Día 3: Espía o Asesino AU

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¡Siguiente día! 

Al principio esta pequeña historia iba a ser de otra forma, con ambos en el mismo campo, pero a medida que fui escribiendo terminé cambiándolo... Me gustó el resultado. 

Dos canciones estuvieron en mi cabeza mientras escribía: Fingertip de Gfriend y I Am a Bartender de SolidS ¡Se las recomiendo! 

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Día 3: Espía o Asesino AU

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Jiang Cheng limpió la sangre que recorría su mejilla con enojo. Odiaba los combates cuerpo a cuerpo, para él no había nada mejor que acabar con el trabajo rápidamente, y cuando se presentaban aquellas situaciones complicadas le ponían de muy mal humor. Por supuesto, no había nada que él no pudiera resolver.

Acabó bastante tarde, ni siquiera se molestó en observar la hora, y su humor no parecía mejorar a pesar de haber finiquitado todo con éxito. Recogió su arma del suelo, limpiándola con su propio saco y dejándola en su lugar después, y abandonó el lugar sin dejar rastro de su presencia.

No estaba deseoso de volver a casa todavía así que desvió su camino hacia un desconocido y elegante bar. Por ser día de semana no había mucha gente, logrando que la estancia fuera cómoda, y pidió un trago fuerte para pasar el momento amargo. Tenía suerte al haberse encargado de ese trabajo solo, después de todo podía con ello y más, así que se iba a tomar un tiempo más para regresar a casa y exponer la situación.

Jiang Cheng no eligió ese tipo de vida tan descarrillada, después de todo continuaba con el negocio familiar, pero tampoco estaba descontento con ello. Sin embargo, como ser humano que no había dejado de ser, a veces se preguntaba qué sería de él si no llevara ese estilo de vida... ¿Habría ido a la universidad? ¿Qué hubiese estudiado? ¿Leyes, artes, economía? Era difícil de imaginar, su mente estaba repleta de imágenes horribles que había visto a lo largo de su vida.

-¿Hay algo más que pueda hacer por usted?-

Regresando abruptamente a la realidad, Jiang Cheng se fijó por primera vez en el bartender que lo atendía. Era un muchacho joven, probablemente un par de años mayor que él, que llevaba una sonrisa cortés y atractiva, difícil de ver en alguien con esa ocupación. Jiang Cheng se quedó en silencio por un momento, era como si la presencia pura del otro muchacho lo mantuviera atrapado, y negó con la cabeza después.

-No parece que fuera así.- y hubo una risita de parte del otro, fuera de mala intención.

El corazón de Jiang Cheng saltó, como una alerta de peligro... Sin embargo, no era así. Estaba tan acostumbrado a vivir al límite que no identificó aquel nuevo sentimiento en su interior.

-Otro trago, por favor.- pronunció al cabo de un rato corto, en un silencio para nada incómodo, y cuando la mirada del bartender estuvo sobre él nuevamente agregó- El mejor que sepas preparar.- demandó, firme pero sin alzar la voz como acostumbraba.

-En seguida.- este pareció contento por su petición.

Las horas pasaron, el amanecer llegó, y Jiang Cheng obtuvo en ese fino bar mucho más que el nombre del bartender, quien era nada más ni nada menos que la cabecera del lugar. 

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Xicheng Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora