Capítulo 19

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Nala despertó, su madre la seguía a abrazando, era de madrugada, no se le quitaba de la mente la idea de pedirle ayuda a alguien, de repente empezó a escuchar su nombre, venís de todos lados, se levantó y camino hacia afuera de la cueva.
—Nala.....Nala........oye Nala—escuchaba la leona
Nala observó a todos lados fuera de la cueva. Solo observó el oscuro panorama de las tierras del reino. Sacudió su cabeza y pensó que solo era su imaginación. Iba se regreso hacia la cueva. En ese momento recordó por fin de quien era esa voz, era la voz de Simba.
Volteó rápidamente.
— ¿Simba?—Se preguntaba Nala
Volteó rápido la mirada hacia atrás.
—Eso es imposible, solo es mi imaginacion—pensó Nala con los ojos llorosos.
Camino hasta donde estaba Sarafina, de acostó a su lado e intentó dormir.
En sus sueños ma profundos lograba escuchar su nombre ser pronunciado por Simba.
Despertó algo agitada, Sarafina la volteó a ver.
— ¿Estas bien Nala?—Preguntó Sarafina
—Ehh, si estoy...bien—respondió Nala
— ¿Aún no es la hora de la caza?—Preguntó Nala
—Scar ha estado mandando hienas a patrullar los alrededores del reino—Respondió Sarafina
—Por eso no sé han ido—dijo Nala
—Si, es por eso, nunca nos vamos hasta que él nos lo indique—dijo Sarafina
Nala se sentó al lado de su madre. Sarafina la volteó a ver. Nala tenía una expresión triste en su rostro. Sarafina agachó su cabeza hacia Nala.
—Ey Nala ¿Te sientes bien?—Preguntó Sarafina.
—No mamá—Respondió Nala
— ¿Porque, que sucede?—Preguntó Sarafina
Nala la volteó a ver con ojos llorosos.
—Creí haberlo escuchado mamá—dijo Nala
— ¿A Simba?—Preguntó Sarafina
—Si mamá, lo escuché llamarme—Respondió Nala
—Pero Nala, ya te dije que debes intentar olvidarlo, ya se que te duele, pero debes hacerlo, si no lo haces, caerás en agujero del cual nunca podrás salir—dijo Sarafina
—Lo se mamá, lo intentaré—dijo Nala sonriéndole a Sarafina
—Bien—dijo Sarafina.
Sarafina abrazó a Nala. La joven leona devolvió el abrazo.
—Hoy te seguiré enseñando a cazar—dijo Sarafina
—Esta bien mamá—dijo Nala.
Sarabi llegó con Sarafina.
—Hola Sarafina, es raro que aún no nos haya llamado—dijo Sarabi
—Si, es raro—dijo Sarafina—debe tener cosas mas importantes.
Nala observaba hacia afuera de la cueva, Scar les hablaba a las hienas.
—Revisen cada rincón de este lugar, quiero a esos leones muertos—gritó Scar
Nala levantó las orejas al escuchar eso.
—Mamá, debemos ayudar a esos leones, ellos nos podrán ayudar—se detuvo y habló más bajó—nos podría ayudar a derrocar a Scar—dijo Nala
— ¿Como que derrocarlo? El es el rey—dijo Sarafina
— ¿Y estás de acuerdo a que el sea nuestro rey por el resto de nuestras vidas?—Preguntó Nala
—No, pero no tenemos posibilidad—dijo Sarafina
—Con esos leones de nuestro lado, seríamos mucho más fuertes—dijo Nala
—Ni siquiera sabemos si vana a acceder a ayudarnos—dijo Sarabi
—Pero que pasa si aceptan—dijo Nala
—Nala enserio no podemos hacer nada—dijo Sarafina
Nala bajó la mirada.
—Deberiamos intentarlo al menos—dijo Nala
Scar llegó con las leonas.
—Es hora—dijo Scar
—Mamá—dijo Nala—dejame ir con ustedes.
— ¿Qué? Aun eres pequeña, no puedes ir con nosotras—dijo Sarafina
—Pero mamá—dijo Nala
—Lo siento Nala—dijo Sarafina mientras se iba con las demás leonas.
Nala se quedó en la cueva, frustrada, nadie apoyaba su idea de pedirle ayuda a alguien. Tama llegó con Nala.
— ¿Como te ha ido amiga?—Preguntó Tama
—Ahh—suspiró—nada bien Tama—dijo Nala
— ¿Supiste algo sobre las hienas querian matarte?—Preguntó Tama
—Tama eso fue hace dos años—dijo Nala-pero respondiendo a tu pregunta, no volví a saber de ellas-dijo Nala
—Me alegra mucho—dijo Tama
— ¿Extrañas a Kula?—Preguntó Nala
—Si, desde que huyo junto con su madre me dejó un vacio muy grande—respondió Tama
—Yo igual, era nuestra amiga—dijo Nala
—Tama no se que voy a hacer—dijo Nala
— Se que quieres ayudar a este reino, pero debes comprender que es algo muy dificil de lograr—dijo Tama
—Lo se—dijo Nala
Al regresar las leonas, Sarafina le dio comida a Nala.
En la tarde ellas dos fueron a practicar la caza.
—¡Corre!—Gritó Sarafina
Nala comenzó a correr, persiguió con gran velocidad a la cebra, estansl cerca de ella, saltó y se logro agarrar de su lomo, la cebra patió hacia atras, le dio un golpe a Nala en el pecho. Nala cayó adolorida al suelo.
Sarafina corrió hacia ella.
—Nala, Nala ¿Estas bien?—Preguntó Sarafina revisando a Nala
Nala tosió dos veces.
—Creo que si—respondió—que fuerte me pegó esa cebra—dijo Nala
—Será mejor que regresemos—dijo Sarafina.
Sarafina ayudo a Nala a levantarse y la cargó en su lomo. Ella podia caminar pero le dolia el pecho a cada paso.
Llegaron a la cueva. Sarafina dejó a Nala en el suelo y se echó a su lado.
— ¿Te duele?—Preguntó Sarafina tocando el pecho de Nala
—Auch, si me duele—dijo Nala
—Esta bien, lo siento—dijo Sarafina
—No te preocupes mamá—dijo Nala
Sarafina abrazó a Nala.
Ya era de noche. Nala tendria que seguir pensando en su plan al dia siguiente, no podia dejar que Scar destruyera su hogar.

El Rey León: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora