Lo Eres Todo para MÍ [Bugs Bunny x Daffy Duck] [BAFFY]

Capitulo: III

El tiempo transcurría tan rápido que ninguno de los dos fue capaz de darse cuenta, los dos ebrios conversaban a gusto, Daffy no tan ebrio pero aún así disfrutaba de la conversación.

 —Sabes Lucas, me preguntó por qué seguimos viviendo juntos— Exclamó con una sonrisa mirando su copa.

—Porque nos amamos— Bromeó el pato para seguirle el juego.

—Jeje... aww Lucas que tierno— Siguió con la broma

—Eh, ya deja de llamarme así, sabes que me llamo Daffy—

—Pero si te queda mejor el otro nombre— Dejó de mirar su copa para observar al pato mejor.

—Este... es que me gusta más Daffy—  Se sonrojó por algún motivo al sentir la mirada del peligris.

Antes de que el menor formule una pregunta, su amigo Porki apareció.

—¿H-Hola chicos e-están disfrutando d-de la fiesta?—

—Estábamos...— Exclamó Daffy algo enojado por interrumpir su conversación.

—O-Oh bueno m-me voy si q-quieren—

—Nah, quédate viejo, estamos muy sólos igual, que tal la estás pasando eh— Exclamó el de orejas largas

—B-Bien, pero e-enserio no quiero i-interrumpirlos—

—¡No lo haces! Verdad Lucas— Dio un pequeño golpe al nombrado en su hombro para que responda.

—No...— Respondió entredientes mirando fulminante al pequeño cerdito.

Ay Porki le importó muy poco y se quedó con ellos para conversar cosas sin sentido.

El tiempo transcurría, no sabían ni que hora era, pero no importaba para el ojos grises. Éste hacía cualquier cosa para hacer el ridículo en frente de los demás. Con tal de ganar atención. Lo necesitaba después de mucho tiempo.

Y con todos al mirarlo sacaban una cámara para tomarle fotos y que mañana estén hablando de él y uno que otro burlándose.

A Daffy no le parecía muy divertido, por alguna razón no le gustaba que estén mirando a Bugs, tal vez por la típica envidia que tiene siempre al conejo... o tal vez otra cosa...

—Bugs bájate de ahí ahora— Ordenó serio mostrando autoridad, pero no para el de pelo gris.

—¡Que no vez que estoy grabando un nuevo capítulo! Déjame vivir un ratooo....!— 

Daffy no lo pensó dos veces y se lo llevó a rastras al conejito hasta su mesa, provocando el abucheo de todos los que miraban a Bugs.

—¿Ya te divertiste?— 

—N-No—

—No me importa tampoco, ¡vámonos!—

—P-Pero..— Habló Bugs triste.

Daffy se dio vuelta empezando a caminar hasta la salida

El ojos grises se lanzó en su espalda para que lo lleve hasta casa.

—¡Llévame Daffy! no puedo moverme— Gritó volviendo con su felicidad, y obviamente era solo para molestar al azabache, pero nadie se esperaría que éste le hiciera caso.

Los dos se dirigieron afuera olvidándose de Porki que momentos atrás se quedó profundamente dormido sobre una mesa.

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