Day 7

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—Déjame entender un poco la situación.— Me di un pequeño masaje en la sien para tranquilizarme. —Quieres que te deje tener al gato porque te sientes sólo, ¿Cierto?

El más alto simplemente asintió efusivamente ante mi conclusión.

—Puedes tenerlo.— El contrario empezó a festejar alzando al felino lo alto. —Con una condición.

—Cualquier cosa está bien, puedo ser tu esclavo si quieres, soy bueno en todo.— Me miraba con los ojos muy abiertos y en un instante, ya estaba cerca de mi cara. Demasiado cerca.

—Tranquilo, niño.— Me puse de pie, ya que había pasado mucho tiempo en la habitación. —Simplemente quiero un chocolate cada vez que vengas junto con un post-it, eso es todo.

Taeyong se puso de pie con su hijo en sus brazos, sonreía de oreja a oreja y creía que empezaría a dar saltitos en cualquier momento. —Si eso es lo que quieres, lo tendrás. Es una promesa.

Sonreí y extendí mi dedo meñique como señal para cerrar el trato.

—¿Promesa?— Acomodó al gato en uno de sus brazos y con el otro unió nuestros meñiques.

—Promesa.

Solté nuestros dedos y me despedí para regresar a la cocina, no sabía cuánto tiempo había pasado ahí. Debía apurarme para que la abuela no sospechara. 

Salí de su habitación, sonriendo, pero a la vez consternada por la situación, de momento no me sentía tan enojada por que fuera TaeYong quien alimentaba los gatos, pero por otro lado sabía que si la abuela se enteraba, me mataría y probablemente le negaría la entrada a TaeYong al motel. Caminé hacia la cocina y dejé el carrito,y volteé a mirar a la abuela. 

—Sabes abuela, en Japón hay cafeterías donde tienen gatos para que los clientes pasen el tiempo con ellos. — Me acerque a ella y pasé mi brazo por sus hombro y le sonreí.— ¿Qué tiene de malo que nos quedemos con los gatos? —La abuela me miró como si la hubiese insultado. 

—Nada MiYoung, llévalos a otro lugar si los quieres tener. Pero aquí no será. 

Salí de la cocina a la recepción. Bien. Si TaeYong lo había ocultado por casi dos meses, que tan dificil podria ser mantenerlo por un poco más de tiempo. TaeYong solo llegaba al motel los fines de semana, cuando la abuela no estaba muy atenta. Solo tenía que estar pendiente que el dichoso gato no entrara al cuarto durante la semana. En la que te has metido MiYoung. 

El lunes antes de irme al colegio me aseguré de que no hubiera alguna lata a la vista y de que el gato no tuviera manera de entrar a la habitación, todo parecía estar en orden. Al menos por el momento. 

Cuando entre al salón -Milagrosamente temprano- Mark estaba que saltaba en un pies de la emoción y Ten hacía señas extrañas, al llegar a mi asiento, entendí la actitud del par. 

«No me sentiría tranquilo sabiendo que comes chocolate tan temprano»

El Post-it de color amarillento, reposaba sobre la manzana. Ah, Lee TaeYong .  No pude evitar sentirme algo emocionada, era un lindo detalle, además de que ella solo le pidió que le dejara algo  cuando fuera al motel. 

—En mi opinión el chocolate era mil veces mejor que la fruta. 

—Pero nadie ha pedido tu opinión.— Ten se alejó ofendido mientras soltaba un insulto en inglés. En el fondo- Pero muy en el fondo- apreciaba al tailandés. Miré a Mark quien movía sus labios sin hacer sonidos, pero estos emitian el mensaje de "Se lo diré a Johnny". Vida privada ¿Qué es eso?

Si había algo que podía reconocer de Mark, es que el chico cumplía su palabra. Johnny no se había terminado de sentar con nosotros cuando Mark ya le estaba contando sobre la nota que dejaron en mi escritorio. 

—Taeyong es un buen partido.— Dijo entrecerrando los ojos para pensar. —Es amable, popular y bueno en clases. El típico cliché de los fanfics.

Mark le chocó las cinco en señal de aprobación.

—Si estuviera en una de esas historias, él sería probablemente el interés amoroso de la protagonista.— Hablaba muy confiado de lo que decía, a veces Johnny era una persona muy extraña. —Aunque le falta una cosa.

—¿Qué?— Preguntamos Mark y yo al unísono.

An ass.— Sonrió satisfecho. —Para mí, es el mejor accesorio en tus outfits.

La descripción de Johnny era bastante superficial . Yo no lo conocía muy bien, y tampoco era tan cercana pero por lo que podía percibir de él. 

Era una persona bastante tranquila, incluso, podría decir que era introvertido. Tenía un amor y afinidad casi incomprensible por los animales, era muy generoso. Tímido al principio, y muy educado. Y físicamente, no teníamos que hacer una búsqueda exhaustiva. El día que lo observé en el motel, aunque eso suene como acoso, vi sus largas pestañas, su perfil era simétrico, todo muy bien proporcionado y aquella cicatriz cerca de su ojo que le daba un toque bastante tierno a todo su rostro. Su cuerpo estaba algo trabajado, pero no tanto. Realmente el que no tuviera trasero, no era un gran problema, el resto de él lo compensaba. Sin duda alguna era toda la perfección materializada. 

—MiYoung.— Johnny chasqueo sus dedos al frente de mi cara. —Ya mande a Mark a buscar la cubeta, tranquila.

—¿Qué cubeta?

—Una cubeta para tu saliva, estás a punto de inundar el lugar entero con tu saliva.

Tomé mi goma de borrar que siempre estaba en mi bolsillo, pero recordé lo que pasó la última vez, así que simplemente le pegué un manotazo en la frente.

Maldito, Johnny. 

El martes me encontré con un Post-it nuevamente, este era de color celeste y estaba acompañado de una manzana. 

«Espero que pases un maravilloso día! :3»

El miércoles la fruta fue diferente al igual que el color del Post-it 

«No se tu fruta favorita pero hoy se sentía como si fuera pera.» 

El solo pensar que TaeYong tomaba de su tiempo para pensar en su fruta favorita, causaba revuelo en todo mi ser, y una extraña felicidad. 

El jueves, con el post-it de color rosado, pero esta vez estaba acompañado de un Yogurt. 

«Ayer te vi con Chittaphon, se han hecho buenos amigos.

PD: Espero que Ten no me olvidé. >_<» 

No les voy a mentir, apenas termine de leer la pequeña nota, busque a Ten con la mirada. Tendría que recordarle que hable con TaeYong más seguido. 

El viernes me sorprendí bastante al ver las fresas en mi asiento, el post-it era amarillo neón. 

«Ayer vi esto en la tienda, como era mercancía nueva, aproveché para comprarlo antes de se agotara.

Son mis favoritas. :D» 

Aunque las fresas fueran mis favoritas-También- no las comprabas, ya que estas eran bastante costosas, se podría decir que cada vez que las comía era porque me daba la excusa de "Porque las merezco"  y eso no era muy seguido. Y como por arte de magia la conversación con Ten vino a mi mente. Problemas económicos. 

Ese dia regrese a casa, con el envase de fresas sellado, me senté en la recepción a pensar en ello y no pude evitar sentirme culpable. Joder, era una aprovechada, TaeYong solo quería la compañía del gato y yo había terminado aprovechandome de la situación.

Dos noches por cada fin de semana, latas de sardina, y ahora los regalos de las mañanas. 

Al pobre TaeYong no le debía alcanzar su salario de trabajador de medio tiempo para nada. 

A este paso no tendría un buen karma. 




Yūgen | Lee TaeYong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora