d i e c i n u e v e .

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Sky:

Tus palabras no dejan de correr por mi cabeza, a la vez que no puedo olvidar tus ojos implorandome algo que no se cómo darte.

Esto no es suficiente, Lydia.

Intente actuar como si tal cosa, como si no comprendiera de lo que hablabas.

-No te hagas la idiota, sabes bien de qué hablo- tu expresión se volvió fría. Jamas me habías hablado de ese modo y supe que no tenia escapatoria.

-Perdóname.

Bufaste por lo bajo.

-¿Que te perdone? ¿Eso es todo lo que tienes por decir?

La cosa se estaba poniendo realmente tensa, y yo no quería que ninguna de las dos termináramos diciendo algo de lo que después podíamos arrepentirnos.

-Si, esta bien, se que no es suficiente, Ni mis palabras ni nada de lo que hago en esta relación, pero...

Te quedaste mirándome fijamente, con los brazos cruzados, esperando.

-¿Pero que?-preguntaste, irritada.

Mire para todos lados, como una estúpida, como si la respuesta estuviera escrita en alguna pared. Finalmente, suspire y deje caer los brazos a los lados, derrotada.

-No lo sé.

Pusiste los ojos en blanco, y caminaste en dirección a la puerta, empujándome al pasar por mi lado. 

Te has ido a yo no sé dónde, y esta es la hora en la que no has vuelto.

Lydia.

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