______ era tremendamente atractiva,tenia un cabello hermoso y ojos seductores. Era de buena figura, de pechos grandes, altivos y descarados. Demasiado joven para darse cuenta de su potencial aún sin explotar. Ni siquiera el novio con el que salía, era conocedor del diamante en bruto que tenía en sus manos. Yo sí me di cuenta, desde el primer día en que me crucé con ella en el ascensor. Vivíamos en la misma planta, yo, recién mudado y recien saliendo de una relacion amorosa, mas bien tormentosa.
Aunque apenas tenia 20 años no me sentia ya con el lujo de volverme a enamorar. Mi corazón se había blindado para protegerse de esas extrañas emociones que me quedaban ya tan lejanas.
Deseé a _______ desde ese primer día. Iba tiernamente agarrada de la mano de Suk, que así se llamaba el pavo con el que salía.
Pantalones vaqueros de cintura y camiseta de tirantes.
Soy un hombre sensible y fácilmente excitable. Al cerrar la puerta del ascensor, la desnudé con mi mirada y en el primer piso, mi mente ya la estaba poseyendo. Fue en el segundo piso cuando no pude reprimir una erección. Sentí celos de ese muchacho que iba a disfrutar del cuerpo de _______, de ese cuerpo al que yo quería tocar, acariciar y poseer. Llegué a mi casa y desnudo en el baño, me masturbé de inmediato para aliviar mi angustia.Casualidades de la vida. Me la encuentro en la discoteca con el pasmado de Suk. Baila de forma sensual, ajena al mundo, cierra los ojos y contonea sus caderas sin cesar. Baila bien, entonces, follará mejor, estoy convencido de ello.
Descubre mi presencia y se acerca sonriente a la barra donde estoy sentado con un whisky en la mano. Tengo fría la mano, es lo único en mi cuerpo que tengo así.
-¡Lei! no te habia visto en este club jamas...
-Hoy pense que era una buen noche..
-¡Lo es! me alegra verte por aqui.
Reímos, charlamos. La presencia de Suk, que hasta ese momento seguía bailando en la pista, hace que vuelva a la realidad.
-¡_____! ¡Vuelve aca!
Me quedo solo de nuevo. Al llegar a casa estoy completamente borracho, me masturbo como puedo antes de derrumbarme en la cama.
Son las 8 de la noche, estoy en mi casa, leo un rato, me levanto, me voy al ordenador a navegar, pongo la tele, me bebo una cerveza, vuelvo al sofá. Estoy nervioso, no sé el motivo. Miento, sí lo sé: llevo dos semanas sin follar. Me visto y voy de cacería.
Vuelvo a mi casa en compañía, no es una belleza pero tiene unas buenas tetas y un hermoso culo. Le arranco la ropa y sin mayores preámbulos, me la llevo al dormitorio y follamos en la cama. Vuelve la paz a mi cuerpo.
A la mañana siguiente, abro los ojos y me encuentro la caza aún dormida. Necesito mi soledad matutina, quiero que se largue de una vez, es más fea de lo que creía... Pongo una excusa: he de irme a casa de mi madre, se lo digo. Por fin solo.
Al día siguiente, me encuentro con ______ en el ascensor. Ojalá viviéramos en el piso 40 y no en el 4º. Hoy llega sola, sin el idiotazo de su novio.
Tan sólo diez minutos después, llaman a mi puerta. Es ______. Trae una carta que han metido en el buzón de sus padres, pero es mía. ¿Es una excusa? ¿Por qué no la ha metido sin más en el buzón? Insisto en que entre a mi casa ¿Mi coartada? Unos CD de música de los que le hablé el otro día. Duda, aunque me sorprende que no demasiado.
-Bonito lugar Lei, me gusta tu decoracion...
-¿Si? pasa, toma asiento.
Se sienta en el sofá y pongo una canción, busco otra, hablo sin parar, una melodía lleva a la otra, estamos bien, el tiempo pasa. Dejó un CD en el equipo de música y me siento a su lado, le miro a los ojos en silencio, acerco mis labios a los suyos y la beso. Se aparta y con un hilo de voz me pide que no siga. Lo intento de nuevo, su "no" no me convencia del todo, no es tan inocente como quiere hacerme creer. El beso esta vez lo prolongo, me recreo en sus labios y siento como _______ me lo devuelve. ¡Bien! Lo sabía, lo intuía... Acaricio sus brazos y siento como su vello se endereza bruscamente. Beso su cuello, le susurro al oído cuánto la deseo. Dejo que el aliento de mis palabras penetre por su conducto auditivo y reacciona con un leve gemido. Lamo su escote, no encuentro resistencia, ella me abraza, me besa. Ya es mía.