[αυ] [α∂яιηєттє] ▪ Ｆｅｅｌ Ｓｐｅｃｉａｌ ▪

2. CHRONOSAURUS

Restaban tres horas para que el día escolar terminara, y mientras varios esperaban ansiosos que las clases llegaran a su fin, otros lo único que querían era que el tiempo avanzará más lento.

O que simplemente se detuviera.

«Lo que sea con tal de no verle la cara.»

Un suspiro brotó de los labios de aquel joven de ojos esmeralda, el cual escribía aparentemente concentrado en lo que ese día su profesor le explicaba, sin embargo, parecia estar más atento a sus pensamientos, buscando una forma para huir de su envidiable realidad, la que muchos deseaban, pero él repudiaba.

Porque ser el hijo de un hombre poderoso lo beneficiaba a ojos de muchos, pero a su propia vivencia, las apariencias realmente eran engañosas cuando de dinero se trataba.

—¡Adrien!— lo llamó cierto moreno, quien lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué me decías?— preguntó regresando a la realidad.

El de lentes simplemente suspiro.

—Decía que necesitas distraerte, así que... ¿Porqué no ir a una fiesta este viernes?— susurró. —Tanto a ti como a mi nos hace falta un respiro de vez en cuando, ¿no? Además de que fui invitado para lucir mis dotes como DJ.— presumió.

El rubio no contestó, sabía que si pedía permiso alguno, no le sería concedido, pero por otro lado, su mejor amigo tenía razón, no tenía nada que perder si se escapaba una noche.

—Claro.— afirmó. —¿A dónde hay que ir?— cuestionó, alarmarnose al ver la sonrisa nerviosa que su amigo le regalaba. —Nino...

—Ya sé, pero solo por esta vez viejo, no tienes que hablar con ella, vamos a divertirnos, nada más, no tengas contacto con Lila si no quieres.

El de ojos verdes suspiro, convenciendose al final.

«No es como que me entusiasme la idea de verla.»

Tiempo atrás, la joven italiana y él se habían relacionado de manera sentimental, siendo entonces la pareja más popular de todo el recinto escolar, sintiéndose demasiado afortunado, sin embargo todo lo que bien empieza, mal termina.

Dos año después de haber comenzado su noviazgo, el rubio tomó la decisión de terminar con la joven en cuanto descubrió el engaño del cual estaba siendo víctima.

Desde aquella vez jamás se había vuelto a relacionarse con nadie, no quería cometer el mismo error y confiar en la persona equivocada.

—Bien, entonces vamos, pero de verdad, no pienso hablarle aunque sea estrictamente necesario, ¿entendiste?— advirtió recalcando lo último, ya que el moreno siempre trataba de relacionarlos nuevamente, al menos para que fueran amigos, cosa que desesperaba en demasía al joven.

Pero fuera de eso, agradecía tener un amigo tan noble como el de lentes, la única amistad sincera que había formado.

—Sere imprudente, pero también se respetar las decisiones de los demás.— sonrió. —Así que tranquilo, hermano, prometo no hacer nada que tu no me permitas hacer.— bromeó ganándose un codazo por parte del rubio.

—Eres un idiota.— sonrió.

Un idiota que a pesar de todo, eligió ser su mejor amigo, ignorando su posición social, las humillaciones de su padre y sobre todo, valorando a quien era realmente.

La última hora de clases finalmente había llegado, y con ella, los ánimos del de ojos verdes iban esfumandose.

«Si tan solo pudiera deter el tiempo y ser libre al menos un día...»

El timbre que daba por terminada la jornada escolar sonó, por lo que él comenzó a guardar sus cosas lo más lento posible.

—Vamos viejo, no querrás llegar tarde a tu casa ¿o si?— preguntó con desánimo el dj. —No quiero que pase lo de la última vez.

Meses atrás, el de ojos verdes llegó más tarde de lo habitual a su hogar, por lo que el moreno se ofreció a llevarlo, sin embargo, el padre del menor se hizo ideas erróneas respecto al joven que lo acompañaba, siendo esa la última vez que le fue permitida su visita.

Y la última vez que el rubio le guardó respeto al hombre que le dio la vida.

—Descuida, eso no va a volver a pasar.— respondió sonriendole para tranquilizarlo, encaminándose con él fuera del aula. —Mi padre por el momento se la vive encerrado en la Biblioteca, terminando los diseños de este mes, solo sale cuando tiene algo más importante que hacer o simplemente cuando busca algo que criticar de mi persona.— murmuró sarcástico, por lo que su amigo suspiro.

—Hermano, no puedes seguir así, no es justo que te este presionando tanto solo porque quiere que seas una copia exacta de tu primo... ¿Cómo dijiste que se llama?

—Félix...— susurró con la mirada baja. —El orgullo de la familia.— repitió con burla las palabras que su padre solía decir casi siempre, palabras que, aunque lo negará, siempre lograban lastimarlo de algún modo.

Él no quería ser la copia, lo único que deseaba era ser el original y nadie más.

Adrien continuo caminando en silencio, sumido en lo más profundo de sus pensamientos, siendo interrumpido al sentir un leve impacto contra alguién.

—¡L-Lo siento!— exclamó aquella desconocida. —No me fijé por donde iba y... B-Bueno...— murmuró nerviosa, sin embargo, él no le tomó tanta importancia.

—Descuida, los accidentes pasan.— respondió secamente, causándole cierto temor a la joven, quien comenzaba a pensar que se había molestado. —Solo procura estar más atenta.

Sus zafiros se posaron con timidez en las esmeraldas del apuesto muchacho frente a ella, el cual le regalaba la más fría de sus miradas.

—P-Perdona... No volverá a ocurrir.— prometió comenzando a caminar nuevamente a la salida, dejandolo a él y a su mejor amigo nuevamente solos.

—Que rara.— murmuró el de cabello negro. —¿Adrien?

El mencionado despegó su vista de aquella torpe joven, quien parecía huir de alguién, dejandolo con una extraña sensación, algo a lo que decidió no tomarle importancia, pensando que solo eran ideas suyas.

—Vámonos.— suspiró marchándose del plantel, dispuesto a enfrentar un día más la realidad.

El tiempo estaba detrás de él y eso lo angustiaba, prefería sufrir en silencio a causar lastima, suficiente tenía con las críticas que recibía, como para ser acreedor de palabras vacías de falsas esperanzas.

El tiempo se había convertido en su peor enemigo, pero lo que el no sabía era que el tiempo, a pesar de todo, le dió un gran regalo compensando todo su mal.

Pronto toda esa pesadilla no sería más que un simple sueño del cual estaba por despertar.

•••

¡Hey!

¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendoles este bonito capítulo :'D

Y tal como pudieron leer, nuestro rubio hizo su tan esperada aparición uwu

Ahora, la pregunta de hoy es:
¿Qué más escondera detrás de esa faceta de chico malo? 🤔

Espero que el capítulo les haya gustado tanto como a mi ^^ Cualquier cosa pueden dejarla en los comentarios, yo encantada de leerlos :3

En fin, si más, yo me retiro, nos estaremos leyendo en otra realidad virtual :D

Bais~♡