiciera caer su helado. Mira a Nejire contrariado sin comprender su repentino arrebato, pero antes de poder preguntarle ella cerro sus labios y niega exaltada —. Nada, nada, no me hagas caso — movió la mano nerviosa.

— ¿Segura?

— Si, si. Oh mira, mi helado se derrite — y los lleva a su labios. Al rato, mira a Tamaki de reojo, este escribía algo en su teléfono.

Y sonríe espontáneamente. Su corazón late. Sus mejillas adquieren otro nivel rojo.

Me gusta Tamaki.

La noche pintando el cielo y con eso regresaron a sus apartamentos. Pero al llegar a la entrada del complejo, Nejire se detiene abruptamente al ver a cierta persona ahí. Tamaki nota el enojo en Nejire y mira hacia el hombre frente a él.

Alto, moreno. No le dio buena espina.

— Shindo, no te basto esta mañana.

El solo sonríe sardónico.

— Ahora que te encontré, no te dejaré ir de nuevo Nejire.

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100 años después, finalmente continuación! Muchas gracias por su paciencia ;w;

Algo de Color [Tamaki x Nejire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora