Hey, ¿estás bien? (4° día)

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Narra Amaia

Comencé a llorar.

Aitana se acercó a mí y me abrazó mientras me acariciaba la cabeza.

Hubo un pequeño silencio, solo se escuchaba como sorbía los mocos.

Aitana se separó de mí y me miró.

Todo saldrá bien, ¿vale? -decía algo preocupada.

Yo asentí, cerré los ojos con fuerza y dejé caer algunas lágrimas que tenía retenidas.

Cuando logré calmarme fuimos con los demás, pues los profesores habían dado permiso para hacer lo que quisiéramos dentro del recinto.

Nos unimos a Alfred, Alejandro y Roi.

Chicas, ¿dónde estabais? -dijo alegremente Alejandro.
Hemos ido al baño un momento, había algo de cola... -disimuló Aitana con una media sonrisa.

Iba algo pensativa, mirando hacia al suelo, cuando noté que alguien me miraba, levanté la vista y vi que era Alfred, sonreí a medias.

Creo que notó que no me encontraba bien e hizo una mueca de estar extrañado.

Yo aparté la vista.

Narra Alfred

Cuando vino Amaia la noté algo rara, quería hablar con ella.

Le di un pequeño codazo a Alejandro para captar su atención.

Quiero hablar con Amaia, ¿me harías el favor de entretener a los demás mientras? -le susurré.
Vale -me respondió él.
Gracias -dije.
Bueno vamos a movernos un poco por aquí, ¿os parece? -dijo Alejandro en voz alta.

Roi le siguió y Aitana se quedó acompañando a Amaia un poco más atrás.

Me acerqué a ellas.

Aitana, ¿podrías dejarmela un momento? -dije sonriendo.
Claro -dijo ella de forma amistosa.

La miró y le acarició el brazo antes de irse con Roi y Alejandro.

Hey, ¿estas bien? -le pregunté apartandole un mechón de pelo de la cara.

Ella simplemente asintió.

Pasé un brazo por su hombro y la atraje hacia mí, para seguir caminando bastante más atrás que los demás.

Narra Amaia

Alfred pasó su brazo por mi hombro, cosa que me gustó mucho.

Me había preguntado que si estaba bien, yo solo asentí, pero no lo veía realmente convencido, no estaba preparada para decirle lo que me pasaba, prefería hacerlo por la tarde así que me inventé una excusa para salir del paso.

Simplemente viniendo hacia aquí, por los jardines que hemos pasado, he visto las flores preferidas de mis padres, les encantan, siempre hay un jarrón con algunas de ellas en mi salón y me ha entrado nostalgia, estar tanto tiempo sin ellos es raro -solté, aunque eso también era cierto, no era lo que me tenía tan pensativa.

Él sonrió con ternura.

Para mí también es raro, pero bueno acabará el viaje y echaremos de menos esto, por eso intento no pensar y disfrutar -dijo.

Sonreí y me pregunté cómo me podía hacer tan feliz.

Me paré delante de él y le miré.

Me vino un impulso y le besé, lo necesitaba.

Él sonrió y me siguió el beso.

Puse mi mano en su cara y le acaricié.

Ejem...siento interrumpir pero, ¿os parece bien que nos sentemos aquí? -dijo Roi.

Me voy contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora