Día 5 y 6: Doméstico y Tardecita

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Ya que ambos días me resultaban bien juntos decidí unirlos y escribir una sola historia. Así que, en vez de 7, este proyecto tendrá un total de 6 historias.

Me queda sólo un día, que espero subir muuuuy pronto ¡Paciencia!

¡Espero les guste! Este también es un AU moderno.

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Día 5 y 6: Doméstico y Tardecita

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Se había perdido todo rastro de luz debido al clima lluvioso, principalmente por las nubes grises que cubrían el cielo, y en todo el día el sol no había conseguido oportunidad de asomarse.

Lan Huan, mientras esperaba el agua para su té, observaba la lluvia caer a través del ventanal de su modesta cocina. El día estaba apagado, triste depende del punto de vista, y Huan agradeció de encontrarse en casa en esos momentos. En pocos minutos el agua estuvo lista y terminó con los preparativos de su té, sirviéndolo después en dos tazas de fina cerámica; una celeste y otra púrpura.

El sonido de la lluvia era leve, bastante relajante a decir verdad, y Huan lo comprobó cuando, al regresar el estar, visualizó a su novio encantador tendido perezosamente sobre el sofá. Sonrió, su pecho rebosando de ternura, afortunado por más que tener ese tipo de imagen en su propio hogar.

Se dio cuenta que Wanyin estaba más dormido que despierto, dejándose persuadir por el ambiente tranquilo y el cansancio que había acumulado en los últimos días, y en silencio Huan dejó las tazas sobre la mesita baja sentándose en el espacio vacío del sofá. Observó a su acompañante por un rato, detallado su rostro, y sin resistirse llevó una mano hacia los cortos cabellos contrarios. Los acarició con suavidad, cauteloso para no interrumpir su descanso, y el cosquilleo agradable recorrió desde la punta de sus dedos hasta su pecho. Wanyin era una persona difícil, con un gran carácter como el de su madre, y Huan había aprendido sorprendentemente rápido a descubrir y amar su encanto... No deseaba que nada cambiara en este, al fin y al cabo él también tenía sus defectos, y entre los dos habían logrado congeniar satisfactoriamente.

En eso, con la lluvia todavía cayendo afuera, Wanyin se movió un poco, algo incómodo, y Huan lo complació recostándolo en su regazo con facilidad. Mimar a Wanyin era algo de lo que podía disfrutar de vez en cuando y, al tenerlo adormitado sobre su regazo, le invitaba a no desaprovechar la oportunidad. Las caricias en el cabello se reanudaron, constantes y cariñosas, y Huan sentía tanta paz que parecía irreal.

En su vida diaria eran profesionales influyentes, aclamados y admirados, y cuando estaban juntos en momentos así de amenos se lograban convertir en un par de noviecitos como si fueran muchachitos de secundaria... Una relación firme, madura, y a la vez llena de detalles tiernos con los que podían compartir su amor. Muchas formas habían de demostrar todo lo que sentían, principalmente para Huan quien era el más amoroso entre los dos, y cada reacción que tenía Wanyin (al principio fue bastante arisco, poco acostumbrado) alimentaba aquella semilla de amor que emergía desde su corazón.

Absorto en la tranquilidad de la estancia Huan sintió de pronto un toque en su mano que mantenía en las hebras oscuras y Wanyin, que en sueños sostenía su mano ahora, le dio un ligero apretón. Wanyin podía parecer todo un gruñón, de temer para muchos, pero realmente le gustaba ser consentido... Bueno, ser consentido única y exclusivamente por Lan Huan.

Y sintiendo la gran fortuna que su amado le concedía, Huan alzó la mano que atrapó la suya y dejó un pequeño beso en su dorso.

El té se enfrió, contrario a ambos corazones que se encontraban cubiertos del calor más acogedor.

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