Pequeña Lia.Lia's Pov:
Tres días han pasado. Al despertarme luego de esa alocada noche no vi a Stephen, el muy idiota se largó con la excusa de que tenía un importante negocio y solo le dijo a uno de sus hombres que me llevara a mi apartamento, no me afectó en lo absoluto si me lo preguntas, pues sabía que él era un idiota de primera, pero tenía una mínima esperanza de verlo aunque sea una última vez ya que no creo aceptar esa propuesta.
He seguido con mi rutina como si nada hubiese pasado aunque siempre esté pensando en eso -No puedo malditamente olvidarme de esos ojos grises con tonos verdes, me odio por ello- Emma se disculpó cuando le conté todo lo que me ocurrió (exceptuando la parte de la propuesta y que Stephen confiesa ser un mafioso, claro) y prometió no volver a hacerlo. Luego de eso me reí a carcajadas, pues me contó que su 'aventura' la tenía pequeña y la dejó con ganas de más.
- Eres una idiota, espero que cuando ese bombón del que hablas te folle la tenga pequeña y te deje con las ganas, por burlarte de mi- Recuerdo que me dijo entre risas y yo le terminé lanzando una de mis almohadas.
Si, comparto el apartamento con ella, por eso somos tan cercanas y con Dove, con ella no soy tan cercana, pues siempre se la pasa en sus estudios o el trabajo y no la veo tan seguido, sin embargo, en las pocas conversaciones que hemos tenido me he dado cuenta que es dulce y una gran persona.
La primera noche después de lo que pasó me quedé asombrada, pues me llegó una pequeña caja de color blanco con un lazo rosa a mi puerta, por un momento pensé que era para Emma o para Dove, pero la delicada caja tenía una nota:
Lia:
Por no poder haber estado cuando despertaste y por no poder haber recuperado tus pertenencias el día de ayer.
S.J
Estaba escrito en una hermosa letra cursiva.
Al abrir la caja me quede más sorprendida, era un teléfono, un puñetero iphoneX de color dorado.
No pude aceptarlo, no me gusta que gasten dinero en mi aunque su motivo fue de disculpa - O eso entendí- pero no quiero deberle algo después de que note que lo estoy usando, ya que ni siquiera lo he encendido ni una sola vez. El artefacto aún sigue en su caja, en su bolsa, dentro de la pequeña mesita de noche de mi habitación.
En este momento estoy saliendo de mi lugar de trabajo, ya es muy entrada la noche y sé que me tocara una caminata de una hora para llegar a mi apartamento.
Que estresante.
Lo único bueno es que por la hora mi jefe me pago más de lo debido, así que quizás mañana me pueda comprar una nutella sin remordimiento de haber gastado en eso en vez de usarlo en otra cosa si necesaria.
Sin más empiezo a caminar en las desoladas calles de Los Ángeles, uno que otro auto pasa por las calles irrumpiendo el silencio pero no le tomo inportancia.
Luego de un momento escucho el motor de un auto rugir a mis espaldas pero sigo caminando. Me tenso al sentir que reduce su velocidad al ponerse a mi nivel.
- Dije que te daría tres días pequeña Lia- Al escuchar esa voz, su voz, siento que se me revuelve el estómago- Ven aquí nena, tenemos una charla pendiente.
Lo miro a sus ojos y veo un destello de reproche. Suspiro y me monto en su auto, un hermoso Audi blanco es el que usa esta vez.
- ¿Por qué no has usado tu nuevo teléfono?- pregunta apenas me acomodo a su lado y cierro la puerta.
- porque no quiero tener una especie de deuda contigo al usar el teléfono que compraste- digo sin rodeos- esta en mi apartamento, puedo devolvertelo.
Sus facciones se contraen y noto como aprieta el volante del auto logrando que sus nudillos se vuelvan blancos.
- Te lo compré porque quise, no me vas a deber algo si lo usas. Sé que no tienes teléfono en estos momentos y odiaria que estuvieras en la calle, que te pase algo y no puedas llamarme- Espeta furioso.
- ¿Y por qué te llamaría a ti?- enarco una ceja.
- Porque cuando de esos carnosos labios salgan las palabras 'acepto tu propuesta' seré yo quien te cuidará y velará por ti, nadie más- Dice en un susurro aterciopelado y sus palabras calan en mis huesos.
<No le creas, no habla en serio>
Escucho a mi conciencia -por primera vez en mucho tiempo- y me bajo de la nube en la que estaba montada sin darme cuenta.
Es en ese momento cuando noto cuán cerca se encuentra su boca de la mía, nuestras respiraciones bailan juntas y puedo sentir el olor a loción y perfume caro que desprende el chico tatuado. Increíble.
- Acepta ser mía, sé mi pequeña, Lia- susurra unos centímetros más cerca y me acaricia la mejilla pasando su pulgar sobre mis labios abriéndolos un poco.
Es en ese momento cuando me olvido de todo, me olvido que estamos en el auto, me olvido de que ya son al rededor de las once de la noche y me olvido de mi yo sensata para darle paso a mi yo loca e impulsiva, esa que no le importa nada con tal de vivir y disfrutar. Es en ese momento cuando tomo las riendas y lo beso, lo beso sin importarme si luego me voy a arrepentir.
Él, sin quedarse atrás, me corresponde con fiereza y me sienta en su regazo.
Sus labios son cálidos y dulces, un contraste perfecto para el beso salvaje y rudo que me esta dando.Me muerde el labio inferior y tira de el a lo que yo gimo en respuesta. Al separarme de sus labios río por lo bajo al darme cuenta que sus labios están rojos he hinchados.
- ¿Eso es un si?- coloca sus manos en mis caderas y sonrio.
De algo tenemos que morir, ¿verdad?
- Si Stephen, acepto tu propuesta- Él sonríe y me da una pequeña nalgada.
- No te arrepentirás, nena- Sus ojos brillan y sonrío un poco más.
Espero que no.
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¿Les gusta? Voten y cometen bebés, eso me hace muy feliz.
Tenga un feliz día, tarde o noche♡.
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••En Las Llamas Del Infierno••
Action"Quisiste jugar con fuego, ahora arde en las llamas de mi infierno".