Sumisa

Capítulo 5

Narra Melody

¿Perdón? ¿Me acababa de decir que me quería?

-Liam, creo que no te he escuchado bien, repite lo que has dicho por favor.

Miré a Liam y el niño ya estaba soñando con los angelitos. Ni yo consigo dormirme tan rápido como lo hace él.

...

Me desperté por un ruido. Nos habíamos quedado dormidos los dos y ya era de noche. Escuché voces en el piso de abajo, y estaban empezando a subir la escaleras.

-¡Mierda! Liam joder despierta, vete de mi habitación, tus padres están subiendo las escaleras.

-¿Y qué pasa? Vivimos juntos, es normal que estemos en el mismo cuarto.

-Pero no creo que quieras darles dos besos cuando acabas de comerme a mí. Vete por favor- le dije poniéndole morritos.

Liam se levantó de la cama para marcharse a su cuarto. Estábamos los dos en la puerta y me dio un beso en los labios antes de irse. Sonó un crujido en el suelo al lado nuestro. Me giré en la dirección del sonido y vi que la madre de Liam, Hannah, nos miraba con la boca abierta.

-Mamá...-dijo Liam nervioso.

-¿Qué hacéis?

-Solo he ido a la habitación de Mel un momento para preguntarle por un libro- le respondió Liam mintiéndole.

-¿Y le preguntas con un beso? Liam, no soy idiota.

-Hannah, nosotros solo... no hemos hecho nada- intenté intervenir para calmar la situación.

-Melody, no te preocupes, considero que sois suficientemente mayores como para tener algo. Liam, me gusta mucho esta chica, como te atrevas a hacerle algo malo, te mato- le dijo con una mirada desafiante a Liam.

Hannah nos dio la espalda y se fue bajando las escaleras.

-Ves, no pasa nada por lo que hacemos- me dijo con su sexy sonrisa.

-Pues llega a ser mi padre y tú ya estarías muerto.

Narra Liam

Me desperté por el sonido de la alarma. Anoche, después de haberme ido de la habitación de Mel a la mía, no me quitaba de la cabeza la imagen de su cara placentera cuando la comía. Así que antes de acostarme, me quité el calentón pensando en ella.

Escuché unos pasos que salían de su habitación hacia el baño, y cómo se cerraba la puerta del baño. Me esperé cinco minutos, y me dirigí hasta donde estaba ella. Giré el pomo de la puerta y me metí en el baño sin hacer ruido. Que inocente es mi niña, ni si quiera pone el pestillo de la puerta. Mel estaba dentro de la ducha de espaldas a mí. Me quité lo más rápido que pude la ropa y me metí en la ducha con ella tapándole la boca para que no dijera nada.

-Liam, dime que no te has metido desnudo.

-No me he metido desnudo.

Se giró y me miró de arriba a bajo.

-¡Joder!- dijo con los ojos abiertos con platos cuando me vio el miembro- estas completamente desnudo y demasiado cerca.

Levanté su cara para que me mirara, y le acaricié la boca. Que bella mujer, y que caliente me ponía. Me arrimé más a ella, sus pechos me rozaban el abdomen, y mi miembro comenzó a rozarle la tripa. Se le notaba en la cara que estaba poniéndose caliente. Me arrimé a su boca y rocé sus labios con mi lengua. Su respiración estaba agitada. La agarré de la cintura arrimándola más a mi cuerpo. Se lanzó a mis labios introduciendo su juguetona lengua en mi boca.