Peaches And Cigarrettes ¤ Kang Daniel

Peach 6

No matter what you're an angel to me.

- Ella esta ebria... ni siquiera sabia como llegar a casa  hyung - su voz era tranquila y un poco sumisa, soltando pausadamente las palabras exactas que Seong Wu necesitaba oír a modo de explicacion.

- Ahh - sentí su voz cada vez más cerca pero aun asi mis brazos y piernas no se despegaban del cuerpo de Daniel - lamento que hayas tenido que cargar con ella Niel.

- Sabes que no me moles-

- ¿Donde esta Jiwoo? - para mi sorpresa había otra persona. Una voz femenina de alguien que también pedía explicaciones.

- Se fue a casa.

- ¿Daniel que mier-

- Ahora no Hee - no había reconocido su voz. Tal vez mis oídos estaban tapados o simplemente la olvide - ____________ ya llegamos - ahora se dirigió a mi. Me acomodo por ultima vez y hablo un poco mas cerca de mi oído - debo bajarte - susurro con un tinte cariñoso.

- Pero estas tan blandito ~ - estire mis brazos como un gato y volví a recargar mi cabeza en su hombro, buscando un poco mas de comodidad.

- Tu cama esta más blandita - palmeo mi espalda y salte impulsivamente hacia atrás.

- Tienes razón - hable con mas animo pero aun asi con palabras atropelladas - pero... no, no se si pueda llegar - me propuse caminar hasta la habitación e intente crear un recorrido optimo. Debí estar muy ebria porque no había mucho que calcular, el camino hacia mi habitación era simple, tan solo debía entrar a casa y subir las escaleras, pero de pronto todo comenzó a dar vueltas, vueltas y vueltas - Wow... de-detenganse - les dije a los tres que... permanecían de pie, sin moverse.

Finalmente Seong Wu me tomo en brazos para evitar que siguiera dando lastima y se adentró a la casa en silencio. Sentí sus manos acomodándose en mi espalda y detrás de mis rodillas para comenzar el laaaaargo camino hacia mi habitación.

No alcance a despedirme verbalmente de Daniel pero agite mi mano y respondió de la misma forma. Luego mire a Hee y le lance un beso... ni idea de la razón. Tal vez quise ablandar su expresión tan preocupada y felizmente ese beso lo logro.

- Debes quedarte callada o mamá se va a enterar - susurro mi hermano.

- Eres tan bonito, te extrañe mucho - me acerque a morder su mejilla y luego me deje caer logrando que se tambaleara justo antes de comenzar a subir el primer escalón. Me acomodó un poco mejor intentando que esta vez su agarre fuera mas firme, evitando que me moviera de manera brusca - ¿crees que algún día me perdonaras? - dije luego de apoyar mi mejilla en su pecho.

- ¿Por que debería perdonarte?

- Tu lo sabes... - sonreí sin que él se diera cuenta y busque entre mi limitado vocabulario las palabras para explicar ese sentimiento tan triste que hace años residía en mi corazón -  de no ser por mi tu familia seria mejor - estábamos a mitad de camino y se detuvo otra vez, intentando entender lo que mi tonta boca se atrevía a soltar - yo soy algo asi como la persona indeseada de esta casa.

- No digas estupideces - su voz era mas ronca pero intentó controlar el volumen para no dejar en evidencia lo molesto que se había puesto después de mis palabras - no quiero que pienses cosas que no son. No tienes que pedir perdón y no tengo nada que perdonar.

- Oppa... te amo - levante mi cabeza para encontrar sus ojos dentro de la oscuridad del pasillo - eres mi hermano... no me abandones.

- Yo también te amo ___________, jamás te abandonaría.