Día 4: San Valentin

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Continúo con esto~ como dicen por ahí, lento pero seguro.

Esta vez manejé un AU, espero les guste.


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Día 4: San Valentin (AU)
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Lan Huan estaba enamorado.

Cuando se encontraron por primera vez, casualmente en el patio de su instituto, Huan se sintió atraído por esa presencia tan intrigante... Y eso que aquel muchacho llevaba el ceño fruncido y un destello de rabia en los ojos.

Poco tiempo después supo su nombre, siendo este de la edad de su hermano menor, y gracias a la particular amistad que su hermano y el tal Wei Ying generaron pudo verlo seguido... Hasta que el hielo entre los dos se fue rompiendo.

Comenzaron con saludos corteses, sobre todo de parte de Wanyin siendo Huan el mayor entre los dos, hasta que sus charlas se volvieron más largas y cómodas. Wanyin tenía un carácter difícil, lo contrario a su hermano de crianza quien era más alegre y simpático, y aun así Huan se las arregló para echar un breve vistazo dentro de la coraza donde se resguardaba...

Fue entonces, en una tarde luego de clases, que Huan descubrió una faceta preciosa de Wanyin al verlo sonreír. El destello de molestia que había en sus obres que vio por primera vez había sido sustituido por un brillo jovial y adorable.

Y con el fuerte aleteo de su corazón, que no se detuvo ya que no podía dejar de reproducir en su cabeza la imagen de Wanyin sonriendo, no le fue difícil aceptar que sin lugar a dudas se había enamorado. Pero como todo no era de color de rosas, así como las historias de amor que se le relataban a los más pequeños, las cosas se complicaban al confesar sus sentimientos... Porque sí, no iba a callar lo que sentía con tanta intensidad en su corazón.

Wanyin era una persona fuera de lo común, así que Huan debía hacer llegar lo que sentía de igual forma. Entonces, debido a las decoraciones con corazones rosas que veía por doquier, tuvo una idea...

Preparó chocolates, de un sabor amargo como bien sabía le gustaba al contrario, y los envolvió en seda purpura, agregando un moño azulado. La combinación era particular, el purpura fuerte y llamativo y el azul más sutil y puro, y Huan consideró que se parecía a la química ente los dos.

El San Valentín era una festividad aclamara por muchos, criticada por unos pocos (aquellos que no amaban ni eran amados, en su mayoría) y no era de extrañar que el instituto fuera un caos en esos momentos. Muchachitas emocionadas por hacer llegar sus presentes, conjunto a sus sentimientos, y muchachos abarrotados de chocolates y halagos. Huan, por su parte, amable como se caracterizaba se quitó de encima al grupito que lo acosaba y, con obsequio en mano, salió directo al piso de abajo.

Los pasillos estaban llenos, los profesores como que se rindieron en llevar a cabo un día normal de clases, y sin prestar mucha atención a su alrededor Huan descendía por las escaleras hacia los grados menores.

Encontró rápidamente a Wanyin, ni siquiera tuvo oportunidad de respirar profundamente antes de hacer una acción tan importante, pero ver su expresión llena de dolor lo alarmó... Entonces, Wanyin se dio la vuelta y se perdió en los pasillos.

Huan no entendía qué pudo haber ocurrido, Wanyin huyó lleno de tristeza, y reparar en lo que llevaba en sus manos le hizo pensar en una posibilidad ¿Acaso Wanyin creyó que eso lo había recibido de una enamorada? Oh, no.

Sus pies se movieron con rapidez y, a pesar de no saber por dónde se fue Wanyin, sabía dónde podía encontrarlo. No corría, no estaba dentro de su ética, pero sus pasos eran apresurados. Necesitaba verlo, necesitaba decirle que no sólo los chocolates eran para este sino también su corazón...

Y tal como lo predijo, lo halló. El aula estaba vacía, siendo asignada para el club donde Wanyin pertenecía, y este se encontraba sentado al fondo, con la cabeza gacha y las manos entrelazadas. El aura a su alrededor era triste, desesperanzada, y Huan tuvo otra corazonada... ¿Estaba Wanyin sufriendo al creer erróneamente que estaba enamorado de alguien más?

La angustia desapareció y a cambio un sentimiento cálido, de alivio, bañó su pecho. Huan no estaba orgulloso de haber lastimado a su amado, pero estaba extremadamente feliz al darse cuenta que, como tanto lo deseó, no se había enamorado solo.

-Wanyin...-

El susodicho volteó en seguida, algo alarmado por haber sido encontrado, y Huan se le acercó con cautela. Wanyin quiso irse, huir por segunda vez, pero no lo dejó... Así que, para retenerlo, dio un par de pasos largos y se inclinó ante este, extendiendo el obsequió que preparó con todo su amor.

-Por favor, Wanyin, acepta mis sentimientos.-

Y la expresión en el rostro del más joven, que ni siquiera sabía cómo describir, lo ayudó a confirmar su amor... Ese que sólo deseaba entregar a su dueño.

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Xicheng Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora