d o c e .

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Querida Sky: 

Sabías que no podía seguir soportándolo,

que la gente en ese lugar me mirara como si estuviera enferma y guardaran su distancia,

por lo que simplemente frenaste con un chirrido el viejo Jeep de tu padre frente a la iglesia,

y yo bajé corriendo los escalones hasta meterme de un salto al asiento del copiloto.

-¡Eh, niña! ¡Vuelve aquí!

Bajaste la ventanilla y le mostraste al Padre tu dedo medio, para luego vociferar:

-¡HASTA QUE NO ENTIENDAN CUAL ES REALMENTE EL MENSAJE DE SU DIOS, PUEDEN IRSE TODOS AL INFIERNO!

Pisaste el acelerador y le subiste el volumen a Cool Kids. 

Nada en este mundo podría jamás derribarlos, si, ellos son invencibles, y ella solo está en el fondo. 

La canción y tu compañia me hacían sentir viva, y te amé aún más por eso, Sky.

Sinceramente, Lydia.

S H E .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora