DOLLS

El cuarto rojo

Recta final para DOLLS

Uy, nunca creí llegar a este momento.

Escribiendo un poco el final del capítulo estaba bajo los efectos del alcohol. Nunca tomen 'mushashos.

Sorry los errores. Por cierto, esta naota la escribí al final, jeje

Val.

~•<•~¥~¥~@~

La mayoría de las puertas no abrían.

Y peor de ello era que me sentía en un laberinto de circuito. Sin salida. Con al principio de todo parecía nueva en esos pasillos con miedo a lo que fuera a encontrar a la vuelta de la esquina.

Nuestro secuestrador se encargó de todo. La puertas estaban numeradas y revueltas. Tenía la sensación de que alguien nos seguía, pero creí que era una tontería mía ya que Percy no decía nada.

—Mierda, se nos acaba el tiempo —advirtió Percy.

Estaba en lo correcto, debíamos huir de lo contrario estaríamos condenados a morir aquí abajo.

Harta de todo, grité.

—¡Piper! ¡¿Dónde estás, Piper?!

Percy tapó mi boca con una mano nervioso de escucharme gritar.

—¿Estás loca? Nos va a descubrir ese psicopata.

—Es Piper o nadie sale —dije mirando sus ojos verdes. Estaban a  punto de volver a discutir tratando de encontrar un modo de encontrar a Piper e huir de allí.

El plan sonaba tan fácil como lo complicado que se volvió. No había pistas, ni indicios de mi amiga. Estaba sola ante toda esa maldad sobre ella.

Un grito. Varios. Rebotaban por todas las puertas hasta dar con nosotros como eco. La desesperación me guió y corrí por el pasillo sin saber a dónde ir, Percy me seguía a gritos. Varios giros, vueltas, retornos en callejones sin salida. Hasta que encontramos una puerta abierta. Percy fue el primero en entrar para encontrarse ante esa imagen.

Jason aferrado a una cadena en acción a polea, sosteniendo a Piper inconsciente y colgando sostenida sólo por sus muñecas encadenadas. Bajo los pies de Piper yacía un mar de vidrios rotos listos para clavarse en su piel si caía por accidente o con la intención de.

Lo peor de todo era Piper.

Su maquillaje corrido por lágrimas  antiguas, su cuerpo sólo en ropa interior, su vientre con una cara triste pintada de color rojo espeso. Quería creer que no era sangre.

Pero mi fe se derrumbó al ver sus piernas. Estaba llenas de sangre que escurría de por debajo de su entrepierna.

Fue una imagen que me perseguiría por bastante tiempo.

Percy fue tras Piper al ver que Jason perdía fuerza en sus brazos, necesitaba ayuda. Pisó los vidrios sin importar qué, la bajó teniéndola en sus brazos y llevarla lejos de la zona de peligro, nos reunimos con ella en el piso. Se veía pálida y sudorosa.

La había dañado.

Jason lloraba reprimido sosteniendo su cabeza, acariciando el vientre donde estaba su futuro hijo. O dónde hubiera estado.

Sostuve el hombre de Jason, destruido por verla así. Percy hacía lo posible para quitarse las esposa y cadenas de sus muñecas.
Esto era demasiado incluso para nuestro secuestrador, sentí la ira invadirme. Se podía meter en problemas conmigo, pero por ningún motivo era una opción dar a Piper y su bebé.