Night 1

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—Serían 10,000 wons por la habitación, si desea  podemos llevarle desayuno a la habitación.— Lo miré esperando a que pagara pero él simplemente evitó mi mirada algo incómodo. 

—¿Hay alguna manera de que obtenga algo más económico? yo...—miró hacia un lado evitando mi mirada nuevamente.— Solo tengo 7,ooo wons. —Sentí pena por él, pero si le diera descuento a cada persona que lo pidiera, estaríamos en la quiebra. 

—Me temo que no pue...— Antes de terminar de negarle la entrada apareció la abuela, ay no. 

—MiYoung, 3,000 wons no te harán pobre, entrégale las llaves de la habitación al pobre muchacho.— Me miró mientras negaba.— No recuerdo haberte criado tan desconsiderada.— palmeo mi hombro y se alejó. Bien, con dignidad Hwang MiYoung, con dignidad. 

—Tu... S-su nombre.—¿Es este el momento donde se abre un gran hueco en la tierra y me traga?

— TaeYong, Lee TaeYong.—Hizo una leve reverencia, y me entregó el dinero, mientras que yo escribía su nombre en los registros y le entregue la llave de la habitación. —Gracias, que tengas buenas noches.— Hizo otra leve reverencia y se alejó del mostrador. Lo vi caminar hacia el pasillo en busca de la habitación que le corresponde, seguido de eso, dejé caer mi cabeza en el mostrador, y suspiré. 

Los rumores no le hacían justicia a su apariencia, vaya, no podía negarlo, el chico se veía bien, muy bien diría yo. 

Lee TaeYong , era un "secreto a voces", con un circulo de amigos muy exclusivo, sin novia a la vista, alto puesto en cuanto a las calificaciones, siempre había algo que comentar de él, pero nada que lo definiera, es decir, nadie lo conocía realmente, salvo sus amigos.  En conclusión lo que se hablaba de él era la definición de la palabra "cliché".

Ciertamente nunca había entablado alguna conversación con él, pues no compartíamos clases, tal vez habíamos intercambiado una que otra  mirada en los pasillos, pero nada en especial. 

Era incomodo el solo pensar que alguien de mi colegio se quedara en el motel, si bien, no era un secreto que mi abuela  tenía un motel pero  tampoco era algo que todos supieran, aunque, tampoco es como si les interesara. 

La noche siguió su curso, algunas personas llegaron a hospedarse solo por horas, y otras para pasar la noche, alguno que otro borracho con quien era difícil tratar , pues estaban fuera de sí mismos, y alguna  que otra  mujer preguntando por el paradero de sus esposos. Minutos antes de la puesta del sol , la abuela tomó mi lugar para que pudiera descansar antes de que fuera la hora del desayuno, pero en lugar de descansar todo lo que hice fue pensar en que mañana seguramente tendría que verlo nuevamente. 


A las  ocho y media de la mañana del sábado, ya me encontraba pasando con el carrito lleno de desayunos, y por mucho que me encantara ayudar en el motel, esta  era una de las peores partes de este trabajo pues era molesto e incómodo  tratar con las personas a tan tempranas horas. 

Toque la puerta de una de las parejas que se hospedaban. Al abrir, pude ver como un solo cuerpo habitaba el área. Una infidelidad, tal vez. Dejé el desayuno en la mesa y me retiré para seguir con la tarea. 

En la siguiente puerta tardaron más en abrirme,  al entrar a la habitación  se podían ver botellas de soju en el piso, algunas latas de cerveza vacías, no era sorprendente pues el chico sin camisa y pantalones cortos, que abrió la puerta  tenía cara de haber vuelto del más allá. Hice una leve reverencia y me retiré de la habitación, pensando en que posiblemente a mi me tocaría limpiar ese desastre. 

Al mirar el carrito caí en cuenta que solo quedaba un desayuno, el solo pensar a quien le pertenecía, me daba ansiedad e inquietud. Empujé el carrito y comencé a caminar bastante lento, si es que era posible. Puedo jurar que estuve alrededor de 5 minutos pensando si tocar o no, no sabía porqué estaba tan nerviosa con sólo pensar en él.  Finalmente toque la puerta y esperaba que no abriera o si se tardaba simplemente me iba a retirar. Cosa que no ocurrió pues la puerta se abrió inmediatamente. 

Parecía que acababa de salir de la ducha, su pelo estaba húmedo y podía sentir el olor del jabón que normalmente poníamos en las duchas, pero su ropa era la misma con la que había llegado, me atrevo a decir que ya iba de salida. 

Hice una leve reverencia, mientras que él me miraba expectante. 

Bien solo era entregarle la bandeja e irme, que tan dificil puede ser. ¿Cierto? 

Pero él no lo hizo fácil, pues aún seguía estático en la puerta impidiendo entrar a la habitación. Moví la cabeza señalando el interior de la habitación, y él pareció captarlo pues hizo un espacio y me dejó pasar, sin mirar mucho a mi alrededor dejé la bandeja de comida en la mesa, y me dispuse a salir, pero antes de llegar a la puerta,  él intentó sostener mi brazo, de lo cual se retractó al instante pues movió su brazo hacia atrás rápidamente. 

—Me temo que no he pagado el servicio completo— Sonrió apenado, agachando su cabeza un poco, madre mía, que me sonrie asi y yo le daba los tres golpes del día. 

—Esta bien, esta incluido con el hospedaje.— Moví mis manos intentando restarle importancia al asunto.— Espero y disfrute del desayuno.— Antes de que pudiera responder, hice una leve reverencia y salí de la habitación junto al carrito, tratando de ir lo más rápido que pudiera. 

Llegué a la cocina, dejando el carrito donde correspondía, y me senté a tomar mi desayuno, y como toda buena cotilla  me invadieron las dudas sobre TaeYong, pero ninguna parecía tener respuestas.  Al menos no por el momento.  

Lastimosamente no podía despedirlo en la recepción en su salida,  pues la abuela me había enviado al mercado por unos encargos, normalmente no prestaba tanta atención a nuestros huéspedes, ya que la mayoría eran momentáneos,  pero por otra parte, él debía volver y pagar aquellos 3,000 wons, al menos que me los diera en el colegio, aunque era muy poco probable pues el hecho de que pasó una noche en un motel, y que no le alcanzó el dinero para pagar la noche no era algo que todo el mundo debería saber. 




Yūgen | Lee TaeYong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora