Peach 10

198 14 4
                                    

You open the door, come in and let your hair loose

- ¡Voy llegando, voy llegando! - no pude disimular mi emoción y termine gritandole al telefono, llamando la atención de todos los que caminaban tranquilamente a mi alrededor.

Y aquí va un pequeño resumen.

Luego de mi mañana de domingo con Daniel caminé a casa lentamente (porque tampoco podía acelerar el paso aunque quisiera), entre, me desvestí en el baño, me senté en la ducha para luego salir de ahí y dejarme caer en un profundo sueño que duró hasta las 4 de la tarde.

A eso de las 7, Aron, el chico del local de fotografías, me envió un mensaje para avisar que su tío había accedido a mi contratación por lo tanto... ¡tenía trabajo! Corrí/tropecé mientras bajaba la escalera para contarle a mamá y luego de un rato saltando por toda mi casa volví al segundo piso para continuar con la celebración en mi cama.

Me costo un mundo lograr conciliar el sueño (tal vez por la siesta) y termine leyendo un aburrido, viejo y romántico libro que me ayudo a cerrar los ojos por unas cuantas horas.

Al día siguiente y luego de una pequeña charla (con Aron) pasamos toda la jornada practicando cosas que se me hicieron muy fáciles, como el trato hacia los clientes (a quienes debía tratar de usted), me enseño la bodega, la sala de revelado, los diferentes valores y promociones del local y al finalizar la tarde se encargó de supervisar una rápida practica con los clientes que entraron antes de que cerráramos.

Me sentí a gusto, tranquila y confiada.

Ya era martes y debía ir temprano otra vez, por lo menos haríamos esto durante la primera semana para que así Aron se sintiera seguro de dejarme sola. Mis turnos serían variados dependiendo del horario de clases de mi compañero pero yo no tenía problema, incluso ya me estaba acostumbrando a la ruta de ida y regreso a casa.


 Mis turnos serían variados dependiendo del horario de clases de mi compañero pero yo no tenía problema, incluso ya me estaba acostumbrando a la ruta de ida y regreso a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Durante esos dos días apenas vi a Daniel.

La primera vez fue el lunes en la tarde, no había notado que caminaba tres o cuatro metros delante de mi. Apenas lo reconocí cuando volteo para recoger una bolsita de algo que no supe distinguir, levanto la mirada, nos quedamos viendo y esperó por mi para seguir nuestro camino a casa, caminamos juntos por casi dos o tres cuadras y luego nos despedimos.
La segunda vez fue en la estación de metro esta mañana, chocamos dentro del vagón cuando queríamos salir de este y caminamos al trabajo juntos. Ninguno tenía mucho que decir o tal vez si habían cosas que hablar pero nadie quiso interrumpir la paz que el silencio traía, asi que nos limitamos a decir "buena suerte en tu trabajo" y nos separamos.

Por mi estaba bien, todo parecía tranquilo a nuestro alrededor y no quería arruinarlo con alguna tonta frase que lo hiciera sacar las garras asi que intentaría mantener eso que se estaba dando entre nosotros.

Peaches And Cigarrettes ¤ Kang DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora