Capítulo 18.- Saint Lorenzo.-

36 1 0
                                    

-Yo... No sé Raquel, es un gran amigo y no siento ni la mitad de lo que sentía por Dani.-Dije mirando hacia un punto fijo de la pared.-

-¿Y estabas realmente enamorada de él? ¿O solo era simple adicción o cariño? No es buen ejemplo el que has puesto. Tampoco sabías si quisiste realmente a Dani.-Touché de nuevo hermana, a lo mejor tiene razón, pero no quiero pensar mas en esto.-

-Bueno, no importa, yo ya aclaré con Eric todo. Dije que el era un simple amigo y eso es lo que seguirá siendo. Aunque veo en un sin sentido que yo me quisiera ir para alejarme de mi círculo vital y ahora todos estaremos juntos en el mismo internado, conviviendo juntos.-

-Si, pero será fantástico Noé. Superarás lo de Ale y todo volverá a la calma.-Dice Raquel con una media sonrisa.-

-Ha ha ha, tienes razón hermana. Vamos a dormir que tenemos un viaje a primera hora de la mañana.-Dije y nos acostamos en mi cama. Esta noche decidieron "dormir" juntas.-

Y es que puse un dormir entre comillas porque pude hacer de todo menos dormir. Había preguntas en mi mente y buscaban una puta respuesta.

¿Quise alguna vez a Dani? ¿Es cierto que siento algo más que cariño de amigos hacia Eric? Si es así...¿Por qué dijiste todo tan rápido sin meditarlo?

-AAARGGGG.-Dije en un grito ahogado.-

-¿Qué pasa Noé? Cállate un rato que estoy durmiendo y hay gente que quiere sentirse descansada.-Dijo con la voz medio-adormilada.-

-Ok, hermana, perdona era una pesadilla.-Dije avergonzada.-

Ójala todo fuese una simple pesadilla. Pero no, todo es tan real. Me quedé dormida un rato después de la mini conversación con Roca con la intriga de saber que pensaba realmente mi corazón.

A la mañana siguiente nos despertamos a las 7.00AM. Acabamos de preparar nuestra maleta y nos vestimos. Sabíamos que allí había un clima más bien parecido al de España, así que vistimos con unos jeans desgastados, una camiseta negra de manga corta con letras rosas, unas bailarinas negras y el pelo lo recogí en una cola alta, mientras que mi hermana dejó su melena caída por su espalda. Esperamos a nuestros padres una media hora, empezamos a impacientarnos cuando vimos un Mercedes-Benz azul oscuro asomarse por el garaje. Teníamos el tiempo justo para despedirnos así que después de hacerlo esperamos a que el taxi llegara y nos dejara en el aeropuerto. Cuando llegamos todos estaban esperandonos.

-Hola chicos.-Dije con una media risa.-

-Hey, pensabamos que no llegariáis, ¿Cómo iremos sentados?.- Dijo Dani dandome dos besos.-

-¿Cuántos asientos hay en cada fila?.-Se adelantó mi hermana.-

-Creo que van de dos en dos, Raquel.-Dice mi amiga Ale.-

-Bien, yo iré con Celia, Lana con Luis, tú con Dani y Noé...-Dijo dirigiendose a mí, por favor que no lo diga que cambie las parejas.- Noé con Eric.-Virgen santísima, la quiero matar.-

-Raquel, no quiero ir con ella.-Dijo quien menos esperaba. Él. Eric. Y lo peor de todo es que me dolió.- Me siento un poco mal y prefiero pelear con Luis que con mi mejor amiga.- Dijo él con ese punto irónico que odio tanto.-

-Lo siento mucho Eric. Ya está todo dicho y hecho.-Dijo y me guiñó un ojo.-

-Imbécil.-Dije en un tono muy bajo, solo para que ella lo escuchara.-

Subimos al avión y pude comprobar que nuestros asientos estaban bastantes alejados de los demás. Aún así no me queje, no tenía fuerzas ni para articular palabra.

Mitades compartidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora