Capítulo 27

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Nala despertó agitada, levantó rápido la mirada, era de madrugada aun, se notaba que iba a amanecer en unos 30 minutos. Apoyó su cabeza encima de sus patas. Era la segunda mañana que amanecía sin su madre. Y pensar que jamás iba a volver a amanecer con ella solo la puso deprimida al momento. Se levantó y fue a buscar a Simba para intentar hablar con el. Tenía que hacerlo entrar en razón. Si Simba amaba en verdad a Nala y a su familia tenía que aceptar ir con ella al reino. Fue a buscar a Timón y a Pumba, Simba le dijo que dormida con ellos. Al no encontrarlo fue a buscarlo a todos los lugares donde estuvo con el. Fue al lugar del lago donde se miran las cataratas, el lugar donde tuvo la noche más romántica de su vida que pronto terminó. Fue a buscarlo en el lugar donde discutió con el. No estaba tampoco. En el transcurso de la mañana amaneció y empezó la mañana. Fue a buscar Timón y a Pumba para preguntarles si habían visto a Simba. Cuando llegó con ellos, estaba durmiendo. Ella se acercó a ellos e intentó despertar a Timón con su pata.
—Hey, hey..oigan, despierte —dijo Nala
Timón se despertó y volteó a ver a Nala. Observó los grandes ojos de Nala tan cerca de el que se asustó y pegó un gran grito.
—¡Aaaaah!—Gritó Timón
Pumba empezó a gritar también por el grito de Timón.
—Oigan, tranquilos..tranquilos, soy yo—dijo Nala
Timón se acercó a Nala.
—Nunca vuelvas a hacer eso—dijo Timón—carnivoros, Ahh
—¿Han visto a Simba?—Preguntó Nala
—Creí que estaba contigo—dijo Timón
—Si pero no lo encuentro ¿Dónde está?—Preguntó Nala
En ese momento la conversación de Nala fue interrumpida por una risa que ella conocía muy bien.
—No lo verás aquí, ja..ja—se río Rafiki—el rey...ha regresado
Nala regresó la mirada hacia abajo.
Nala marcó una gran sonrisa en su rostro.
—No puedo creerlo, ha regresado—dijo Nala emocionada
— ¿Regresado?—Preguntó Timón— ¿A qué te refieres?
Timón volteó a ver a Rafiki pero se dió cuenta de que no estaba.
— ¿Hey qué está pasando aquí? ¿Quien es el mono?—Preguntó Timón
—Ha regresado a retar a Scar—dijo Nala
— ¿A quién?—Preguntó Timón
—A Scar—Respondió Nala
— ¿Quién va a estar?—Preguntó Pumba
—No no no, el es su tío—dijo Nala
— ¿El mono es su tío?—Preguntó Timón
—¡No!—Gritó Nala—Simba regresó a retar a retar al tío para obtener el derecho legítimo a ser rey
—Oooh—Dijieron Timón y Pumba
Cuando Nala les explicó la historia a ellos dos, les costó mucho entender. Al final Nala se fue esperando que ellos dos fueran con ella. Nala corría apurada intentando salir de esa gran Jungla. Al salir ella creyó que Simba ya estaría llegando a las tierras del reino. Empezó a correr, la gran pradera que estaba antes de entrar a los lugares secos fue un lugar muy difícil de cruzar, ya que era demasiado grande, se cansó demasiado. Ya era medio día y no había comido nada. Ella fue a buscar algún animal pequeño para cazar. Al cazarlos se lo comió y descanso unos veinte minutos antes de seguir corriendo. Nala estaba cansada, pero por fin estaba llegando a su destino. Se encontró con el gran desierto el cual la llevaría directo al reino. Se miraban pisadas de león en el lugar. Nala por fin se sentía feliz de nuevo, por fin había conseguido su objetivo, se sentía tan feliz que estaba emocionada por llegar al reino. Siguió las pisadas y se encontró a Simba entrando a el lugar.
—¡Simba espera!—Gritó Nala acercándose a Simba
Ella observó el lugar y miró a Simba.
—Es espantoso ¿No?—dijo Nala
—Ni quería creerte—dijo Simba
— ¿Porque regresaste?—Preguntó Nala
—Porque me di cuenta de que huir de los problemas no resolvería nada, talvez no cambie el pasado, pero puedo hacer algo por esto—dijo Simba
Nala se acercó a Simba.
—Lo haremos juntos—dijo Nala
—Será muy peligroso—dijo Simba
— ¿Peligroso? Yo me río del peligro, ja ja ja—dijo Nala bromeando
—Yo no le veo lo gracioso a esto—dijo Timón
—Timon, Pumba—dijo Simba sorprendido— ¿Qué hacen aquí?—Preguntó Simba
—Para servirte majestad—dijo Pumba inclinandose ante Simba
Timón se asomó a ver todo el lugar.
—Vamos a pelear con tu tío.... ¿Por esto?—Preguntó Timón
—Si Timón, este es mi hogar—dijo Simba
—Ahh, pues tus tu hogar necesita muchos arreglos—dijo Timón—bueno Simba, si es importante para ti, estaremos contigo siempre.
Simba sonrió y volteó a ver el horrible panorama que presentaba la roca del rey.
Nala y Simba caminaban con cuidado acercándose a la roca del rey. Las hienas estaban cerca. Se movieron sigilosamente hasta estar bien escondidos.
Simba creo un plan para que las hienas no los notaran. Timón y Pumba hicieron de carnada para que las hienas dejarnos pasar a Simba y a Nala.
Nala caminaba con Simba hasta que llegaron a un punto donde se tuvieron que separar para que el plan funcionara.
—Nala, busca a mi madre, dile que le avise a las demás leonas, yo iré a buscar a Scar—dijo Simba
Nala asintió y se fue caminando por la parte baja de la roca del rey. Una hiena estuvo a punto de ver a Nala, pero pasó entre varias las cuales estaban dormidas. Cuando estaba llegando hasta arriba escuchó a Scar discutir con alguien.
—¡Soy diez veces mejor que Mufasa!—Gritó Scar
Nala solo escuchó eso y se fue rápido a ver qué sucedía. Cuando subió encontró a Sarabi tirada en el suelo, Simba estaba hablando con Scar.
—Hay un pequeño problema—dijo Scar— ves a las hienas, ellas creen que yo soy el rey—dijo Scar
—Nosotras no—dijo Nala—Simba es el verdadero rey
Nala se reunió con las demás leonas y esperaron a que Simba hablara con Scar. Pero fueron sorprendidas cuando Scar dijo algo.
—Bueno es tu oportunidad de hacerlo, Simba cuéntales quien fue el culpable de la muerte de Mufasa—dijo Scar
Nala volteó a ver a Simba.
—Yo—dijo Simba
Nala puso una expresión de tristeza y traición en su rostro, no podía creer lo que estaba escuchando, Simba no podía ser capaz de asesinar a su propio padre. Scar estaba acusando a Simba de ser un asesino mientras con las demás hienas lo estaban empujando a la caída de la punta de la roca del rey. Nala vio que Simba estaba apunto de caer.
—¡Simba!—Gritó Nala con preocupación
Ella se asustó y siguió escuchando a Scar. En ese momento Nala vio que Scar se acercó a decirle algo al oído a Simba y después de repente el salto encima de Scar.
—Diles la verdad—dijo Simba
—Bueno la verdad es tan relati..va—dijo Scar sintiendo la pata de Simba presionar su cuello
—Esta bien, está...bien—dijo Scar—yo...lo maté—susurró Scar
—Que te oigan todos—dijo Simba
—¡Yo...maté..a Mufasa!—Gritó Scar

El Rey León: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora