Capítulo 8.-La reconciliación.

39 4 0
                                    

P.O.V. Noé.

No me podía creer lo que mis ojos veían. Mi novio de hace unas horas estaba con su enfermera en la camilla. ¡¡¡Y BESÁNDOSE!!! No sé como pude reaccionar ante ello, saqué fuerzas de donde no las había y me fui de allí corriendo. Escuchaba voces en mi interior, no sabía que decían, se mezclaban unas con otras, sentía que la cabeza me iba a estallar, por otra parte, a lo lejos escuchaba gritos. Algunos provenían de él, otros de mi ahora ex-cuñada, de la enfermera, aunque tampoco entendía bien lo que hablaban, de hecho en  ese momento lo único que quería era morir, no sé si era por lo que había ocurrido o por el simple hecho de que me han vuelto a engañar. Corrí todo lo que pude, hasta llegar a mi casa.

-Pero hija, ¡¡¿¿Qué ha pasado???!!! Tienes los ojos rojos.-Pregunta mi madre alterada.-

Aún así no puedo responderle, no tengo voz para explicarle a mi madre que ese mismo día me había hecho novia del hermano de mi amiga y que justo en ese día me puso los cuernos con la enfermera. Me limito a abrazarla y a llorar en su pecho. Después de un rato, ya algo mas calmada... Opto por contarle a mi preciada madre mi trágica historia de amor imposible, Sí ya sé que he exagerado un poco, pero para mi ha sido como una puñalada al corazón, a ese órgano tan importante que palpitaba cada vez que Dani estaba cerca. Mi madre no puede creer lo que está oyendo, yo tampoco lo creería de no ser que yo misma lo he vivido.

«Minutos después»

-Hija, no estes mal, de todo se sale y el es un chico como otro normal.-

-No, mamá era mi chico, mi amor platonico... Y ahora que me doy cuenta ha sido mi gran amor desde siempre.

-Está bien cariño, no te preocupes intenta olvidar todo lo que ha ocurrido, ahora duermete un rato y descansa pequeña.-

-Sí mamá, gracias te quiero.-Digo y me voy al piso de arriba cabizbaja.-

«En la habitación»

-Bueno pues a dormir querida Noé, chica fuerte y sentimientos compartidos.-Me digo a mi misma y me quedo dormida.

Y estaban ahí, Marco mi ex con Dani mi querido. Se encontraban los dos en un mismo banco sonreían como si fueran los mejores amigos. Llegaba yo y me sentaba en el banco de enfrente con Ale y Celia. Mis amigas me daban dos besos en la mejilla y yo extrañada le pregunte que pasaba. Dijeron que debian irse que ya me llamaban cuando estuviesen libres. No les creí mucho pero son mis mejores amigas y no harían nada que me hiciera daño. Cuando decidieron marcharse se acercaron al banco de enfrente y no entendí nada, todo era muy sospechoso, sobre todo cuando vi que se iban los cuatro juntos. Eso no me olía bien. Decidí espiarles, rezando porque no me descubrieran pero sé que algo me ocultaban. Se pararon en la entrada del cine, entonces me pareció entender todo. ¿Las que se hacían llamar mejores amigas me estaban dejando de lado por salir con ellos? Pero hay algo más. ¿Por qué con ellos?. Entraron y yo les seguí la huella. Pensaba que verian algo de accion como muchas veces veian, pero no esta vez fueron a ver una de accion sino una romantica, De aquí a la luna se llamaba. ¿Pero que hace Alexandra? Besando a mi chico. Sí, ella estaba ahí en la butaca numero 117 y la de Dani en la 118. No me lo podía creer. ¿Y Celia? Miro hacia ella y Marco y se encuentran en la misma situación que Ale y Dani. No me esperaba esto de ellos. De repente los cuatro voltean y me descubren. Ríen a carcajadas, me señalan y yo solo quiero morir escapar de todo.

Y me despierto. Pff. Todo ha sido un sueño. ¿Qué hora es? Subo la persiana y observo la luna. De aquí a la luna. Así se llamaba la película de mi sueño. Las 00:38h y lo echo de menos. Joder, no. Mi objetivo era no pensar en él. Olvidar. Pero no es fácil. No tengo sueño y si me volviese a acostar seguro que tendría una pesadilla parecida a la de hace unos minutos. Me asomo a mi balcón y veo como la gente pasa. Algunos ríen, otros parecen que llegan tarde a algún lugar, un grupo de colegas están bastantes tomaditos, una pareja de chicos muy orgullosos de su homosexualidad, una pareja feliz y besandose, una chica llorando en un banco cercano al parque. Já que irónica que es la vida, hace unas horas yo estaba tan feliz como esa pareja y momentos después igual que aquella hermosa chica. Sea cual sea la razón, no merece la pena llorar, llorando no se arregla nada. Sonrío. Hace un par de horas yo estaba igual o peor. Aparto la mirada y por un momento me ausento del presente, miro embobada hacia mi jardín buscando una respuesta un algo que serene mi mente. Está ahí sentado. ¿Pero que hace aqui? Daniel, debería seguir en el hospital hasta mañana y se encuentra recostado y mirando a la nada aunque en parte se le ve absorto en sus pensamientos, mirando a la luna esa en la que yo hasta hace unos minutos observaba buscando esa respuesta. Y estaba allí en ese columpio ya algo oxidado que le pedí a mi papá por mi cumpleaños cuando tenía seis años, con una sábana.¿Pensaba quedarse a dormir en mi columpio? No lo podía permitir y no porque estuviese en mi columpio, sino porque a pesar de todo lo que me ha hecho me sigue importando. Estoy indecisa, quiero bajar pero no sé que decirle. Supongo que las palabras discurriran cuando este en la situación.

«Ya en el jardín»

Me ve llegar y se toma una postura más cómoda para que nos sentemos los dos, pero yo opto por quedarme en pie.

-Hoo..hola.-Dice él.-

-Te dan el alta mañana, ¿Qué haces aquí?.-Digo intentando no sonar borde pero con la voz rota.-

-Noé, no vengo a que me heches la bronca.-

-¿Eso es lo único que se te ocurre decir?.-

-No, cariño...-Dice pero le interrumpo.-

-No Dani, no más cariño, perdiste el derecho a llamarme así justo en el momento en el que te liaste con ...-Me cuesta seguir.- Ella.-Digo finalmente.-

-Justo por eso estoy aquí, para arreglarlo y explicarte todo.-Dice cabizbajo aunque yo sigo recta.-

-¿Qué tienes que explicar?¿Qué me prometiste un por siempre y lo incumpliste? No, no. Te equivocaste de preposicion, en realidad era un hasta siempre.-

-Noé escuchame por favor, fue ella yo estaba tan tranquilo esperando a que me examinase y empezamos a hablar y me pareció buena chica, pero solo como una amiga, ella se abalanzó sobre mí y en ese instante fue cuando entrasteis y visteis lo que visteis. Pero no, fue un simple malentendido, he vuelto para que vuelvas conmigo Noé, desde que vi tu cara desencajada al ver tal imagen se me partió el alma en mil pedazos y quería ir a por ti pero mi hermana me agarró y no pude ir... créeme princesa...-Dice él apenado.-

-No lo sé Dani, parece la típica excusa que yo le pondría a un chico para no quedar mal o querrías desahogarte conmigo por lo que te hizo Nadia... Pero por otra parte llevo años conociendote y hay algo en mi interior que dice que tienes razon en lo que según tú es lo que ha ocurrido, mi corazón dice que te amo, y en el amor hay una confianza enorme que tu también me amas...Pero hay una parte de este corazoncito encogido que está muy bloqueada y necesito tiempo para examinar la situacion y decidir que hacer.-Digo yo triste.-

En ese momento Dani se acerca a mi, reduce distancia, esta cerca, muy cerca de mí. Mi pulso se acelera, coge mi mano, esta a punto de juntar su boca con la mía, pero no me besa.Me mira con esos ojos impactantes y me sonríe.

-Si de verdad estuvieses indecisa no hubieras permitido que me hubiere acercado tanto y no hubieras dejado que rozara tu piel, y esta no se habria erizado al sentir tal contacto y tu pulso no se hubiere acelerado y ahora mismo no estarías fastidiada porque no te he besado. Sabes tanto como yo que no quería besarla. Que solo anhelo tus besos. Tan maravillosos, especiales, únicos e inigualables. Te besaría cada dia, a cada hora, a cada minuto y a cada segundo del día. Noé, Te amo. De verdad que te amo.-Dice con un brillo especial en sus ojos azules.-

-Yo...Yo...-Digo intentando decir algo, pero tiene razón en todo lo que ha dicho.-

-Shh...No digas nada.-Dice posando su dedo en mi boca.-

Me toma de la cintura y me besa. No son besos apasionados como los del hospital, estos sobrepasan la sensación de poder tenerlo, de saber que es mio y de nadie mas, estos besos piden otros y más, tienen ansia de necesidad y deseo. Expresan ese amor que él y yo sentimos el uno por el otro. Me coge a horcajadas y me besa con mayor intensidad. Nuestras lenguas danzan al ritmo de una canción inexistente. Y despedimos nuestro beso con uno pequeño.

Miro a nuestro alrededor y el tiempo parece que ha pasado volando para todos aunque para mi no. Observo a la chica que también estuvo llorando en ese banco y sonrío. Parece alegre, está con un chico algo mayor que ella y ya no llora lo besa.

-Te amo Dani.-Le digo al oido.-

-Yo tambien te amo princesa.-

Mitades compartidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora